Existe una gran expectativa en el mundo debido al acuerdo alcanzado por los 15 miembros del Consejo de Seguridad que se unieron a los países de la Liga Árabe para respaldar por unanimidad las gestiones realizadas por Koffi Annan, ex Secretario General de la ONU, quien con una inmensa habilidad y profesionalismo logro dar un aporte significativo a las gestiones adelantadas con Siria, para alcanzar el necesario proceso de construcción de la Paz en un país devastado por la muerte de más de 8.000 ciudadanos.
Para alcanzar el mecanismo de negociación aceptable para todos, varios Gobiernos integrantes del Consejo de Seguridad invocaron la aplicación de la llamada “Formula Arria” – aportada por el diplomático venezolano para dar una respuesta al conflicto de Bosnia-Herzegovina gracias a la cual se permitió escuchar de manera informal, los planteamientos de actores no gubernamentales que estaban enfrentados al Gobierno de Slobodan Milosevich, y que permitió poner en funcionamiento –por primera vez- una formula que luego se fue institucionalizando en el seno de la ONU para casos graves.
Gracias a la aplicación de los mecanismos que se reconocieron por los miembro de la ONU, algunas décadas después se vuelve a invocar la Formula Arria, con la cual Rusia y China, que se encontraban resistentes al proyecto de resolución anterior, decidieron sumarse a los otros miembros dándole el respaldo a las gestiones realizadas por Koffi Annan en Damasco, con lo que se sale del callejón sin salida y se da una respuesta internacional que establece un mecanismo acertado para frenar la locura que adelanta la dictadura de Assad.
Mientras países responsables identifican y recuerdan el aporte de la diplomacia venezolana de aquel entonces, que permitió asegurar una solución pacifica y que en el 2012 sirve para frenar el genocidio que el dictador Bashid al Assad esta ejecutando contra el pueblo de su país, vemos con preocupación y angustia el apoyo incondicional que el Presidente Hugo Chávez le da a su “aliado estratégico”, violando todos los compromisos internacionales y marchando en contra de la corriente de las naciones del mundo
Es evidente que en esta nueva etapa aparecerán nuevos desafíos, pero también soluciones que tenemos que apoyar a través de la fórmula que permita consolidar la posición de quienes buscan ponerle un freno a los excesos del régimen de Bashir Al Assad.
Esperemos que el Gobierno “Bolivariano” recapacite y que acepte que estamos viviendo momentos de transición y que no genere una inestabilidad que obligue que en nuestro país se deba aplicar la “Formula Arria”, para solucionar las graves amenazas que cada vez profundiza más el régimen autoritario y militarista que acosa a los demócratas venezolanos. Sería muy deplorable.