Las cuatro íes por Alberto Quirós Corradi

Maduro al referirse a Cadivi, mencionó que le aplicaría las tres íes que supuestamente arreglarían el inmoral problema de corrupción que se ha desatado, y continua desatándose, estimulado por el control cambiario que bajo cualquier configuración para su administración termina en malversación.
Lo mismo para el control de precios. Mientras exista una abismal diferencia entre el dólar controlado y el innombrable y otro entre el precio subsidiado de los alimentos y de la gasolina y el precio real habrá corrupción, contrabando, especulación y escasez. Si después de 15 años este régimen no ha entendido que el sistema que ellos llaman “socialista” no funciona, entonces la primera i que hay que aplicar para definirlo es la de: Ineptitud. No puede ser que el presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional alegue que el control de cambio se instaló para evitar la fuga de divisas ¿Tiene alguna idea el señor Sanguino cuántos capitales nuevos, jamás visto en nuestra historia económica, están depositados en el exterior, en cuentas protegidas, no propiamente de los empresarios tradicionales, aunque alguno habrá, sino de una nueva casta proveniente del régimen, que maneja a su antojo fondos financieros y bancos del Estado y privados? ¿O no sabe cuántas veces se saqueó al Banco Industrial, a fondos como Fonden, a las empresas de Guayana, a las empresas agrícolas, a Pdvsa, al fondo de pensiones de los trabajadores petroleros, a las partidas destinadas a la solución del problema del suministro eléctrico, a las partidas asignadas a la construcción de hospitales, al ferrocarril Caracas-Guarenas-Guatire, al Metro de Valencia y de Maracaibo, a los sobreprecios obscenos en prácticamente todo lo que adquiere el régimen, al desagüe de dólares que significa la relación con Cuba, con China y con Rusia. Todo esto y mucho más lo saben los ciudadanos que no están adormecidos por una retórica atrasada, que ofrece y ofrece y jamás cumple.
Como la mayoría roba en las altas esferas del gobierno la segunda i tiene que ser: Inmoralidad. Se habla y se condena la corrupción pero los altos jerarcas se pasan los días mirándose el ombligo y permiten el saqueo de los bienes nacionales como contrapartida a que los dejen mal gobernar. Por eso la tercera i es Impunidad. Hasta cuando ciudadanos que llevaban antes una vida modesta exhiben sin pudor sus nuevas adquisiciones mal habidas representadas por símbolos del nuevo estatus como lujosos apartamentos, dentro y fuera del país, aviones, yates, acciones en múltiples empresas y todo a través de otra clase que también se ha enriquecido, los testaferros.
Cuando esta pesadilla termine los conoceremos a todos, porque el testaferro nunca estará dispuesto a pagar las culpas del verdadero dueño y cantará nombres con más voluntad y volumen que el pajarito conversador de Maduro.
Quizás el peor pecado de este régimen sea el odio con el cual describen y tratan a quienes no comulgan con su ideología. Los insultos, las descalificaciones, los castigos carcelarios a inocentes, los abusos contra la Constitución, el narcisismo del poder y la rabia que se le sale de la boca al momento de abrirla. Por eso la cuarta i es la Ira.
Ineptitud, inmoralidad, impunidad e ira. Cuatro íes para definir al régimen actual.
PD: Si Maduro necesita más íes para describir al gobierno, en su próximo discurso, le sugiero: Inclemente. Ilógico. Iluso. Insoportable. Imitador. Insensato. Inútil. Importador.
Ingobernable y, sobretodo, inviable.
Publicado en: El Nacional