En momentos en que escribimos este artículo, lo hacemos sin conocer los resultados electorales. Pero lo que si podemos afirmar es que después del 7 de Octubre Venezuela tiene una oportunidad única: construir una nueva realidad en base a la clara expresión mayoritaria de los electores que rechazan la radicalización, la violencia y la polarización.
En la campaña surgieron diferencias palpables entre ambos candidatos. Pero también coincidencias que son las que deben sumarse para asegurar el futuro de Venezuela.
Estudios recientes elaborados por Alfredo Keller y otros encuestadores, demuestran que los electores independientes superan tanto a los chavistas como a los opositores, lo que explica que ambos candidatos ofrecieran un mensaje similar de esperanza, diálogo, patria y amor, lo que solo se puede lograr cumpliendo con la Constitución y asegurando un régimen democrático pluralista basado en la tolerancia, la libertad y la cooperación.
Cuando su Santidad el Papa Juan Pablo II visitó a Venezuela proclamó su célebre mensaje “No tengáis miedo”. Pudimos constatar que en estas elecciones se venció de alguna forma el miedo. Tanto en el Gobierno Central como en los Gobiernos Locales y Regionales vimos como los funcionarios, los becados, los que han tenido algún ingreso o recibido algún apoyo, han perdido el miedo y han optado por votar de manera valiente por el candidato de su preferencia venciendo en algunos casos el chantaje y la amenaza.
El Padre Luis Ugalde afirmó acertadamente, que se requiere alcanzar la reconciliación nacional a través del reconocimiento y la aceptación del “otro”. Ese espíritu se debe repetir también en las elecciones próximas de Gobernadores y de Alcaldes.
Ambos candidatos centraron sus ofertas en lograr la eficiencia y honestidad para asegurar la gobernabilidad y solución de los problemas: El Candidato-Presidente reconociendo sus errores del pasado y el candidato opositor ofreciendo una nueva dimensión gerencial. ¿Por qué no resolver juntos los graves problemas de inseguridad, inflación o corrupción?
¿Que bueno sería lograr que los militares volvieran a asumir su función profesional en el marco institucional, y permitieran que los civiles fueran artífices del desarrollo del país!
Finalmente si ambos candidatos basaron sus promesas en proporcionarle un mundo mejor a los más pobres, deben cooperar por las Metas del Milenio en la lucha contra la pobreza y el hambre y resolver unidos los problemas de salud, vivienda, infraestructura y trabajo reorientando el rumbo de los últimos 14 años para asumir de manera holística la construcción de una Nueva Venezuela mas Justa y mas Humana. Suena utópico? Si. Pero más utópico seria seguir en el camino actual, y pretender que los problemas existentes puedan solucionarse a través de la grave confrontación que existe en la actualidad.