El venezolano, lo animal, lo humano por Ángel García Banchs
Estoy convencido de que, no será resaltando el carácter animal (material) del venezolano, sino su carácter humano, que recuperaremos la República. Si entendemos lo anterior, la estrategia óptima pasará a ser la protesta cívica y pacífica en defensa de nuestros valores, y nuestros principios: la libertad, la igualdad, la dignidad, la solidaridad, la fraternidad, la civilidad, la justicia, la rectitud, la honradez, la honestidad, la unión, la descentralización, y el respeto a todos y cada uno de los seres humanos, sin distingo de raza, color, religión, género, origen, profesión, cultura, condición física, social o ideológica; pero, también, la protesta cívica y pacífica resultará ser la mejor estrategia para presionar y lograr la liberación de presos políticos, y el restablecimiento de condiciones electorales mínimas, entre otros objetivos específicos.
Ha sido un grave error pensar que la mejor estrategia es esperar a que lo económico y las necesidades materiales (animales) del venezolano desatasen el cambio político. Claramente, no será ello lo que nos permita recuperar la República.
El régimen político que hoy impera en el país ha buscado animalizar al venezolano, en el sentido de que ha pretendido limitarlo cada vez más a lo material. Pero, el venezolano, a pesar de lo que se nos ha hecho creer, no se conforma con poder satisfacer sus necesidades materiales como comer, vestirse, disponer de un techo, etc. El venezolano, a pesar del esfuerzo continuo de los políticos para hacernos ver lo contrario, es, ante todo, ser humano que demanda líderes que defiendan su dignidad, sus valores, y sus principios. Ese fue y sigue siendo el espíritu que imperó en el 23 de enero de 1958, la lucha por las libertades políticas y civiles, así como por la dignidad y los valores del venezolano.
La estrategia actual opositora de esperar una crisis económica, por ingenuidad, tal vez, colabora con el régimen neo-dictatorial, que lo que desea es arrodillarnos al limitarnos a nuestro carácter animal. Si no defendemos la dignidad, la venezolanidad y, fundamentalmente, nuestros principios, perderemos definitivamente la República (el imperio de la Ley, nuestras normas y valores). Tal y como ha ocurrido en todos los regímenes dictatoriales en los cuales se inspira el del chavismo, utilizarían la escasez y el racionamiento de bienes para hacernos caer de rodillas por nuestras necesidades materiales (el acceso a los alimentos, la salud y un techo). ¿No es acaso así en Cuba? ¿Para qué han sido, entonces, la tarjeta de racionamiento, y los mercados negros, que de una u otra forma han estado presentes en todas las experiencias comunistas?
El llamado es, pues, a defender lo que nos hace humanos, dignos y libres. Referirnos a la escasez, la inflación y los problemas materiales tiene sentido. Pero, por la República, el acento debe necesariamente estar en la protesta cívica y pacífica por nuestros valores y nuestros principios.
Ángel García Banchs