#EnPocasPalabras | La política del atún - Runrun
Tony Bianchi Jul 23, 2022 | Actualizado hace 4 semanas
#EnPocasPalabras | La política del atún
La respuesta estadounidense ante las pretensiones chinas por Taiwán, ha sido rápidamente bautizada como la ‘política del atún’

 

Mientras por lo menos medio mundo se queja del expansionismo de Vladimir Putin y su invasión de Ucrania, la otra potencia autocrática mundial, China, se está moviendo para establecer su influencia y dominio geopolítico en Taiwán y una cantidad de islas e islotes del océano Pacífico.

Consejeros del Departamento de Estado norteamericano consideran que Beijín no solamente quiere dominar el noroeste del Pacífico y controlar todo su tráfico marítimo, sino ocupar a Taiwán, también conocida como República de China (ROC) o China Nacionalista. A esta la ha venido reclamando insistentemente como parte su país.

La pugna por Taiwán no es nueva. Esta isla, solo un poco más grande que el estado de Maryland y la mitad de Escocia, pero con 24 millones de habitantes, ha sido víctima de disputas territoriales con invasiones y ocupaciones que empezaron en el siglo trece con los marinos portugueses; acto seguido pasaron a manos españolas, holandesas, inglesas, chinas y japonesas a lo largo de ocho siglos.

Lo increíble es que los habitantes ad hoc de Taiwán son aborígenes. Y el país que más la desarrolló y colonizó fue Japón. Sus habitantes han rechazado la idea de pertenecer a la Republica Socialista China.

Washington está enfrentado la clara amenaza de conquista de Beijín con el envío de la importante ayuda de 600 millones de dólares por diez años a la industria pesquera de los estados insulares del mar de China Meridional (South East China Sea).

Esta respuesta estadounidense, recién anunciada en un acto formal frente a los 18 miembros del Foro de las Islas del Pacífico, presenciado por la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha sido rápidamente bautizada “política del atún.”

Su verdadero objetivo, sin embargo, salió rápidamente a la luz cuando la vicepresidenta aconsejó a los 18 miembros del foro de tener mucho cuidado «con los malos actores que se acercan para socavar el orden internacional», en una referencia a las maniobras geopolíticas de China en el área oceánica.

Otro representante de Joe Biden reconoció que en los últimos años Estados Unidos no dedicó mucha atención a la región. Y para subrayar el renovado interés anunció que Washington pronto reabrirá sus embajadas en Tonga y Kiribati, en un esfuerzo para limitar la penetración china en la región.

A estas misiones muy pronto se añadirá también una embajada en Horneara, capital de la isla de Guadalcanal que para los norteamericanos fue escenario de una de las más míticas batallas de la Segunda Guerra Mundial

Un acto que refuerza la presencia regional china es un acuerdo de seguridad firmado entre Bejín y las islas Solomón hace tres meses; este es considerado relevante solamente desde el punto de vista estratégico.

Tal como lo denuncié en mi artículo sobre la importancia que representa el liderato taiwanés en la fabricación de microchips en el mundo, esta industria es seguramente uno de los objetivos que apetece a Beijín.

Otro gran interés de Beijín en el Pacífico es el aprovechamiento de la misma industria pesquera de las islas que Estados Unidos quiere ayudar. La razón es que el gigante chino comunista consume 34 % del pescado vendido mundialmente, debido, en gran parte, al hecho de que China cuenta solamente con una reducida industria ganadera.

Mientras tanto, representantes de los países del área señalan que el aporte económico de los Estados Unidos también servirá para la lucha contra el cambio climático; un tema sensible para las islas que, entre otros riesgos recientes, tienen la tendencia de quedar sumergidas por la crecida de las aguas oceánicas.

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