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Algunos comentarios sobre el Sahel Por Leopoldo E. Colmenares

El término “el Sahel”, comúnmente se refiere a la región geográfica que ocupa la zona sur del desierto del Sahara y los asentamientos Tuareg. Los límites de la zona, sin embargo, es un tema con cierta controversia. Algunos analistas adoptan una definición más amplia, al referirse a ésta como la región geopolítica del “Sahara más amplio”, delimitado por el mar Mediterráneo en el norte, Mauritania y el Océano Atlántico en el oeste, la cuenca del Mar Rojo en el este y el Chad en el sur, en el que se inserta el Sahel.

Esta zona se extiende por 5.400 kilómetros, desde el Océano Atlántico en el oeste hasta el Mar Rojo en el este. El Sahel cubre partes de Senegal, Mauritania, Mali y Niger. También comprende Chad, Sudan, Sudan del Sur y Eritrea. Es, por lo tanto, un “cinturón”, que atraviesa África y que varía en longitud desde varios cientos hasta un mil de kilómetros en la parte más ancha y con una superficie de más de 3 millones de kilómetros cuadrados. El núcleo del Sahel lo comprenden tres estados, a saber, Mauritania, Malí y Níger. Las condiciones y muchos de los desafíos de la región saheliana, impacta en los países vecinos, entre ellos Argelia, Libia, Marruecos e incluso a Nigeria.

La inhóspita geografía de la región y su cultura nómada, conllevan a un profundo subdesarrollo económico, siendo esta una de las regiones con mayores niveles de pobreza en el mundo, castigada por una terrible crisis alimentaria. La fragilidad de sus gobiernos impacta en la estabilidad de la región y en la capacidad para combatir tanto la pobreza como la inseguridad, generando un refugio seguro para los grupos terroristas, traficantes de drogas y otras redes del crimen organizado, las cuales amenazan directamente a Europa.

Las amenazas a la seguridad que supone el grupo terrorista conocido como Al-Qaida en el Magreb (AQIM), el cual ha encontrando un santuario en la zona norte de Mali, está centrado en atacar objetivos occidentales en la región.

Los recursos de AQIM y sus capacidades operacionales son significantes y se encuentran creciendo cada vez más.

La Unión Europea posee importantes intereses en la zona, principalmente en términos de energía y suministro de minerales. Por ejemplo, Mauritania es una valiosa fuente de importaciones de hierro, que son críticas para la industria del acero. Nigeria es el cuarto más grande productor de uranio en el mundo, controlando cerca del 9% del mismo y siendo proveedor del 12% del consumo europeo de este mineral. El Sahel, cuenta también con un gran potencial para la explotación de petróleo, por lo que los esfuerzos de exploración se han intensificado en la última década.

La región juega también un importante papel en los planes de la Unión Europea en cuanto a proyectos de energía solar, tales como “Desertec” y es una ruta de tránsito del proyecto de un gasoducto que alimentaría a la Unión Europea desde Nigeria. El Sahel suministra profundidad geoestratégica a la Unión Europea para el Norte y Oeste de África y más indirectamente para la cuenca del mar Rojo.

Esto significa que la dinámica geopolítica que se defina en el Sahel puede afectar las fronteras marítimas de la Unión Europea en una variedad de maneras. Tal vez los casos más evidentes son los de Argelia y Libia, dos países vecinos de la Unión Europea, que se sitúan en el norte de África y el Sahel, y cuyos acontecimientos políticos tiene profundas ramificaciones más allá de sus fronteras.

En resumen, la región del Sahel es utilizada por diferentes actores criminales que la ven como un santuario para sus actividades y es tanto una fuente de recursos como un reservorio de profundidad geoestratégica para la Unión Europea.

 

Por: Leopoldo E. Colmenares G.

@LCOLG

Centro Latinoamericano de Estudios de Seguridad.

Universidad “Simón Bolívar”

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El término “el Sahel”, comúnmente se refiere a la región geográfica que ocupa la zona sur del desierto del Sahara y los asentamientos Tuareg. Los límites de la zona, sin embargo, es un tema con cierta controversia. Algunos analistas adoptan una definición más amplia, al referirse a ésta como la región geopolítica del “Sahara más amplio”, delimitado por el mar Mediterráneo en el norte, Mauritania y el Océano Atlántico en el oeste, la cuenca del Mar Rojo en el este y el Chad en el sur, en el que se inserta el Sahel.

Esta zona se extiende por 5.400 kilómetros, desde el Océano Atlántico en el oeste hasta el Mar Rojo en el este. El Sahel cubre partes de Senegal, Mauritania, Mali y Niger. También comprende Chad, Sudan, Sudan del Sur y Eritrea. Es, por lo tanto, un “cinturón”, que atraviesa África y que varía en longitud desde varios cientos hasta un mil de kilómetros en la parte más ancha y con una superficie de más de 3 millones de kilómetros cuadrados. El núcleo del Sahel lo comprenden tres estados, a saber, Mauritania, Malí y Níger. Las condiciones y muchos de los desafíos de la región saheliana, impacta en los países vecinos, entre ellos Argelia, Libia, Marruecos e incluso a Nigeria.

La inhóspita geografía de la región y su cultura nómada, conllevan a un profundo subdesarrollo económico, siendo esta una de las regiones con mayores niveles de pobreza en el mundo, castigada por una terrible crisis alimentaria. La fragilidad de sus gobiernos impacta en la estabilidad de la región y en la capacidad para combatir tanto la pobreza como la inseguridad, generando un refugio seguro para los grupos terroristas, traficantes de drogas y otras redes del crimen organizado, las cuales amenazan directamente a Europa.

Las amenazas a la seguridad que supone el grupo terrorista conocido como Al-Qaida en el Magreb (AQIM), el cual ha encontrando un santuario en la zona norte de Mali, está centrado en atacar objetivos occidentales en la región.

Los recursos de AQIM y sus capacidades operacionales son significantes y se encuentran creciendo cada vez más.

La Unión Europea posee importantes intereses en la zona, principalmente en términos de energía y suministro de minerales. Por ejemplo, Mauritania es una valiosa fuente de importaciones de hierro, que son críticas para la industria del acero. Nigeria es el cuarto más grande productor de uranio en el mundo, controlando cerca del 9% del mismo y siendo proveedor del 12% del consumo europeo de este mineral. El Sahel, cuenta también con un gran potencial para la explotación de petróleo, por lo que los esfuerzos de exploración se han intensificado en la última década.

La región juega también un importante papel en los planes de la Unión Europea en cuanto a proyectos de energía solar, tales como “Desertec” y es una ruta de tránsito del proyecto de un gasoducto que alimentaría a la Unión Europea desde Nigeria. El Sahel suministra profundidad geoestratégica a la Unión Europea para el Norte y Oeste de África y más indirectamente para la cuenca del mar Rojo.

Esto significa que la dinámica geopolítica que se defina en el Sahel puede afectar las fronteras marítimas de la Unión Europea en una variedad de maneras. Tal vez los casos más evidentes son los de Argelia y Libia, dos países vecinos de la Unión Europea, que se sitúan en el norte de África y el Sahel, y cuyos acontecimientos políticos tiene profundas ramificaciones más allá de sus fronteras.

En resumen, la región del Sahel es utilizada por diferentes actores criminales que la ven como un santuario para sus actividades y es tanto una fuente de recursos como un reservorio de profundidad geoestratégica para la Unión Europea.

 

Por: Leopoldo E. Colmenares G.

@LCOLG

Centro Latinoamericano de Estudios de Seguridad.

Universidad “Simón Bolívar”

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