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Aprendizajes y consecuencias del 8D por Tomas Horacio Hernández

municipales8D

Las elecciones municipales cierran un ciclo intenso en el cual los venezolanos hemos acudido a votar 4 veces en un poco más de un año. Ahora vienen dos años de descanso electoral en dónde se pondrá a prueba la capacidad de gestión del gobierno y dónde veremos de verdad hacia qué dirección nos van a llevar. Sin embargo, vale la pena que hagamos unas conclusiones parciales sobre qué nos dejó estas elecciones y cuáles son sus consecuencias.

Liderazgo de Maduro: El Presidente se caracterizó por tomar muy pocas decisiones este año. Su capacidad de maniobra se vio reducida debido, entre otras cosas, a las presiones internas. La evaluación positiva de su gestión estaba ubicada cerca de 52% a finales de Marzo y  fue bajando gradualmente hasta alcanzar el 40% a finales de Septiembre.  Sin embargo, las “medidas” económicas que tomó, mejor conocidas como las medidas “Daka”, le sirvieron para tomar oxígeno y elevar la evaluación de su gestión a 51% a finales de Noviembre. Esto explica en parte los resultados del 8D. La foto que tomaron del país ese día mostró la mejor cara de Maduro. La pregunta es cuanto le durará esa buena cara.

Lectura de los números: Insólitamente los números definitivos de las elecciones todavía son un misterio. Hay varias alcaldías que todavía están en disputa a una semana de los comicios. De manera muy general hay por ahora 240 alcaldías para el PSUV y 75 para la MUD. El voto fue de 4.6 Millones para el PSUV, 4.3 Millones para la MUD y 1.3 Millones para los independientes (disidencia tanto oficialista como opositora). La pelea está en quien se atribuye esos últimos votos. Mientras más se tiene que explicar algo, menos claro está. Los números demuestran una desmovilización de ambos bandos pero impacta de una manera más fuerte a la oposición. El gobierno pasó por unos meses muy malos y aun así no se pudo capitalizar esa debilidad.

Imparcialidad del CNE: La transparencia del Consejo Nacional Electoral quedó altamente cuestionada después de las elecciones del 14 de Abril. Las denuncias que presentó el Comando Venezuela en su momento estuvieron bien fundamentadas y respaldadas. Para estas elecciones todavía no se han presentados las denuncias formalmente pero la Rectora Tibisay Lucena se encargó, ella solita, de ponerle más leña al fuego. La manera en cómo leyó los resultados, las palabras empleadas y sus “equivocaciones”, no hacen sino colocar la objetividad una vez más en tela de juicio. Prodavinci publicó un artículo esta semana llamado Tibisay Lucena y el framing en la noche del 8-D, por Willy McKey, el cual explica de una manera admirable las técnicas que utilizó Lucena para leer los resultados.

Reordenamiento de fuerzas en la MUD: El funcionamiento interno de la Mesa de Unidad estaba marcado previo a las elecciones del domingo por el liderazgo de los partidos Primero Justica, Acción Democrática y  Un Nuevo Tiempo. Sin embargo, lejos de consolidarse en estas elecciones, hubo nuevos partidos que crecieron notablemente. Tal es el caso de Voluntad Popular que ganó 18 alcaldías de las cuales 16 estaban previamente en manos del PSUV. Esta cuota de poder, que sin duda favorece a Leopoldo López,  va a obligar a que los partidos se sienten más temprano que tarde a “poner orden en la pea”.

Medios de comunicación: la radio, la prensa y la televisión se vio invadida del ventajismo oficialista una vez más. Llamó mucho la atención que el día de los comicios fueron muy pocos los candidatos que tuvieron la suerte de encontrar un espacio en los medios. Las denuncias sobre el proceso sin duda brillaron por su ausencia. La libertad de prensa cada vez más parece un recuerdo de aquella Venezuela mística.

Transformación de la MUD: el norte de la mesa y sus integrantes desde el año 2009 ha sido fundamentalmente electoral. En estos últimos 4 años han logrado avances considerables en este tema y recuperado una buena representatividad en el país. Sin embargo, ahora se abre un nuevo ciclo en el cual la mesa debe replantearse. La mesa debe ofrecer un proyecto, una verdadera alternativa al pueblo venezolano. Se deben fijar metas y trabajar en función a ellas. Para dónde vamos es básicamente la nueva pregunta: ¿referéndum? ¿Constituyente? ¿Protesta? ¿Próximas elecciones presidenciales?

Influencia oficial en el 2014: al principio del gobierno de Maduro el ala pragmática, Merentes y su combo, parecía tomar fuerza y enderezar al gobierno. Sin embargo, los ideológicos recuperaron espacios y de cierta manera sus estrategias consolidaron el triunfo de las elecciones. Esto pone a Maduro en una nueva disyuntiva: ¿Quién influirá a su gobierno el próximo año? ¿Quién marcará la pauta en la economía?

El año se termina con mucha expectativa e incertidumbre. No tenemos los resultados de las elecciones todavía en las manos y ya se habla del aumento de la gasolina y nuevas medidas del gobierno.

Las elecciones una vez más nos demostraron que todavía falta camino por recorrer, pero eso sí, estamos cada vez más cerca de un nuevo comienzo.

@TomasHHR

 

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Las elecciones municipales cierran un ciclo intenso en el cual los venezolanos hemos acudido a votar 4 veces en un poco más de un año. Ahora vienen dos años de descanso electoral en dónde se pondrá a prueba la capacidad de gestión del gobierno y dónde veremos de verdad hacia qué dirección nos van a llevar. Sin embargo, vale la pena que hagamos unas conclusiones parciales sobre qué nos dejó estas elecciones y cuáles son sus consecuencias.

Liderazgo de Maduro: El Presidente se caracterizó por tomar muy pocas decisiones este año. Su capacidad de maniobra se vio reducida debido, entre otras cosas, a las presiones internas. La evaluación positiva de su gestión estaba ubicada cerca de 52% a finales de Marzo y  fue bajando gradualmente hasta alcanzar el 40% a finales de Septiembre.  Sin embargo, las “medidas” económicas que tomó, mejor conocidas como las medidas “Daka”, le sirvieron para tomar oxígeno y elevar la evaluación de su gestión a 51% a finales de Noviembre. Esto explica en parte los resultados del 8D. La foto que tomaron del país ese día mostró la mejor cara de Maduro. La pregunta es cuanto le durará esa buena cara.

Lectura de los números: Insólitamente los números definitivos de las elecciones todavía son un misterio. Hay varias alcaldías que todavía están en disputa a una semana de los comicios. De manera muy general hay por ahora 240 alcaldías para el PSUV y 75 para la MUD. El voto fue de 4.6 Millones para el PSUV, 4.3 Millones para la MUD y 1.3 Millones para los independientes (disidencia tanto oficialista como opositora). La pelea está en quien se atribuye esos últimos votos. Mientras más se tiene que explicar algo, menos claro está. Los números demuestran una desmovilización de ambos bandos pero impacta de una manera más fuerte a la oposición. El gobierno pasó por unos meses muy malos y aun así no se pudo capitalizar esa debilidad.

Imparcialidad del CNE: La transparencia del Consejo Nacional Electoral quedó altamente cuestionada después de las elecciones del 14 de Abril. Las denuncias que presentó el Comando Venezuela en su momento estuvieron bien fundamentadas y respaldadas. Para estas elecciones todavía no se han presentados las denuncias formalmente pero la Rectora Tibisay Lucena se encargó, ella solita, de ponerle más leña al fuego. La manera en cómo leyó los resultados, las palabras empleadas y sus “equivocaciones”, no hacen sino colocar la objetividad una vez más en tela de juicio. Prodavinci publicó un artículo esta semana llamado Tibisay Lucena y el framing en la noche del 8-D, por Willy McKey, el cual explica de una manera admirable las técnicas que utilizó Lucena para leer los resultados.

Reordenamiento de fuerzas en la MUD: El funcionamiento interno de la Mesa de Unidad estaba marcado previo a las elecciones del domingo por el liderazgo de los partidos Primero Justica, Acción Democrática y  Un Nuevo Tiempo. Sin embargo, lejos de consolidarse en estas elecciones, hubo nuevos partidos que crecieron notablemente. Tal es el caso de Voluntad Popular que ganó 18 alcaldías de las cuales 16 estaban previamente en manos del PSUV. Esta cuota de poder, que sin duda favorece a Leopoldo López,  va a obligar a que los partidos se sienten más temprano que tarde a “poner orden en la pea”.

Medios de comunicación: la radio, la prensa y la televisión se vio invadida del ventajismo oficialista una vez más. Llamó mucho la atención que el día de los comicios fueron muy pocos los candidatos que tuvieron la suerte de encontrar un espacio en los medios. Las denuncias sobre el proceso sin duda brillaron por su ausencia. La libertad de prensa cada vez más parece un recuerdo de aquella Venezuela mística.

Transformación de la MUD: el norte de la mesa y sus integrantes desde el año 2009 ha sido fundamentalmente electoral. En estos últimos 4 años han logrado avances considerables en este tema y recuperado una buena representatividad en el país. Sin embargo, ahora se abre un nuevo ciclo en el cual la mesa debe replantearse. La mesa debe ofrecer un proyecto, una verdadera alternativa al pueblo venezolano. Se deben fijar metas y trabajar en función a ellas. Para dónde vamos es básicamente la nueva pregunta: ¿referéndum? ¿Constituyente? ¿Protesta? ¿Próximas elecciones presidenciales?

Influencia oficial en el 2014: al principio del gobierno de Maduro el ala pragmática, Merentes y su combo, parecía tomar fuerza y enderezar al gobierno. Sin embargo, los ideológicos recuperaron espacios y de cierta manera sus estrategias consolidaron el triunfo de las elecciones. Esto pone a Maduro en una nueva disyuntiva: ¿Quién influirá a su gobierno el próximo año? ¿Quién marcará la pauta en la economía?

El año se termina con mucha expectativa e incertidumbre. No tenemos los resultados de las elecciones todavía en las manos y ya se habla del aumento de la gasolina y nuevas medidas del gobierno.

Las elecciones una vez más nos demostraron que todavía falta camino por recorrer, pero eso sí, estamos cada vez más cerca de un nuevo comienzo.

@TomasHHR

 

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