El atractivo futuro de las Américas por Tony Bianchi
El triste e incierto panorama energético que ha marcado el comienzo del nuevo milenio hasta ahora para las Américas está siendo reemplazado por desarrollos que prometen por lo menos dos décadas de brillante futuro para el continente a pesar del lento proceso de eliminación de algunos factores negativos.
Hasta hace poco, la falta de recursos económicos en Brasil y Argentina, los cuestionamientos ecológicos en Canadá, la saturación de los pozos petroleros en los Estado Unidos, y atrasos de orden políticos en Venezuela y Méjico, apuntaban hacia una diminución de la producción energética hemisférica.
El actual panorama se ha transformado gracias a nuevos recursos encontrados desde lo más al norte, o sea Alaska, hasta la Patagonia, en el extremo sur del continente, con la perspectiva de poder explotar grandes yacimientos de gas en muchos de sus países.
Tal como explicado en artículos anteriores, el acceso a nuevos depósitos de gas se debe al innovador sistema de penetración hidráulica de las capas de esquisto conocida como fracking detectándose los mayores yacimientos en el estado de Pennsylvania en la reserva gasífera de Marcellus y a lo largo de los llanos venezolanos justo al norte del Orinoco hasta el delta de nuestro gran rio y en Brasil.
En el campo de las explotaciones offshore (mar adentro) un nuevo, sofisticado programa de computación que permite interpretar datos sísmicos debajo del fondo marino arenoso está revolucionando la exploración submarina habiendo ya arrojado el descubrimientos de grandes yacimientos en el sureste de Brasil.
Nuevos ordenamientos gubernamentales en Canadá están facilitando la explotación de sus arenas bituminosas y en Colombia el estado está ofreciendo incentivos para nuevas inversiones a lo largo de todos el espectro energético.
El mes pasado, Pemex, o Petróleos Mexicanos, la mayor empresa petrolera de Méjico y de América Latina, anunció el descubrimiento de un importante yacimiento offshore en el Golfo de Méjico luego de 19 frustrantes perforaciones sin resultado positivo.
Hasta Cuba está tomando acción al otorgarle a empresas extranjeras, tales como la española Repsol, el permiso de exploración a lo largo de las costas que rodean la isla.
Finalmente, luego de catorce años de gobierno, “el Presidente Chávez está mostrando señales que dejará de estrangular la industria y que va a dedicarle más atención a programas de expansión,” reporta el Oil & Gas Journal. Miembros del Petroleum Club de Houston añaden: “cómo, a sabiendas que el petróleo y el gas constituyen la mayor fuente de ingreso del país, no importa el uso que el Estado (venezolano) le ha dado o le quiera dar, no se haya ( Chávez) dado cuenta que sin nuevas inversiones no puede aspirar a mayores ingresos.”
Los obstáculos que enfrentan estos cambios positivos incluyen la macro nacionalización del 51 por ciento de la Yacimientos Petroleros Federales (YPF) de Argentina, que ha causado una ola de reacciones negativas y el temor que otros países sigan su ejemplo, la reacción beligerante de Brasilia en contra de la Chevron, a raíz del derrame menor causado por la empresa Norteamericana hace unos meses, y una serie de cuestionamientos ambientales levantados en Canadá y en los Estados Unidos que causan turbulencias en los medios petroleros.
Los expertos que hemos consultados coinciden que la perspectiva de un periodo de mayores ganancias energéticas eliminarán progresivamente todos los obstáculos, pero no llegan a ser tan optimistas como el candidato presidencial republicano Mitt Romney quien vaticina que dentro del plazo de ocho años Los Estados Unidos, Canadá y Méjico, o sea los tres países que conforman a Norte América, gozarán de “una independencia energética total.”
Tony Bianchi