Joe Biden suspende las deportaciones durante 100 días
En su primer día como presidente, también dispuso el cese de la construcción del muro con México y la solicitud de ciudadanía para los indocumentados
El Gobierno de Joe Biden anunció la noche del miércoles una suspensión de 100 días de las deportaciones de inmigrantes, aunque con algunas excepciones, según un comunicado del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
“Durante 100 días, a partir del 22 de enero de 2021, el DHS suspenderá las deportaciones de ciertos no ciudadanos cuya deportación haya sido ordenada”, detalló el secretario interino, David Pekoske, recién nombrado por Biden, según publicó Deutsche Welle.
La razón, dijo Pekoske, es “garantizar” que Estados Unidos tenga “un sistema migratorio justo y eficaz centrado en proteger la seguridad nacional, la seguridad fronteriza y la seguridad pública”, por lo que ordenó “revisar y reiniciar” los protocolos.
El DHS no aportó en el comunicado detalles sobre las personas que quedan excluidas de la medida de los 100 días.
Nueva ley de inmigración al Congreso
Inaugurando la que se anticipa como una nueva era en la Casa Blanca, Biden cumplió esta misma noche su promesa electoral de presentar en su primer día de mandato un amplio proyecto de ley de inmigración que incluye una vía a la ciudadanía para unos 11 millones de indocumentados en el país.
Cuatro años después de la mano dura contra los inmigrantes del saliente mandatario, Donald Trump, el equipo de transición de Joe Biden anunció este miércoles los detalles del proyecto de ley que el demócrata envía hoy mismo al Congreso como parte de su compromiso de “modernizar” el sistema de inmigración, denominado “Ley de Ciudadanía de los EEUU de 2021”.
La iniciativa, que deberá recibir al visto bueno de ambas cámaras legislativas, dominadas por los demócratas, pretende administrar y proteger de “manera responsable” la frontera, mantener a “familias y comunidades seguras y administrar mejor la migración en todo el hemisferio”, señaló un comunicado.
La mayor reforma migratoria
De ser aprobado, el proyecto legislativo de Joe Biden supondría la mayor reforma migratoria desde el Gobierno del republicano Ronald Reagan (1981-1989), que legalizó a tres millones de indocumentados en 1986.
No en vano, y como su nombre indica, su punto clave es ofrecer una vía a la ciudadanía en ocho años a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que se calcula que viven en EE.UU.
Pero un importante grupo de ellos, los menores que llegaron al país siendo niños de la mano de sus padres, también indocumentados y conocidos como “soñadores”, así como los amparados por el Estatus de Protección Temporal (TPS), en su mayoría centroamericanos, y los trabajadores agrícolas inmigrantes, podrá aspirar a una residencia legal de “inmediato” y tres años más tarde a la ciudadanía, destacó la nota.
Para evitar una avalancha de inmigrantes, el proyecto de ley establece que esta medida afectaría a los inmigrantes que estén “físicamente presentes en los Estados Unidos el 1 de enero de 2021 o antes”.
Los deportados durante la presidencia de Trump, desde el 20 de enero de 2017, y que estuvieron físicamente presentes durante al menos tres años antes de la expulsión pueden solicitar el mismo beneficio por “unidad familiar y otros fines humanitarios”, pero ya ese proceso dependerá del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), para el que Biden ha nominado al cubano-estadounidense Alejandro Mayorkas.
Reunificación familiar incluye a grupos LGBTQ+
Otra de las aspiraciones de la ley será la reunificación familiar, dando especial importancia a los grupos familiares LGBTQ+ y permitiendo igualmente a los inmigrantes con peticiones aprobadas de patrocinio familiar reunirse con sus seres queridos en EE.UU. de forma temporal mientras esperan por las tarjetas de residencia.
Entre otras de sus polémicas decisiones, Trump instauró nada más llegar a la Casa Blanca un veto migratorio a los nacionales de once países con una significativa población musulmana (Eritrea, Irán, Kirguistán, Libia, Myanmar, Nigeria, Somalia, Sudán, Siria, Tanzania y el Yemen) y que incluye restricciones para Venezuela y Corea del Norte.
Muro fronterizo sin financiamiento
Para intentar lograr el necesario apoyo republicano en el Senado, Joe Biden incluyó además nuevos recursos en la frontera, su decisión de dejar de lado la construcción del muro en la frontera con México -la promesa electoral cumplida a medias por Trump- y apostar sobre todo por la “tecnología” para acelerar la detección del cruce ilegal de mercancías y estupefacientes.
La nueva propuesta pretende de igual forma destinar fondos para mejorar el “profesionalismo” de los agentes fronterizos y crear un comité para investigar posibles “malas conductas”, y busca mejorar la atención de individuos, familias y menores bajo la custodia de Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).