Donoso: un mono con hojilla - Runrun
Héctor Palma Abr 18, 2020 | Actualizado hace 3 semanas
Donoso: un mono con hojilla

@hectorpalma17

Año 2012 y en medio de la gira de “Si me permiten” con Luis Chataing se venían las elecciones contra Chávez. En aquel entonces se hicieron aquellas primarias de oposición donde Capriles quedó como candidato.

Luis nos propone a Jorgita y a mi hacer un espectáculo teatral que hiciera una parodia del debate de las primarias en donde hasta contáramos con una participación especial de los candidatos originales en pantalla. Decir que NO a esta idea era una estupidez con semejante elenco: Emilio Lovera, Laureano Márquez, Claudio Nazoa, el mismo Chataing, Mariela Celis,  Leonardo Padrón de moderador, yo dirigiría y Jorgita la producción.

El montaje tenía la dinámica de un debate presidencial donde cada uno tenía su participación respecto a preguntas que estaban ya preconcebidas pero que siempre dieron pie a la improvisación. Eso hacía el show muy propenso a que pasara cualquier cosa y que tuviéramos funciones maravillosas y otras no tanto, pero era excitante el vértigo de cada noche.

Laureano y Emilio no pudieron terminar la temporada y llamamos de relevo al Profesor  Briceño y a Carlos Donoso. Todos admirábamos a Carlos por su inmensa trayectoria y su humor incuestionable. Sus compañeros de trabajo habían sido sus “alteregos” así que era lo mismo que trabajar solo, por lo tanto nos fuimos dando cuenta de que la dinámica de improvisación con él en las funciones eran literalmente un “mono con una hojilla”. El mono Kini podía decir cualquier cosa y descalabrar el ritmo o el tempo para el punchline del resto de los comediantes. Era estresante.

Me le acerqué varias veces a Carlos después de una función advirtiéndole que no podía salirse tanto de la estructura y siempre con una gran humildad pedía disculpas, pero era inútil, a la siguiente función “El Mono” volvía a sus andanzas. Insultaba a Leonardo, interrumpía a Chataing, interrumpía a Claudio y Carlos al final se defendía: “no soy yo, es Kini”.

La gota que derramó el vaso y me hizo entender su genialidad ocurrió en una función en Maracaibo; el ritmo iba bien, el público reía a rabiar y el mono Kini empezó a improvisar. Ya todos estaban predispuestos y hasta cabreados, pero el show debía continuar.

Yo miraba desde la cabina de audio que estaba un piso más alto. La gente aplaudió de pie y la función un éxito. Me dispongo a ir al camerino para escuchar los comentarios de todos como siempre y preguntarle cómo les había ido.

Lo siguiente ocurrió textualmente, era la época del BlackBerry y bajando las escaleras al camerino recibo un “pin”. Era Padrón, me escribía con una solemne seriedad ya harto.

“Héctor tenemos que hablar, el mono me agarró el culo en la función”

JajajajajajajajajajajajjajajajajajajajajajajajjajjajajaajajjajajajajajaJajajajajaJajajajajaja

Que el humor te tenga en la gloria siempre Carlos Donoso. 

 

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