Hasta hace menos de un mes, casi nadie en Venezuela conocía a Edmundo González Urrutia.
La carta bajo la manga que sacó la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) para reemplazar a Corina Yoris en el tarjetón electoral de cara a las elecciones presidenciales del venidero 28 de julio era ajena a la mayoría.
Pero así como Yoris abandonó el anonimato cuando la inhabilitada María Corina Machado la nombró su sustituta, González hizo lo propio luego que la líder de Vente Venezuela y el gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, con el apoyo de la PUD, lo designaran candidato unitario.
Hasta este 23 de abril, último día para hacer las sustituciones en la boleta, el Consejo Nacional Electoral (CNE) presidido por Elvis Amoroso tuvo a los venezolanos en ascuas y en extremis las tarjetas de Un Nuevo Tiempo (UNT) y Movimiento Por Venezuela (MPV) pudieron poner el rostro de Edmundo González en sus espacios, resguardando una candidatura que podría ser bombardeada por una eventual sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) contra la tarjeta de la “manito”.
Precisamente, la edición de La Conversa de la Alianza Rebelde Investiga (ARI) llevó por nombre “El detrás de cámara de la escogencia de Edmundo González como candidato de la oposición” y llegó a tener una audiencia conectada por redes sociales cercana a 20 mil personas.
El espacio moderado por la coordinadora de la ARI, Ronna Rísquez y en donde intervinieron los directores de Runrun.es, Luis Blanco; El Pitazo, Cesar Batiz y Tal Cual, Víctor Amaya, tuvo como invitado al director de la encuestadora Delphos, Félix Seijas, quien indicó que la inscripción de González llegó a buen término gracias a la unidad de los factores opositores democráticos.
“No queda duda que el gran candidato de la oposición es la unidad, aunque falta mucho camino por recorrer, cualquier cosa arranca bien si es producto de un acuerdo unitario”, expresó Seijas.
El director de Delphos dijo que en el caso de una candidatura unitaria para retar al chavismo, el nombre de la persona cobra poca importancia. Aseguró que a un porcentaje de entre 10% a 15% de los electores no les importa el nombre del candidato opositor.
“Edmundo puede ganar una elección sin hacer campaña, la campaña es la unidad. Es la imagen unitaria que representa esa persona, porque la gente entiende que ese es el mejor camino y le da a la oposición la opción real de concretar un cambio”, recalcó.
El analista puso como ejemplo al expresidente interino de Venezuela y hoy en día exiliado, Juan Guaidó después de su proclama en la avenida Francisco de Miranda en 2019: “En 24 horas Guaidó tuvo una aceptación de 60%”.
Importante dar a conocer a Edmundo
Seijas manifestó que la diferencia entre una candidatura de Edmundo González y la de Nicolás Maduro radicará en materia comunicacional.
“Edmundo González es un hombre que nadie conocía hasta ahora, el fenómeno Guaidó ocurrió en las calles, esto es diferente porque no ha tenido mayor contacto con los medios, el trabajo comunicacional que se debe hacer es importante porque vivimos en un ambiente de censura”, recomendó.
Refirió que según estudios realizados por Delphos el voto opositor está entre 45% y 50% del mercado electoral.
“Quien quiera que haya sido el elegido, Edmundo González o Manuel Rosales iba a arrancar con un 25%”.
El encuestador sostuvo que este porcentaje es independiente del apoyo de Machado.
“En un escenario que MCM llamase a la abstención y el candidato participara, igualmente la oposición tiene chance porque el deseo de cambio es más fuerte que cualquier sentimiento que pueda haber por alguien”, ratificó.
Maduro hasta el final
El encuestador descartó que Maduro decline la candidatura presidencial y nombre a un reemplazo.
“Ese escenario es poco probable, porque el chavismo tiene un problema de sucesión. Maduro fue validado por el mismo Hugo Chávez. ¿Quién hace eso ahora?. Es complicado. El chavismo no es un bloque monolítico, tiene más divisiones que la misma oposición, lo que pasa es que son muy exitosos en exhibirse como un bloque”, explicó.
De acuerdo a Seijas, el techo del chavismo es un poco menos de 30%.
“Hay un 14% de chavismo duro y el resto está desactivado. El reto es volver a conectar con esa gente, que no se movió en las pasadas elecciones regionales, en las de la Asamblea Nacional, en el referendo por el Esequibo y en la reciente consulta popular que hicieron para las comunas. El chavismo no solo tiene que arrebatarle votos a la oposición, sino que debe activar su base”.
Pese a esta realidad, Seijas manifestó que la oposición en caso de pasar a ser gobierno no puede darle la espalda a más de un tercio del país:
“Ese 30% sigue allí porque no encuentra una alternativa viable y eso es también culpa de quien tiene que ser esa alternativa”.
A pesar de las amenazas de una posible eliminación de la tarjeta de la Unidad vía TSJ, Seijas considera que esta seguirá con vida.
“No creo que la anulen, esto tiene un costo político. Por supuesto que el gobierno se debate entre varios escenarios, si el que avanza es favorable a la oposición, el chavismo tendrá que decidir. Pueden posponer la elección o suspenderla definitivamente, eso va a depender de cuán acorralados se vean y qué riesgos opten por asumir”, anticipó.
La primaria, génesis de Edmundo
Seijas indicó que el disparador de la unidad que perciben actualmente los venezolanos en torno a la oposición democrática fue la primaria del pasado 22 de octubre.
“Fue una sorpresa porque se hizo sobre las ruinas de una oposición que venía de no participar en el 2018 y de perder la AN en 2020, además de las elecciones regionales. La primaria tuvo a un grupo de académicos en su Comisión y a una candidata que ganó por un margen extraordinario. Después de eso desperdiciar el ámbito electoral sería un suicidio para cualquiera, la gente quiere votar y que los políticos se pongan de acuerdo. La política es ponerse de acuerdo entre quienes opinan diferente”, indicó.
El director de Delphos añadió que obviamente Rosales tenía aspiraciones políticas, pero en este caso privó la necesidad de construir una ruta unitaria: «La aceptación y rechazo que pueda tener Rosales no difiere de otros políticos, hay dos Manuel Rosales, el del estado Zulia y fuera de la entidad. Dentro es una especie de Dios, no existe ningún líder político en estado alguno del país que tenga la aceptación que posee Rosales en el Zulia”.
El analista sostuvo que, pese a que la oposición tiene razones para celebrar, todavía queda un arduo trabajo y el camino está repleto de obstáculos.
“Se sigue transitando por una cuerda floja, la oposición tiene que transmitirle confianza a la gente. A medida que la Unidad apriete las teclas correctas, obliga al gobierno a tomar decisiones que no quiere”, concluyó.
