¡Venecuba! por Mercedes Montero
Primero fue la llamada Asamblea Constituyente con la que el difunto cambió la Constitución de 1961, por ese librito azul al que apodó “La bicha”, a la que se dedicó a violar como mejor le pareció. De ahí en adelante fue apretando la marcha y alargando su permanencia en el poder a través de todo tipo de subterfugios, entre los cuales estuvo la pantomima de contienda electoral entre él mismo y Arias Cárdenas, quien fingió un distanciamiento de su compañero de golpismo del 4/2/1992. Entre una y otra cosa logró sumar 2 años de regalo para su mandato. Aquellos que denunciaron la intervención del Foro de Sao Paulo en la política revolucionaria fueron descalificados, llamados traidores a la patria y amigos del odiado Imperio, único cliente que le paga de contado el petróleo a PDVSA.
La embriaguez con el discurso vulgar del nuevo mandatario dejaba pasar el abuso comunicacional de las largas cadenas y la siembra de odio con la que dividió a los venezolanos en “patriotas y oligarcas” , la cual se fue profundizando en la misma medida que se comenzaba a borrar todo el simbolismo que identificaba al país y su nación. Así terminamos con una bandera .con 8 estrellas en vez de 7, un escudo con el caballo mirando hacia adelante y el nombre de República Bolivariana de Venezuela. Todavía no ha sido cambiado el Himno nacional “Gloria al Bravo Pueblo”, pero ya se está llevando a cabo la borrada de la imagen del ario Bolívar por una imagen deformada de su rostro con la que se pretende sustituir la verdadera historia y figura del Libertador. En ese entonces se dijo que los cambios eran un simple “trapo rojo”.
Lo cierto es que ahora ondea la bandera cubana en las instalaciones de PDVSA, y hasta en los cuarteles, en los escritorios de oficinas públicas muchas veces aparece nuestra tricolor hasta 10 veces más pequeña que la bandera de la isla.
Se cambiaron y crearon nuevos ministerios que al igual que en Cuba llevan unos nombres estrafalarios, eso sí, todos tienen el agregado Poder Popular y aquí surge una nueva contradicción, la revolución parece confundir “popularidad” con ignorancia e incapacidad para administrar, no así para robar a la nación, tenemos que recordar que el término “boliburguesía”, (enriquecimiento) al igual que en la Cuba de los Castro se debe al saqueo de las arcas nacionales y al destrozo de la propiedad privada llevado a cabo por personeros del gobierno y sus aliados contra la nación venezolana. La mala fama de la administración “bolivariana”, ha sido publicada en todos los medios internacionales y también lo estaba en los medios venezolanos mientras hubo libertad de expresión en el país, ya que ahora este derecho pasó a ser otra víctima fatal del régimen.
Pero acontece que la independencia de los poderes del Estado también sucumbió ante el mandato castrista. El Poder Judicial tiene un hermano gemelo al que llaman Poder Moral, pero resulta que ninguno de los dos hace justicia , ni respeta los derechos humanos.Lo que sucede en las cárceles, en los tribunales, en los organismos que no dan respuesta, con el sistema de salud que promueve la insalubridad, el cambio progresivo de educación por adoctrinamiento, el destrozo de la infraestructura, la creación de milicias populares para la represión, el desabastecimiento, la escasez, la devaluación, la inflación, y la marcada de números en los brazos de quienes requieren comprar un artículo de primera necesidad que está desparecido, ha hecho de Venezuela un infierno igual a la isla cárcel.
Las semejanzas se agudizan cuando hemos visto y oído a Maduro dar la orden de saqueo y a la gente que transformada en hordas espera a la puerta de los comercios para ejecutar la orden que viene desde “arriba”, sin darse cuenta que con cada robo incrementa la pobreza, disminuye su moral, talla su desgracia y la de Venezuela, ya que lo próximo que le pedirán es que saquee la casa de su vecino, que los golpee y los llame gusanos al igual que sucede en la Cuba de los Castro.
Caballero, pronto Venezuela será llamada ¡VENECUBA!