A largo plazo todos pierden por Francisco Ibarra Bravo
Por lo general los políticos son cortos de miras. Esto ocurre no solo en Venezuela sino en todas partes del mundo. Unos más que otros, en algunos casos se dan excepciones y entonces ciertos políticos pueden ser llamados estadistas. Claramente en Venezuela éstos últimos han escaseado y este gobierno definitivamente no tiene altura suficiente para mirar más allá de la próxima elección. El trajinar político en los últimos años ha sido el de un grupo aferrado al poder jugándose a Rosalinda en cada elección y contando con la suerte de un buen “par de dados” petroleros. No hay más.
La LOTTT no es diferente de cualquier otra ley aprobada por este gobierno. El objetivo final de la legislación revolucionaria es abolir la empresa privada. La LOTTT destila retórica marxista de la rancia y a largo plazo pagaremos todos por el delirio de algunos trasnochados. Si bien en el corto plazo la LOTTT puede traer ventajas para aquellos que cuentan con un empleo, estas ventajas son solo a corto plazo. A largo plazo también resultarán perjudicados; curiosamente éste es el único grupo que gana algo en el corto plazo. De aquí en adelante los aumentos salariales serán menores y más escasos. A no ser que sean decretados aumentos generales de salarios, el ritmo de crecimiento de los salarios será a futuro mucho más modesto. La razón es lógica, cada vez que las empresas le aumenten el sueldo a un trabajador les generará un pasivo adicional. Quienes se abrogaron la representación de los trabajadores cambiaron un beneficio de largo plazo por uno de corto plazo.
Pierden los desempleados y subempleados. Las cifras de desempleo en mes de abril lo ubican en 8,6%. Esta cifra es superior a la registrada en abril del año anterior. Si bien las cifras de desempleo en Venezuela son particularmente volátiles y habrá que esperar para ver cual es la tendencia en los próximos meses, los números indican que existe un buen número de personas desempleadas y un número aún mayor de subempleados. La labor del Ejecutivo es de propiciar las condiciones para que todos puedan acceder a un empleo digno. La LOTTT hace todo lo contrario porque hace mucho más costoso, complicado y arriesgado para las empresas contratar personal.
La LOTTT es nefasta para las empresas, basta con leer algunos artículos para darse cuenta cual es su verdadero objetivo. La LOTTT hace mucho más arriesgada la inversión privada. En Venezuela la inseguridad jurídica es uno de los mayores riesgos que enfrenta el inversionista privado. A este riesgo hay que sumarle que la perforación del velo corporativo expone ahora el su patrimonio personal o familiar y no solamente el capital invertido. La reacción obvia será invertir menos y crear menos puestos de trabajo. La ley no incentivará a las empresas a invertir, todo lo contrario generará desinversión.
La LOTTT es tremendamente dañina para el fisco nacional y en última instancia para todos los venezolanos. El impacto en el fisco es negativo en el corto plazo, como lo es para cualquier empleador que tendrá que buscar la manera de cubrir los pasivos laborales que la nueva ley le genera. Este es el impacto que muchos han señalado pero también existe un impacto quizás aún mayor. Cada vez que la empresa privada es atacada, cada empleo que no se crea o se destruye es una fuente menos de ingreso fiscal. A largo plazo la LOTTT tendrá efectos importantes en la recaudación fiscal. El impacto es negativo tanto por el lado del gasto como por el lado de los ingresos. Con esta ley el fisco nacional también pierde.
A largo plazo perdemos todos: perderán los trabajadores, perderán los desempleados y subempleados, perderá el capital privado y perderá el fisco nacional. Nadie gana a largo plazo, sin embargo, la miopía y el oportunismo político se han impuesto. Esta ley le podrá parecer buena a algunos, ya veremos cuanto les dura ese parecer.
Francisco Ibarra Bravo