La nueva realidad energética… ¿Biden y Trump en polos opuestos? - Runrun
La nueva realidad energética… ¿Biden y Trump en polos opuestos?

El último debate antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos ha servido para exponer la política y los planes tanto de Donald Trump como de Joe Biden en cuanto al desarrollo de la economía de su país; especialmente en vista de los descalabros sufridos a causa de la pandemia del coronavirus.

Trump hizo hincapié sobre el hecho que Estados Unidos se ha convertido en el mayor productor de petróleo del mundo y tiene suficiente recursos para aumentar su producción industrial y capacidad para exportar energía fósil.

El presidente cuenta con el petróleo, cuya producción ha aumentado gracias al fracking, la producción de carbón y otras fuentes fósiles, que él apoya abiertamente y de las cuales se sospecha derive beneficios personales.

Joe Biden, al contrario, quiere abandonar gradualmente los combustibles fósiles y cumplir con los requisitos del acuerdo sobre el medio ambiente de París, casándose con todos los posibles sistemas de producción de energía limpia (clean energy) que están gradualmente reemplazando los combustibles fósiles en las mayores economías mundiales.

Biden asegura que va a impulsar el desarrollo de energía limpia con inversiones multimillonarias que, al mismo tiempo de una expansión industrial, proveerán trabajo a la gran cantidad de obreros y empleados por las industrias energéticas actuales.

Evidentemente Trump sigue sin creer en el cambio climático que está causando graves daños ecológicos e inmensos desastres tales como huracanes, ciclones inundaciones e incendios forestales que han venido aumentando a nivel mundial.

Biden, al contrario, quiere reducir los fenómenos ambientales e impulsar industrias que produzcan energía a través de la energía solar y eólica, baterías y generadores eléctricos para sustituir el gas, gasoil, fuel oil y gasolina dentro del año 2035.

De hecho, todos los grandes fabricantes de vehículos, tanto americanos como europeos y asiáticos, están ya produciendo vehículos eléctricos. Y se piensa que para el 2025 la mayoría de los carros no usaran más la gasolina tradicional.

El experto internacional Tom Friedman, de CNN, define estos cambios como parte de una “transición” inevitable que ha sucedido en la historia mundial desde la prehistoria: la edad de la piedra fue sustituida por la edad del hierro y de los metales, la cual introdujo implementos y armas que fueron usados y mejorados hasta finales del siglo 19.

Luego, la llegada de los fósiles de carbón dio vida a la Revolución industrial de fin del siglo 19 y comienzo del siglo 20. “Ahora -dice Friedman- le toca a la energía solar y a nuevas fuentes de energías limpias o renovables».

Friedman señala que estas nuevas fuentes ya emplean 10 veces más personas a tiempo completo que las industrias petroleras y de gas natural; y las grandes compañías energéticas tales como Exxon Mobil han emprendido una transición para cambiarse a energías renovables.

“Hay que entender, dice Friedman, que el hecho que se terminó la edad de la piedra no quiso decir que se había acabado la piedra. Simplemente surgió un sustituto más eficiente. Asimismo, la utilización de la energía solar y otras renovables están resultando mas beneficiosas que la que es producida por la energía fósil».

Trump no ve o no quiere ver esta realidad. Y si Estados Unidos no se anota con el cambio energético, muy pronto otras potencias mundiales aprovecharán que muchos países industrializados y emergentes ya están preparándose para reemplazar las fuentes energéticas tradicionales.

¿Qué pasará con Venezuela, que todavía puede decir que tiene las mayores reservas de crudo del mundo? De hecho, tendrá progresivamente siempre menos mercado para su crudo.

Pero afortunadamente la transición al uso de fuentes de energías limpias tomará tiempo; especialmente para los países no industrializados. Y nuestro país podrá seguir vendiendo su petróleo a muchos clientes por unos cuantos años. Ello, si Petróleos de Venezuela se pone las pilas y vuelve a producir.

*Tony Bianchi fue por años corresponsal de Reuters en Venezuela; vive aquí desde los años 60.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es