Aportes para la reconciliación por María Elena Arcia Paschen
Hace algunos meses leí una frase del filósofo y ensayista español Ortega y Gasset que me ha quedado dando innumerables vueltas y que en este momento de grandes incertidumbres sobre el futuro de la Patria, permite hacer reflexiones para intentar comprender los hechos vividos y aportar elementos que colaboren en la búsqueda de soluciones.
Citaba el autor ….”No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciares de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad”
Cuando nos alejamos, temporalmente, del análisis de asuntos complejos, surgen inesperadamente pensamientos, ideas que nos orientan en la tarea de hacer propuestas que colaboren en la solución de los mismos.
La trillada frase de “ponerse en los zapatos del otro” resulta en estos momentos muy apropiada y necesaria para dar inicio a cualquier posibilidad, quizás más remota que lo que realmente quisiéramos, de solución del conflicto que aqueja a la sociedad venezolana y que ha generado tantas fracturas impidiendo el desarrollo social y económico merecido.
Escucharse ambas partes, con el ánimo de entender la posición del otro, con respeto, sin ofensas, buscando elementos comunes, es fundamental y pasa por llevar a cabo una labor de convencer a los distintos actores de lo importante de avanzar en este objetivo.
Menciono una iniciativa que, con el afán de contribuir a la solución del conflicto Palestino Israelí, se lleva a cabo a través de la música y que recientemente tuve la oportunidad de conocer llamada West Eastern Divan Orchestra, nombre inspirado en obras de Goethe, que reúne a músicos Palestinos, Israelíes y de países Arabes. Este proyecto fue concebido en 1999 por el conocido Director de Orquestas de origen Argentino-Israelí Daniel Barenboim y el académico Palestino Edward Said quienes consideraron esta propuesta una oportunidad para luchar contra la ignorancia que supone las formas primitivas de resolución de conflictos: imposición por la fuerza y con uso de violencia de las creencias e ideas de un grupo sobre el otro, negándose a escucharse.
Valdría la pena evaluar la implementación de iniciativas similares en nuestro país, el talento sobra y la voluntad también por lo que creo sólo esperan líderes visionarios que las impulsen.
Demostremos la voluntad genuina de buscar soluciones y participemos en la tarea de impulsar ideas alineadas con el logro del objetivo ulterior: reencontrar el camino del diálogo, la paz y la tolerancia en la búsqueda de un nuevo orden político, social y económico sobre la base del reconocimiento de nuestras nuevas realidades!