TelegramWhatsAppFacebookX

Venezuela: país de turismo extremo por Tomas Horacio Hernández

 caricaturaRayma_ElUniversal22julio

El ministro para el Turismo, Andrés Izarra, lanzó una campaña esta semana para impulsar el potencial turístico de nuestro país llamada: “Venezuela, el destino más chévere”. En su discurso el ministro habló de desarrollar nuevas rutas turísticas, de visitar los llanos, de hacer más eficiente y competitivas las instalaciones turísticas operadas por la red de hoteles del Estado y hasta de nuevos vuelos de Conviasa.

En vista de que estamos en una etapa de propuestas, yo quisiera compartir una idea con el Ministro para ver si así fomentamos el turismo extremo en el país. De repente, si tengo suerte, este paquete que estoy proponiendo termina siendo el más atractivo.

Veamos, si vinieran por ejemplo unos gringos o unos franceses de visita, yo los llevaría sin duda alguna a las playas de Morrocoy pero saliendo desde Caracas en carro, para que así conozcan de verdad a Venezuela. Veamos cómo seria el plan.

Dado que son invitados a mis amigos gringos los buscaría personalmente en el aeropuerto. Como es costumbre, nos tardaríamos 1 hora aproximadamente en llegar a Caracas porque siempre hay tráfico. En esa espera, cruzaría los dedos para que a mis invitados no les den ganas de fumar o ir al baño. La primera implicaría atraer a amigos motorizados que por lo general son muy amables y la segunda implicaría tener que desviarme a las bellas e higiénicas estaciones de servicios lo cual me harían perder mucho tiempo.

Una vez en Caracas los llevaría a caminar por el casco histórico de noche para evitar el ajetreo del día. Cuando me pregunten por la oscuridad y soledad de las calles les diré la verdad: somos un país muy romántico y por eso solicitamos al gobierno mantener un ambiente sensual en nuestras calles. Si quieren rumbear llevaré a mis invitados a cualquier local de salsa caraqueña para que sientan el sabor latino, me dicen que en el 23 de Enero y en Fila de Mariches hay unos muy buenos, ahí mis invitados gozarán un montón.

Luego de nuestra corta visita en Caracas, seguiríamos en el carro camino a Morrocoy. Cuando me pregunten sobre el tiempo estimado de viaje les diré: es una sorpresa. No me gusta ser tan predecible y por eso quiero mantener a mis invitados a la expectativa. Nuestra velocidad crucero será de 20 kilómetros por hora, pero no por un tema de tráfico y los choques, sino más bien para que aprecien la vegetación de nuestro país.

Al llegar a Morrocoy, nos instalaremos en cualquier posada y esperaremos que se vaya la luz como ocurre normalmente. Esto seguramente le llamará la atención a mis invitados pero los turistas deben entender que somos un país muy ecológico con un gran respeto al medio ambiente. En la mañana siguiente los llevaré a hacer compras en un mercado local para que se lleven un recuerdo de las playas venezolanas. Con mucha pena les diré que la poca comida en los anaqueles se debe a en realidad queremos ser como la ciudad de San Francisco en Estados Unidos la cual fomenta enormemente el mercado local. No hemos llegado a ese punto pero estamos en camino pero lo cierto es que no hay nada como la comida venezolana; es sabrosa y chévere, como dice Izarra.

Cuando finalmente lleguemos a la playa y mis invitados vean el agua cristalina y la arena blanca estoy seguro que se enamoraran de por vida de nuestro país y les sobrarán las ganas de repetir la visita.

Como ven, esta propuesta de turismo extremo suena muy interesante y hasta chévere, tal como dice nuestro ilustre ministro. Con esto la infraestructura y el potencial que actualmente tiene Venezuela, en el 2014 seremos sin duda una gran potencia turística, ¿verdad Izarra?

 

@TomasHHR 

TelegramWhatsAppFacebookX

 caricaturaRayma_ElUniversal22julio

El ministro para el Turismo, Andrés Izarra, lanzó una campaña esta semana para impulsar el potencial turístico de nuestro país llamada: “Venezuela, el destino más chévere”. En su discurso el ministro habló de desarrollar nuevas rutas turísticas, de visitar los llanos, de hacer más eficiente y competitivas las instalaciones turísticas operadas por la red de hoteles del Estado y hasta de nuevos vuelos de Conviasa.

En vista de que estamos en una etapa de propuestas, yo quisiera compartir una idea con el Ministro para ver si así fomentamos el turismo extremo en el país. De repente, si tengo suerte, este paquete que estoy proponiendo termina siendo el más atractivo.

Veamos, si vinieran por ejemplo unos gringos o unos franceses de visita, yo los llevaría sin duda alguna a las playas de Morrocoy pero saliendo desde Caracas en carro, para que así conozcan de verdad a Venezuela. Veamos cómo seria el plan.

Dado que son invitados a mis amigos gringos los buscaría personalmente en el aeropuerto. Como es costumbre, nos tardaríamos 1 hora aproximadamente en llegar a Caracas porque siempre hay tráfico. En esa espera, cruzaría los dedos para que a mis invitados no les den ganas de fumar o ir al baño. La primera implicaría atraer a amigos motorizados que por lo general son muy amables y la segunda implicaría tener que desviarme a las bellas e higiénicas estaciones de servicios lo cual me harían perder mucho tiempo.

Una vez en Caracas los llevaría a caminar por el casco histórico de noche para evitar el ajetreo del día. Cuando me pregunten por la oscuridad y soledad de las calles les diré la verdad: somos un país muy romántico y por eso solicitamos al gobierno mantener un ambiente sensual en nuestras calles. Si quieren rumbear llevaré a mis invitados a cualquier local de salsa caraqueña para que sientan el sabor latino, me dicen que en el 23 de Enero y en Fila de Mariches hay unos muy buenos, ahí mis invitados gozarán un montón.

Luego de nuestra corta visita en Caracas, seguiríamos en el carro camino a Morrocoy. Cuando me pregunten sobre el tiempo estimado de viaje les diré: es una sorpresa. No me gusta ser tan predecible y por eso quiero mantener a mis invitados a la expectativa. Nuestra velocidad crucero será de 20 kilómetros por hora, pero no por un tema de tráfico y los choques, sino más bien para que aprecien la vegetación de nuestro país.

Al llegar a Morrocoy, nos instalaremos en cualquier posada y esperaremos que se vaya la luz como ocurre normalmente. Esto seguramente le llamará la atención a mis invitados pero los turistas deben entender que somos un país muy ecológico con un gran respeto al medio ambiente. En la mañana siguiente los llevaré a hacer compras en un mercado local para que se lleven un recuerdo de las playas venezolanas. Con mucha pena les diré que la poca comida en los anaqueles se debe a en realidad queremos ser como la ciudad de San Francisco en Estados Unidos la cual fomenta enormemente el mercado local. No hemos llegado a ese punto pero estamos en camino pero lo cierto es que no hay nada como la comida venezolana; es sabrosa y chévere, como dice Izarra.

Cuando finalmente lleguemos a la playa y mis invitados vean el agua cristalina y la arena blanca estoy seguro que se enamoraran de por vida de nuestro país y les sobrarán las ganas de repetir la visita.

Como ven, esta propuesta de turismo extremo suena muy interesante y hasta chévere, tal como dice nuestro ilustre ministro. Con esto la infraestructura y el potencial que actualmente tiene Venezuela, en el 2014 seremos sin duda una gran potencia turística, ¿verdad Izarra?

 

@TomasHHR 

Todavia hay más
Una base de datos de mujeres y personas no binarias con la que buscamos reolver el problema: la falta de diversidad de género en la vocería y fuentes autorizadas en los contenidos periodísticos.