El límite del emprendedor por Luis Miguel Colmenares
Uno de los retos más importantes que se presenta en la vida del emprendedor es reconocer sus propios límites. Como hemos descrito anteriormente la mayoría de personas que deciden emprender lo hacen por necesidad, obligándose a tomar ese camino para poder crecer y cambiar su realidad actual.
Lo primero que todo emprendedor busca es un aliado, la mayoría pudiese pensar que es un socio, generalmente capitalista de hecho pero resulta que lo que da de comer al emprendedor inicialmente no necesariamente es el dinero sino es el espaldarazo de una persona que le dice: yo creo en ti, en tu idea, en que puedes lograrlo. Esas palabras tienen un valor incalculable para el emprendedor en su etapa inicial.
Una vez consigue ese aliado que le da el espaldarazo para arrancar, el mismo se siente valiente para afrontar el futuro incierto que se le presenta y comienza entonces la búsqueda de ese capital del que carece junto con las demás herramientas necesarias para lograr sus objetivos. Para eso el emprendedor tiene un solo capital que realmente vale, que es su palabra y es la que deberá cuidar por el resto de su vida.
Tanto el aliado como el/los socios que deciden acompañar al emprendedor en su aventura lo hacen solo por un vinculo invisible que se llama confianza y es el mayor de los tesoros que puede existir en las relaciones humanas, por ende el emprendedor deberá proteger ese tesoro a toda costa y para eso es clave medir sus límites con el fin de no exceder los mismos y quedar mal a quienes en él han confiado.
Es allí donde se presenta la gran responsabilidad que debe asumir el emprendedor, en reconocer hasta donde es viable su proyecto y en donde termina lo que es posible para que no se convierta en un simple sueño.
Si su proyecto es viable debe hacer todo por seguir adelante, valiéndose como hemos comentado de las herramientas con las que cuenta a su alrededor para lograr su objetivo navegando en contra de la corriente. Sin embargo si logra reconocer que el proyecto no es viable, debe poner freno a su imaginación para no cometer el error de pasar el límite y caer en un terreno donde el proyecto se hace inalcanzable, ya que esto pondrá en riesgo la confianza ganada que difícilmente podrá recuperar.
Según cifras del Banco Central de Venezuela para 18 de Enero del 2013 había depositado en los bancos nacionales más de seiscientos sesenta mil millones de bolívares (660.000.000.000 Bs). Eso quiere decir que el dinero existe, de hecho se imprime constantemente, así que cualquiera tiene y puede tener dinero, pero no pasa lo mismo con la credibilidad. La credibilidad no se imprime, ni se compra ni se vende, la misma solo es producto de la confianza y la confianza solo es ganada con los años.
En todos los aspectos de la vida a veces se gana y a veces se pierde, el emprendedor tiene la fortuna que siempre gana al menos experiencia que es algo importante para su trayectoria pero si además de eso gana la confianza de otros puede tener la tranquilidad de que esta en el camino correcto, porque tendrá en sí un capital invaluable que será el contar con aliados, familiares, amigos y socios con los cuales afrontar cualquier dificultad que se le presente en sus próximas aventuras.
Ing. Luis Miguel Colmenares Márquez