El noticiero de “la verdad” por J. William Pearl
El noticiero de la verdad se llamará lo que los venezolanos verán mínimo dos veces por día por la televisión nacional en todos los canales, una vez por la mañana y otra por la noche.
Al anunciar la decisión de iniciar este informativo, el presidente Nicolás Maduro argumentó que no todos los noticieros transmiten adecuadamente los logros de la revolución. Desde la muerte de Chávez, Maduro ha interrumpido 106 veces la programación en cadenas nacionales para introducir pronunciamientos del gobierno.
Los venezolanos tienen opiniones divididas sobre el gobierno y hay versiones que indican que las últimas encuestas no gubernamentales muestran que la preferencia por Capriles continúa subiendo mientras que la Maduro continua bajando.
En un país dividio políticamente, donde el presidente ni siquiera tiene el margen de maniobra o ascendencia suficiente sobre sus propios seguidores, con las finanzas mostrando las consecuencias de la destructiva política económica de la era Chavista, la cual infortunadamente ha mermado la capacidad productiva en todos los sectores y una ciudadanía cada vez menos paciente y mas expresiva, el presidente Maduro, siguiendo la concepción estatal Leninista, tiene dos caminos.
El primer camino sería empreder reformas de fondo para lograr un equilibrio entre la política social y la generación de riqueza derivada de los incentivos del mercado.
Ese camino es imposible para Maduro por varias razones.
En primer lugar, su visión es diferente. Es centralista, estatista y va en contra de la iniciativa y el capital privados.
En segundo lugar, estaría traicionando el legado de Chávez, lo cual lo dejaría sin el poco piso político que tiene.
El segundo camino es el escogido, hacer mas de lo mismo, es decir, aguantar y simultáneamente atacar a sus contradictores con todas las herramientas jurídicas económicas mediáticas y políticas, legítimas e ilegítmas, como lo han hecho hasta ahora. Ello implica entre otras cosas y en la medida en que crece el descontento, aumentar la represión aprovechando la mezcla y concentración de las tres ramas del poder y manipulando los medios de comunicación.
Por eso, esta nueva medida no es sorprendente, ni será la última en el proceso de aprovechar y abusar de los medios y de la libertad de prensa para mantenerse en el poder. Hace poco, Globovisión, recibió una multa grande y por la presión tuvo que salir a vender su señal. Quedó en manos de seguidores del Chavismo.
Ante el fracaso del modelo Chavista y la incapacidad de Maduro de darle un vuelco al país, represión y abuso de los medios de comunicación.
Si Maduro piensa que los problemas de Venezuela se arreglan con dos horas diarias de televisión manipulada, las cosas en Venezuela son mas graves de lo que parecen.
Fuente: El Espectador (Colombia)