El colapso del transporte público en Caracas
El colapso del transporte público en Caracas, por Pedro Méndez Dager

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Toda ciudad que quiera generar empleo, conocimiento y desarrollo debe ser una ciudad dentro de la cual movilizarse sea fácil, económico y rápido. De hecho la productividad de una ciudad está directamente vinculada a la cantidad de viajes que las personas pueden realizar por día. Más viajes, más productividad, creación de riqueza y empleos. Por el contrario Caracas involuciona, desplazarse es cada vez más caro y más lento.

Así, los caraqueños nos hemos ido quedando progresivamente asilados. Esto es especialmente grave en medio de la peor crisis económica y humanitaria que hayamos vivido como nación. Es grave porque nos impide salir a resolver, salir a producir para llevar pan a la casa. Este progresivo aislamiento se debe entre otras razones a  que 80% de la flota de transporte púbico está detenida por falta de repuestos, la pérdida de valor del bolívar hace imposible a los caraqueños pagar el transporte y a los transportistas mantener las unidades.

Después de la bonanza petrolera más grande la historia, el gobierno no invirtió lo que se debía: en el mantenimiento y modernización del metro y mucho menos en su ampliación para la demanda de una mega ciudad como Caracas. Durante estos 18 años tampoco invirtió en vías de calidad, asfaltado, peatonalización, ni en facilidades para medios no motorizados, ni en proyectos tan necesarios como la Circunvalación Sur. La famosa Paracotos-Kempis.  

Movilidad y accesibilidad

En 2017 la CAF publicó un estudio denominado: Crecimiento urbano y acceso a oportunidades, un desafío para América Latina; en este se determina que la movilidad y la accesibilidad, junto al uso del suelo son los pilares fundamentales de para potenciar el desarrollo de las ciudades en América Latina.

La movilidad entendida como la distancia que se puede alcanzar de manera rápida, económica y cómoda y la accesibilidad como la cantidad y calidad de oportunidades y servicios alcanzables por los habitantes de una ciudad. Caracas es una ciudad bastante densa versus el promedio de América Latina, lo que haría, más sencillos los desplazamientos. Aun así, cada vez es más difícil movilizarse a lugares lejanos y cada vez son menos las oportunidades y los servicios a los que podemos acceder. Por lo tanto las ventajas de vivir en la ciudad desaparecen y solo experimentamos todas las desventajas, entre ellas el congestionamiento vehicular potenciado por el subsidio a los combustibles.

Tiempo y recursos

En América Latina un ciudadano común gasta un 14% de su ingreso en transporte. En este momento, en Venezuela para el segmento de la población que gana salario mínimo, este promedio sube hasta cerca del 60% del ingreso y en algunos casos representa la totalidad del ingreso. Algunas empresas se han visto obligadas a cubrir el gasto de transporte para sus trabajadores. Otras oficinas ha empezado a implementar horarios especiales para que las personas puedan ir y venir desde y hacia sus casas, esto unido al tiempo que invierte un trabajador buscando comida y medicamentos significa una caída dramática en la productividad.

En Caracas y sobre todo para quienes viven en las ciudades dormitorio o en parroquias como Caucagüita o Fila de Mariches, ir y regresar del trabajo puede representar hasta 6 horas del día. Esto incluye horas en colas de pie y peregrinajes interminables para conseguir efectivo para pagar el pasaje.

En países cercanos y en realidades muy similares gobiernos locales y nacionales han logrado avances importantísimos en materia de transporte público. Caracas tiene en sus manos la posibilidad de hacer diferencias enormes en las condiciones del transporte con inversiones relativamente modestas. Por ejemplo, podemos empezar por introducir algunos elementos tecnológicos como el pago electrónico del pasaje, la organización de las rutas y unidades mediante la utilización de tecnología, la construcción de más metrocables y la liberación de nuestra economía para mejorar los niveles de ingreso de la gente y sincerar el precio del combustible y del pasaje a niveles que permitan mantener una flota suficiente y en buen estado.

Para el momento en que este artículo sea publicado en Caracas, y según lo anunciado por los gremios de conductores, habrá un paro de transporte. Un paro que pudo ser evitado si el gobierno nacional no hubiese errado el camino hace tantos años. La responsabilidad de este paro es enteramente del gobierno y de nadie más, es su responsabilidad resolverlo. ¿La nuestra? cambiar al gobierno.  

 

            @pedro_mendez_d