El paso por el Darién: la fragilidad social como causa de la tragedia - Runrun
El paso por el Darién: la fragilidad social como causa de la tragedia
Imágenes con frases de despedida y esperanza por una vida distinta, gestos y gesticulaciones que no reflejan sino ingenuidad

 

@EstadoLab

Los acontecimientos asociados a la movilidad al mismo tiempo de leerse se ven en videos a través de diferentes plataformas. La entrada de migrantes por Melilla, la salida de refugiados ucranianos hacia Polonia, la caravana de migrantes a través de México, se han visto en múltiples imágenes que se difunden globalmente. En este orden impactan las caras de familias venezolanas despidiéndose con sus precarios equipajes antes de incursionar en la selva del Darién, como si fuesen a cruzar un parque nacional. Imágenes con frases de despedida y esperanza por una vida distinta, gestos y gesticulaciones que no reflejan sino ingenuidad.

Para el primer semestre del 2022, con base en las cifras de la plataforma R4V, han salido del país más de 6.147.000 personas entre refugiados, solicitantes de asilo y migrantes. Para esta población, los países de llegada son muchos y diversas las vías de movilización. Durante los primeros años del éxodo la vía aérea fue la más utilizada, explicable porque los países de destino estaban, de manera predominante, en el norte del continente o en Europa. A medida que las condiciones del país se agudizaron salieron personas con menos posibilidades económicas y a la vía aérea se añadieron la marítima y la terrestre, mayoritariamente desplazándose a pie. Las largas caminatas consumían miles de kilómetros a través de páramos y desiertos. Se añadieron nuevos países de destino, principalmente hacia el sur del continente. Solamente Colombia, Perú y Ecuador han recibido cerca de 3 millones de venezolanos, es decir, el 50 % del total de movilizados.

Hoy un nuevo capítulo de la movilidad internacional convoca la atención de la opinión pública: el tránsito a través del llamado Tapón del Darién entre Colombia y Panamá.

Durante los últimos diez años la circulación de personas por esta vía ha venido incrementándose. En 2021, Migración Panamá registró un alto crecimiento de los migrantes venezolanos; desplazando en importancia a los migrantes de Haití y Cuba, quienes hasta ese momento encabezaban las estadísticas de los últimos años. En 2022, los venezolanos provenientes de su país, pero también de otros países del sur del continente ocuparon el primer puesto en las estadísticas oficiales registradas por las autoridades panameñas, pasando de 2819 venezolanos en 2021 a 28.079 en lo que va de 2022 (Ver gráfico N° 1).

Fuente: Migración Panamá 2022.                    

Es importante destacar que el paso fronterizo de Colombia a Panamá a través de la selva del Darién es uno de los más peligrosos del mundo por sus obstáculos naturales y, también, por las amenazas de grupos irregulares armados y traficantes de personas. Es un paso por el cual cruzan personas de diferentes países de origen, tanto de América del Sur como de Asia y África, la mayoría con la mirada puesta en Estados Unidos y Canadá. Con base en las estadísticas de Migración Panamá en lo que va de 2022 incursionaron en la selva del Darién un total de 48.430 personas de los cuales 7282 eran menores de edad. Según reportes de testigos y organizaciones humanitarias, la mortalidad en ese paso es alta por causas diversas que van desde accidentes hasta asesinatos. Las consecuencias y efectos físicos y mentales sobre quienes alcanzan a cruzar la selva son, en algunos casos, irreparables.

¿Por qué este aumento de personas y, en especial de venezolanos, atravesando esta ruta? ¿Qué los motiva a tomar esta decisión? ¿Qué puede ser tan grave o fuerte para tomar la decisión de cruzar un territorio tan peligroso? La primera explicación factible es de carácter macro y tiene que ver con las condiciones de los países de origen. En el caso venezolano se trata de una nación imbuida en una situación de crisis humanitaria, de ruptura de su tejido social, de alta inflación económica y de territorios controlados por grupos irregulares. El éxodo de personas responde a unas condiciones estructurales y coyunturales que son factores objetivos de expulsión. Se trata de unas instituciones que no han sido capaces de garantizar derechos fundamentales como la salud, la seguridad, la alimentación, el trabajo, entre otros, para que la población alcance niveles dignos de vida. Es decir, un sistema que por su fragilidad no ofrece las condiciones necesarias para que las personas puedan ejercer su ciudadanía con plenos derechos en un marco de convivencia pacífica.

¿Venezuela se arregló?

¿Venezuela se arregló?

Frente a un sistema que no provee condiciones mínimas para una vida segura y digna las personas buscan opciones de supervivencia; el miedo y la esperanza son dos emociones que usualmente van de la mano. En esa dupla emocional la información juega un rol importante al ofrecer pistas para tomar decisiones y asumir riesgos. Las posibilidades de un plan de vida en otros países lucen atractivas para muchos. La falta de información o, aun más, la desinformación puede considerarse otro factor que impulsa la salida de población a través de la selva, así como también la elección del país de destino. En muchos casos, se trata de decisiones tomadas desde la ausencia de un conocimiento certero, pero también desde la desesperanza y la indefensión.

El éxito de este plan dependerá, en buena medida, de un conjunto de condiciones tanto objetivas como subjetivas que lamentablemente no todos poseen. Una de estas consiste en movilizarse de manera regular y segura. La experiencia de miles de migrantes y refugiados venezolanos durante la pandemia del COVID-19 ha demostrado la importancia de tener un estatus legal en el país de destino que les garantice el acceso a servicios y oportunidades de empleo.

Sin embargo, y de acuerdo con Human Rights Watch, muchas personas afirman que viajan a través del Tapón de Darién porque los requisitos de visa de algunos países de la región han cerrado la posibilidad de trasladarse por vía aérea, es decir, tomar rutas más seguras hacia diferentes naciones.

Con base al Passport Index el pasaporte venezolano ha perdido el acceso sin visa a diferentes destinos, incluso en países de Latinoamérica y el Caribe como, por ejemplo, Honduras, Guatemala y Panamá que exigen visa desde 2017 y, más recientemente, a partir de enero de 2022, se suman Belice, Costa Rica y México. Los requisitos exigidos por las autoridades de estos países en muchos casos son de difícil obtención y en algunos otros resultan costosos.

Las movilizaciones actuales de migrantes, refugiados y solicitantes de asilo convoca con celeridad la acción decidida de autoridades locales, organismos internacionales, organizaciones civiles, para buscar respuestas mancomunadas, efectivas y humanas que gestionen el tránsito de personas, su acogida y protección. Medidas que atiendan no solamente a los que se movilizan sino también a las comunidades por donde transitan. En el caso venezolano las instituciones deben tomar algún tipo de acciones que procuren evitar, en primer lugar, la salida de población y, de esta darse, que sea de manera regular y segura.

Al final del camino las imágenes muestran otras caras y otras frases. La esperanza inicial se trastoca en terror por lo visto y por lo vivido. Testimonios de horrores presenciados y padecidos. Imágenes que nunca se verán porque algunos de los que se despidieron con la mirada puesta en un futuro se quedaron en la selva para no salir jamás. La travesía que han realizado cientos de miles de venezolanos desde 2017, año en el cual se registra el inició de la salida masiva de población, es la expresión más cruda y dura de lo que están dispuestos a pasar y padecer para obtener en otros países las oportunidades y las garantías que su propio país les niega. Los que logran cruzar la selva son recibidos en el refugio de San Vicente en Panamá por autoridades locales y por organismos internacionales.

Los daños, en muchos casos, serán irreversibles, pero, a pesar de su costo, la movilización internacional por vías peligrosas seguirá siendo una opción para quienes enfrentarse a la muerte es más barato que vivir en un lugar que no les ofrece oportunidades.

El infierno de América

El infierno de América

* Coordinador de Indicadores Sociales de EstadoLab

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