Lo del Esequibo y el falso nacionalismo
Ante su fracaso con el Esequibo ¿a qué recurre el régimen? Al expediente típico de las dictaduras: echan mano del fervor nacionalista para manipular a la población
Se puede afirmar que, salvo excepciones, no existe en la región duda alguna sobre la legitimidad del reclamo territorial de Venezuela, en su litigio con Guyana sobre el Esequibo. Este fue contextualizado en un tiempo histórico que recorre desde el siglo XVII previo a la definición como Capitanía General hasta la concreción del Acuerdo de Ginebra de 1966.
En todo ese lapso cronológico se demostró el atropello de la “pérfida Albión”, como denominaba Napoleón Bonaparte a Inglaterra, contra una novel nación. Un país que daba sus primeros pasos en el siglo XIX como república independiente, en medio de las tribulaciones de caudillos y montoneras, al que se pretendió arrebatarle este territorio con el Laudo arbitral de París de 1899. Entonces estábamos en extrema debilidad como nación.
Este es un tema familiar para la población al ser conocido por generaciones sucesivas a lo largo del siglo XX. Recordamos desde la infancia, en el salón escolar del más apartado rincón nacional, el mapa de Venezuela con un territorio rayado al oriente, marcado como territorio en reclamación.
Esta trayectoria histórica de exigencia de reconocimiento del Esequibo como territorio patrio no ha tenido la necesaria responsabilidad por parte del régimen instalado desde 1999 hasta el presente 2023. Simplemente porque lo consideró un tema marginal en su bitácora de gestión, incluso hasta de estorbo en su improvisada política de relaciones exteriores signada por el desprestigiado lema “alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina”.
Esa línea de conducción iniciada por Hugo Chávez y seguida por Maduro privilegió su proyección internacional en la conformación del ALBA, UNASUR, CELAC, Petrocaribe, dejando en segundo plano un tema tan álgido como lo ha sido siempre el Esequibo. Los entes citados inicialmente le garantizaban un prestigio en su lucha contra el “imperio” y su posicionamiento rastrero como vasallos de las dictaduras de Rusia y China.
Runrunes de Bocaranda: ALTO – RUNRUNES DEL ESEQUIBO
Ante su fracaso con el Esequibo ¿a qué recurre el régimen? Al expediente típico de…
Al surgir en los últimos años la importancia de este territorio por sus riquezas minerales, sobre todo de petróleo, el régimen gira su mirada y reacciona tardíamente a la gestión del gobierno de Guyana. Este, bien asesorado, le lleva suficientes cuerpos de ventaja en el escenario internacional, remembrando el viejo dicho “el tiempo perdido hasta los santos lo lloran”.
Ante su fracaso ¿a qué recurre el régimen?, al expediente típico de las dictaduras: echan mano del fervor nacionalista para manipular a la población. Se maquillan de un falso nacionalismo que no fue capaz de blandirlo oportunamente. Tal fue la conducta de la dictadura argentina de Videla y Galtieri con Las Malvinas; o la de Miraflores, que promovió una confrontación permanente con Colombia durante los gobiernos de Álvaro Uribe (2006) e Iván Duque (2018) apuntalados en un chauvinismo irracional.
El afán del régimen por votos incondicionales en la OEA y ONU le conllevó a entregar nuestro petróleo a precios risibles a la mayoría de países del Caribe agrupados en el Caricom. Incluso cuando estos apoyaban a Guyana en el litigio, incluido el gobierno cubano, un connotado parásito de nuestros recursos.
Runrunes de Bocaranda: BAJO – NADA NUEVO
Ante su fracaso con el Esequibo ¿a qué recurre el régimen? Al expediente típico de…
El litigio del Esequibo no se va a resolver con ridículas marchas al balcón del pueblo en la avenida Urdaneta, o con pancartas folklóricas señalando que el “sol de Venezuela sale por el Esequibo”. La magnitud del lance amerita convocar la unidad nacional, que implica la participación de los expertos del tema, para argumentar ante la CIJ el legítimo reclamo de territorio patrio. Esperando que sea en tiempos de democracia en lugar de esta tiranía depredadora de la riqueza nacional.
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