Carta abierta al Diputado Electo por Félix Alberto Quintero V
Carta abierta al Diputado Electo por Félix Alberto Quintero V

AsambleaNacional7 (1)

 

Estimado Diputado Electo,

 

Me dirijo a usted, en primer término, para felicitarle por su nuevo trabajo en nuestra Asamblea Nacional (digo nuestra, lógicamente, porque es tanto suya como  mía). Quiero confirmarle que tengo muy buenas impresiones de usted, toda vez que sus credenciales y referencias proyectan a una persona de interesante capacidad y con mucho que aportar. Adicionalmente, estoy muy satisfecho con su labor durante la campaña, por cuanto considero que se esforzó de manera sostenida y que estuvo a la altura del compromiso. Estoy seguro que comprenderá, sin embargo, que su destacada participación en la misma y sus persuasivas consignas también han generado muchas expectativas. En consecuencia, estoy muy interesado en conocer si su desempeño en este nuevo trabajo será consistente con su oferta al momento de aplicar. Eso es importante de recordar: usted aplicó y yo decidí darle el trabajo.

Pronto estaré compartiendo con usted un borrador de su contrato de trabajo para su revisión y firma. Como es de su conocimiento este trabajo tendrá una duración inicial de 5 años. Es decir, se trata de un contrato a tiempo determinado. La renovación de su contrato de trabajo podría ser hasta un máximo de 15 años consecutivos pero estará sujeta a mi entera discreción. ¿Y por qué a mí discreción? Porque usted decidió trabajar como servidor público en un cargo de elección popular. A efectos de tomar dicha decisión, por supuesto, evaluaría con detenimiento si dio cumplimiento a sus obligaciones. Es decir, evaluaré si usted sirve (a los demás, me refiero). Aprovecho de recordarle, por cierto, que estas obligaciones que deberá cumplir en su capacidad de Diputado están previstas en el Artículo 187 de la Constitución Nacional. No entraré en detalle de las mismas pero sí le sugiero que las vaya repasando de manera que para el 5 de enero del año próximo esté debidamente preparado.

Como es de su conocimiento, nuestra Asamblea Nacional recién empezó un proceso de renovación que exigió un importante reajuste del personal. Lo que sucedió, precisamente, fue que al evaluar si los anteriores Diputados habían cumplido con sus obligaciones, encontré muchas deficiencias. Incluso, indentifiqué algunas conductas inaceptables. En otras palabras, muchos no sirvieron (a los demás, me refiero). Pero por favor no se mortifique porque esto no se lo comento ni en tono de advertencia ni de amenaza; se trata simplemente de las normas que regularán nuestra relación. Y, por supuesto, las normas se crean y pactan para cumplirlas. Estoy seguro que ese lamentable caso no le será aplicable por cuanto entiendo que tiene la mejor disposición de contribuir con el desarrollo del país desde su curul.

Quisiera contarle un poco de la visión de Asamblea Nacional que surgió a raíz de la renovación a la que hice referencia. Nuestra Asamblea Nacional tendrá, desde la perspectiva de capital humano, los siguientes tres principios rectores, a saber, la tolerancia, el respeto y la transparencia. Permítame contarle con un poco más de detalle a qué me refiero:

 

  1. Tolerancia: deberá integrarse y trabajar en equipo con otras personas, incluso con aquellas que puedan pensar distinto a usted. Esto no debería sorprenderle, por cuanto la Asamblea Nacional debe marcar la pauta en cuanto al debate civilizado en el país. En tal sentido, tendrá que involucrarse en variopintos grupos de trabajo y comités desde los que podrá aportar y articular ideas con otros Diputados.
  2. Respeto: deberá mantener, en todo momento, un trato cordial con el resto del personal (sean otros Diputados, personal administrativo, de seguridad, limpieza y demás). No se aceptarán actos de violencia, ni verbales ni físicos, y su discurso y tono deberán reflejar una relación profesional con sus colegas. La única arma permitida es la persuasión. De hecho, como parte de la renovación de imagen y a efectos de recuperar la investidura que le corresponde al cargo que va a ocupar, aprovecho de comentarle que se fomentarán atuendos que se correspondan con su cargo. El saco y la corbata, por ejemplo, siempre serán una buena opción. No se preocupe que no se trate de elegancias ni cursilerías, sino de darle importancia, tanto al fondo como a la forma.
  3. Transparencia: deberá manejarse siempre con honestidad y mostrar buena disposición y apertura respecto a todos los medios de comunicación. Como es de su conocimiento, me interesa mantenerme al tanto de las conversaciones que se llevarán a cabo desde el seno de la Asamblea Nacional y para ello los medios son fundamentales. Cuento entonces con su colaboración para recibir información veraz, oportuna y útil a lo largo de las distintas etapas del proceso legislativo. Además, estoy seguro que para convencerme de algunos temas álgidos, los medios de comunicación podrían resultarle importantes aliados. Incluso, en muchas oportunidades tendré el interés de darle mi opinión respecto a algunos temas a través de los medios y parto de la premisa que mi opinión será tomada en consideración.

 

Por favor tome en cuenta que su sexo no le otorgará ni ventajas ni desventajas en su curul. Por el contrario, en nuestra Asamblea Nacional se valoran capacidades y destrezas y se fomentan las buenas ideas. Su edad tampoco será un factor que determine su rol en la Asamblea Nacional y recuerde que si bien estoy interesado en escuchar ideas nuevas y frescas, también acostumbro escuchar la voz de la experiencia. Un balance, al fin de cuentas. Además tengo la certeza de que, tanto a nivel personal como profesional, usted se podrá beneficiar al escuchar y aprender de otros colegas.

Le recalco que tengo muchas expectativas de usted y que estoy muy entusiasmado de que sea parte del equipo de nuestra Asamblea Nacional. Estoy seguro que podrá incorporarse de una manera eficiente y sin contratiempos.

Me despido no sin antes desearle una muy Feliz Navidad y los mejores deseos para el año nuevo. Si me permite, estimado Diputado Electo, y ya esto lo comparto más en calidad de amigo, le aconsejo que descanse mucho en estos días decembrinos porque habrá mucho trabajo en el 2016 y en los años siguientes.

¡Caramba! Le ruego me perdone, recién me doy cuenta que olvidé presentarme al comienzo de esta carta. Yo seré, a partir del 5 de enero de 2016, su supervisor y estaré monitoreando, durante todos estos años, su desempeño, esfuerzo, constancia, rectitud y asistencia. No se mortifique, no será al estilo de “Patriota Cooperante” sino de “Patriota Doliente” porque, como le comenté, la Asamblea Nacional también es mía.

 

Con atentos saludos,
El Ciudadano de a Pie

@FelixQuinteroV