Vamos a exhibir la Venezuela decente por María Elena Arcia Paschen @malarcia
Ante tanta barbarie, destrucción y oscurantismo nos produce mucha alegría conocer de cerca proyectos e iniciativas que nos confirman que nuestro futuro será sin duda mucho mejor que el presente.
Uno de estos proyectos es el programa de formación de jóvenes en liderazgo denominado LIDERA cuyo objetivo es brindar herramientas a muchachos provenientes de distintos orígenes y localidades de la geografía nacional y con probados intereses en lo social, cultural, político, empresarial y estudiantil a través de la formación y creación de espacios de debate y participación haciendo énfasis en los valores de tolerancia, honestidad, solidaridad y libertad.
Se trata de una iniciativa desarrollada por la Fundación Futuro Presente y apoyada académicamente por el Instituto de Estudios Superiores en Administración (IESA), la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y la Universidad Metropolitana (UNIMET) que hasta la fecha cuenta con una red de más de 800 nuevos líderes provenientes de distintos sectores sociales, con distintas perspectivas ideológicas y cuyo punto de encuentro es su deseo a formar parte de una mejor Venezuela.
En momentos como los actuales cuando la adversidad y la incertidumbre impregnan nuestra vida cotidiana y nos inducen a pensar que estamos en un presente sin fin, proyectos como éste nos permiten sentir una brisa de frescura que nos anima a continuar hacia adelante y no abandonar. Señalaba en días pasados Carolina Jaimes Branger en su artículo “La Venezuela que me ata”, el efecto que producía en ella y en muchos otros la existencia del Sistema de Orquestas. Coincido en que son proyectos como estos los que nos llenan de alegría y esperanza, por un parte, y por otra, nos generan la responsabilidad ineludible de dárselos a conocer a ese maltratado país ávido de buenas noticias, proyectos e iniciativas que nos reencuentren con la Venezuela decente, trabajadora y exitosa.
Estos proyectos tienen mucho en común: son formadores de jóvenes, de distintos orígenes, que quieren rescatar los valores del esfuerzo, la mística, la disciplina, el sacrificio (muchos vienen largas horas en autobús desde lugares remotos a recibir la formación semanal), destacando en sus participantes la enorme dedicación y entusiasmo, y lo más importante, el compromiso de contribuir a mejorar sus sectores de influencia y por ende al país.
Insisto en que hay una Venezuela de progreso que se está gestando y que debemos apoyar para contribuir en la ruta hacia el fortalecimiento de la democracia y la construcción de un país distinto.
Pregunto con algo de ingenuidad y también quizás de romanticismo, ¿qué pasaría si todos los generadores de opinión se incorporaran en una ¨cruzada” para exhibir públicamente las iniciativas y proyectos que existen hoy en día y que tienen como objetivo contribuir al diseño del país que queremos la gran mayoría? Me atrevería a responder que nuestra capacidad para impulsar programas similares sería infinita y las esperanzas se multiplicarían dejando de lado el pesimismo para dar paso a una participación activa y de efectivos resultados.
Estamos cansados de críticas, confrontación, desánimo por lo que colaboremos con nuestros lectores y con nosotros mismos a hacernos más amable el tránsito hacia el país del futuro, mostrando las iniciativas positivas y alentadoras, que son más de las que imaginamos y requieren de apoyo para poder continuar mostrando resultados.