Tras la furia y los destrozos, Córdoba intenta de a poco volver a la normalidad
Los comercios volvieron a abrir y retornaron las clases en las escuelas públicas; convocan a una marcha para mañana
Luego de los saqueos y el acuartelamiento de los policías en Córdoba, que terminó con un muerto y más de cien heridos, hoy la provincia comenzó a retomar la calma. Todavía sorprendidos por el caos que puso en vilo a la ciudad, algunos comerciantes han vuelto a abrir sus locales, retornaron las clases en las escuelas públicas y los colectivos volvieron a circular con normalidad.
El barrio de la ciudad que más movimiento muestra es Nueva Córdoba, zona ubicada en el centro sur del ejido urbano donde viven muchos estudiantes y abundan bares, pubs y librerías, entre otros comercios.
Allí, donde se desplegaron la mayor cantidad de barricadas, ayer algunos supermercados ya habían abierto con sus persianas hasta la mitad.
La polícia también patrulla las calles. En una recorrida que realizó Télam se pudo observar un importante despliegue de la fuerza realizando diversos operativos en varios puntos de la ciudad.
Por su parte, vecinos y organizaciones están convocando a una marcha para mañana, para exigirle cambios al gobierno provincial. La cita será a las 6 de la tarde, en Colón y Cañada, y tendrá el lema “De La Sota nunca más”.
Cómo empezaron los problemas
El acuartelamiento en la sede del Comando de Acción Preventiva (CAP) en barrio Cerveceros, en el sur de la ciudad, se inició el martes por la mañana y por la tarde comenzaron los desmanes particularmente con saqueos y destrozos en locales comerciales, que continuaron por la noche y hasta avanzada la mañana de ayer y que causaron la muerte de dos personas y cerca de un centenar de heridos.
La violencia se instaló en numerosos barrios de la capital cordobesa resultando con daños más de un millar de locales, especialmente supermercados, según estimaciones oficiales.
Ayer, la ciudad amaneció paralizada, sin actividad en organismos públicos, escuelas y bancos y sin transporte, con comercios cerrados y hospitales que sólo atendían emergencias.
La situación comenzó a normalizarse pasado el mediodía después que el gobernador José Manuel de la Sota y el representante de los policías, Miguel Ortiz Pellegrini, firmaron un acuerdo de aumento salarial.
Fuente: La Nación