Superpoderes que nadie celebra
¿Se ha preguntado a cuánto ascendería el universo de Marvel si incluyeran a algunos de los siguientes superpoderes?
Enviar cadenas de Whatsapp no es el único de estos superpoderes. Hay muchos otros que viven alojados en personas que parecen normales, pero que en el fondo terminan siendo superhéroes también. Lo único, es que nunca recibirán un homenaje por parte de Marvel, DC Comics o Pixar. Por eso, aquí los presentamos:
Los que le llaman al celular justo cuando no puede atender:
¿Lleva encima diez bolsas de mercado?… ¿Está retrocediendo el carro en un puesto superincómodo?… ¿Está a punto de cobrar un penalti en plena Champions?… Tranquilo, que esta persona le llamará para decirle algo sumamente importante: “¿Qué más?… ¿Qué estás haciendo?”.
Los que le hablan en las películas
Dicen saber más de cine que un hijo de Steven Spielberg con Meryl Streep, pero lo peor es que siempre atinan a hablarle en el momento más importante de la película. Sin embargo, avizoramos un futuro muy bueno para ellos. Y es que, así como existen comentaristas deportivos, pronto llegará un tiempo en el que usted irá al cine y comprará refresco, cotufas y unos audífonos para escuchar al comentarista de la película.
Los que no dejan hablar a los demás
Son los que se toman treinta y dos minutos para contarle del nuevo champú que se compraron mientras usted, en secreto, solo piensa: “¿Por qué no me llama el que siempre llama cuando no puedo atender?”.
Los impuntuales
Este superpoder es como un helado de varias capas, pues dentro de sí contiene el superpoder de inventar excusas, que a su vez contiene el superpoder de ser extremadamente simpático con el fin de evitar que uno −que sí fue puntual− se le lance encima y le practique una llave de judo (sin desodorante puesto).
Los procrastinadores
Son lo que dejaron de leer esto hace unas líneas porque vieron una cucaracha en la cocina y se fueron a pisarla. Mandan a decir que terminan de leerlo mañana.
Los que cantan feo
Nadie los soporta en los karaokes, pero deberíamos crearles una empresa especial de serenatas para que vayan a dedicárselas a todas esas personas que te hablan en las películas.
Los atravesados
Estas personas serían muy buenos filósofos si no les diera por reflexionar un domingo… entre el televisor y el sofá… cuando están mostrando un cantante… justo en el entretiempo del Super Bowl.
Los que escogen malas películas
Son aquellos que toman conciencia de este superpoder cuando la familia los bota del cuarto −por haber escogido una película mala− y después no les queda otra cosa que sentarse a escribir este artículo.
Los que roncan
Es quizás el superpoder más detestado por todos (excepto por los maridos infieles que llegan tarde a la casa y no quieren que los oigan entrar).
Los lentos
Cuando toda la familia ya está lista para salir, ellos aún se están vistiendo (y todavía les falta peinarse y cepillarse). De hecho, en estos días conocí a uno que se acababa de enterar de que existe una película llamada Titanic con Leonardo Di Caprio.
Los que compran todo, menos lo que fueron a comprar
Este superpoder suele manifestarse en hombres que van al automercado y luego vuelven con todo, menos con el brócoli que la esposa le repitió cinco veces que comprara. Es por eso que yo ahora le digo a mi esposa que no me mencione que hace falta brócoli para entonces sí comprarlo.
¿Ve? ¿Se ha preguntado a cuánto ascendería el universo de Marvel si incluyeran a algunos de estos personajes? Y lo mejor es que estos superpoderes no siempre son malos. De hecho, escoger una mala película puede terminar siendo la mejor pastilla para dormir sin efectos secundarios, por ejemplo. Aunque bueno, admitámoslo, hay superpoderes malos que jamás servirán para nada bueno así busquemos canalizarlos. Un ejemplo de ello es el superpoder de aquellos escritores de humor que se la pasan enviando sus artículos por cadenas a todos lados.
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