La “crisis mundial” excusa para justificar a destructores y corruptos por Damián Prat C.
¿Puede ser “patriota” un gobierno y una clase política dirigente que arruina sistemáticamente la producción nacional agraria y también la industrial para terminar sustituyendo todo por importaciones pagadas con los petrodólares (mismos que, entonces, dejan de usarse para hacer crecer al país o brindar mejor calidad de vida en seguridad, educación, salud, etc.) y con una brutal deuda externa que cada día crece más, hipotecando a la Venezuela actual y al futuro de las nuevas generaciones?
Guayana es, quizás, la muestra más clara de la labor de “los destructores”. Lo hemos demostrado una y otra vez. Sidor producía 4.3 millones de toneladas de acero y ahora no llega a 1.8. En 2012 se importaron más de 500 mil toneladas de productos terminados de acero que antes se fabricaban aquí. Eso es dependencia. Ferrominera producía 23 millones de toneladas de mineral y ahora, a duras penas, llega a 14 y eso habiendo privatizado el 70% de su labor de extracción. La industria venezolana transformaba el 64% del mineral de hierro dentro del país dando valor agregado a esa materia prima. Ahora, no solo se produce menos cantidad sino que de esa menguada producción, apenas se transforma dentro del país 34%. Un descomunal retroceso anti patria. ¿O no? Entre Venalum y Alcasa producían 630 mil tons/año de aluminio. La mitad se transformaba dentro del país. Ahora, entre ambas, apenas llegan a producir 190 mil. Y las transformadoras nacionales están cerradas o “en la lona”. Alcasa ahora importa aluminio y lo revende con especulación cambiaria. ¡Qué vergüenza! ¿Eso es “tener patria”? Bauxilum producía casi 6 millones de tons/año de bauxita y ahora apenas alcanza a 1.8, por lo cual lleva 5 años importando ese mineral. ¡Qué bochorno! Ya no producimos (Tavsa) las 70 mil tons/año de tubos para la industria petrolera sino que se importan de transnacionales de China y México. Tampoco producimos los refractarios para los hornos industriales sino que se importan de Brasil. En fin, este es un apretado e incompleto resumen. Hay mas. Esto es lo contrario de una “revolución”. Es una robo-lución. El entreguismo de la soberanía.
En el discurso “pre-fabricado” del militante chavista que es de izquierda (la gran mayoría de los jerarcas del gobierno hace rato son de derecha y de extrema derecha aunque hagan “bla bla” de socialismo) nada de esto podría estar ocurriendo en “su” revolución. Saben que eso -igual que los contratos neocoloniales con transnacionales de China o la dependencia de EEUU, que hoy es peor que nunca- son prueba de que todo lo que apoyan es una farsa. Algunos lo saben y buscan excusas para olvidar su pena. Que si “los infiltrados”, etc. Otros han sido “entrenados” en disponer de excusas y “explicaciones”. En eso juega rol importante la máquina de propaganda goebbeliana que es el canal 8. Hay los “ingenuos” que no saben que todo esto ocurre porque solo ven VTV y Telesur (viven en DisneyRevolution) y cuando por casualidad les llega otra información, tienen la mente programada para repelerla sin analizarla “porque es un plan desestabilizador de la derecha”.
Entre tantas “excusas prefabricadas” está la de “la crisis mundial del capitalismo” que es la que habría afectado a nuestras empresas estatales “porque no podemos escapar de la realidad de la economía mundial”. Por eso en el canal 8 insisten tanto en mostrar imágenes de protestas por la “crisis mundial” en Portugal, Grecia o España, pero eso sí, evitando profundizar en la información. Solo información superficial y “análisis” (je je) con explicaciones prefabricadas. Un aderezo complementario es: “en el capitalismo despiden a millones de trabajadores, aquí nuestro gobierno humanista y socialista no despide a nadie”.
La realidad es que la industria del hierro, del acero, del aluminio, de los metales, del oro, en todo el planeta nunca tuvo “crisis”, como a ellos les han vendido. Nunca dejaron de hacerse inversiones y crecer (hay un capítulo en mi libro “Guayana: El milagro al revés” donde muestro abundantes pruebas). Apenas un bajón de precios durante dos trimestres de 2009 que ni siquiera llegó a los niveles de los precios de la década de los 90. Parecido a lo del petróleo. Cierto, ya no está en 140 dólares el barril pero a 100 es un precio excelente. Nada que ver con los 10, 12 o 15 dólares/barril de los años 90 e inicios de los 2 mil. Así es con el aluminio, por ejemplo. Ya no está en 2.800 UsD la tonelada, pero entre diciembre de 2009 y febrero de 2013, en plena “crisis mundial” nunca bajó de 2 mil dólares/ton. Casi siempre entre 2.200-2.300. En los 90 nunca subió de 1.500 y casi todos los trimestres estuvieron en 1.100-1.200. ¡Aquello si era crisis recesiva! Pero aquella Venalum nunca dejó de producir sus 430 mil tons/año. Nunca dejó de firmar contratos colectivos. Nunca dejó de pagar a sus proveedores. Nunca abandonó el mantenimiento. La destrucción de hoy, reducida al 30% de su capacidad, jamás le había ocurrido. “Logros” de la robo-lución. Son “los destructores de Guayana”.
Cuando les muestro un “histórico” de precios del aluminio se desconciertan. No entienden. Algunos se “defienden” insultando. Cosas del fanatismo. Prefieren defender a los corruptos por intereses político-partidistas que defender sus propios intereses como pueblo. No saben qué hacer. Es duro descubrir que “la revolución” te ha estado engañando. Que la ruina de las industrias del acero y el aluminio en Venezuela es única, obra y hechura de la robo-lución roja rojita. Pasa con el precio mundial del hierro. A 100 dólares la tonelada, no hay forma de decir que FMO está arruinada por “la crisis mundial”. En todos los 90 vendía a 10 o 15 dólares. Y se mantenía estable. Y no violentaba los derechos laborales como los atropellos de hoy.
Los vicios y corruptelas de aquellos años -que los había- hoy lucen como “cosas de niños de pecho” delante de la gigantesca corrupción y el desastre rojo-rojito. En lugar de corregir vicios y proponerse nuevas metas para superar carencias, la “revolución” nos hizo retroceder. Nunca tuvimos menos soberanía que hoy salvo en el “discurso”. En el “bla bla revolucionario” si somos campeones. En todo lo demás vamos “detrás de la ambulancia” como decían los hípicos. En 14 años no hay NI UNA SOLA nueva empresa o industria transformadora de hierro, acero o aluminio. Cero progreso. Se hace justo lo contrario de lo que se pregona. Las excusas como la de la “crisis mundial” son el recurso de los destructores y de los corruptos para “justificarse” y poner a miles de militantes a defenderlos. Para ellos seguir engordando riquezas mal habidas, tener el poder y seguir en los “negocios”.
Ningún almuerzo es gratis. Alguien lo paga. “No hay despidos porque el gobierno es humanista y socialista, obrerista”. Si, Luís. Parte del grave déficit causado por la ruina creada por el gobierno se ha pagado “metiendo la mano el bolsillo del trabajador. Al congelar por 4, 5, 6 y hasta 10 o 12 años los contratos colectivos, se financia parte del desastre. El dinero para nuevos proyectos industriales, es decir, para crear nuevos empleos productivos, se va en el desaguadero de la corrupción o en “no despedir” que es, entonces, un truco de ilusionista. Ellos, los jerarcas rojos destrozan las empresas, las quiebran, pero “hay que agradecerles su socialismo porque no despiden”. Síndrome de Estocolmo. Como dice un tweet de Chúo Torrealba con mucho acierto: “Nos hipotecan con las transnacionales de China, son los cubanos los que dirigen la política y el sujeto que entregó el Esequibo tiene los “riñones” de decirle “apátrida” al que lo adversa”.
depece54@gmail.com