Venezuela es una nación rica en petróleo, pero años de malos manejos y corrupción en la industria petrolera, empeorados por sanciones estadounidenses, han secado las bombas de gasolina en un momento crítico. Primero, la escasez evitó que agricultores llevaran sus productos al mercado. Ahora está dificultándoles sembrar nuevos cultivos.
En el municipio Pueblo Llano, estado Mérida, un agricultor tuvo que abandonar todo su cultivo. Guiando un par de bueyes, arrastraba un arado de madera sobre su tierra y dejaba al descubierto miles de zanahorias marchitas. Los camiones que recogerían su cosecha nunca llegaron reseñó The New York Times.
En el estado Portuguesa, de las 300.000 hectáreas dedicadas por año al cultivo de maíz solo unas 30.000 se lograron sembrar durante el presente ciclo de invierno. Especialistas afirmaron a El Pitazo que 90% del área cultivable se dejó ociosa. Portuguesa es el primer estado productor de cereales del país.
La falta de combustible es la gota que derrama el vaso luego de seis años de crisis económica con el Gobierno de Nicolás Maduro. Según los productores a esto se suma el control de precios y el monopolio estatal en la importación y distribución de insumos como semillas, agroquímicos e incluso, de repuestos para maquinarias. La deficiencia del servicio eléctrico, las fallas del sistema de drenaje y las pésimas condiciones de la vialidad agrícola son otros factores que contribuyen con la disminución del cultivo.
En Portuguesa, hasta la mitad de junio, lo poco que se sembró se hizo con la mitad de los fertilizantes requeridos y con una insuficiencia significativa de semillas y de agroquímicos para el combate de malezas y plagas.
La principal asociación agrícola de Venezuela, Fedeagro, calcula que el área plantada con los principales cultivos del país, maíz y arroz, disminuirá alrededor de un 50% este año. La producción de azúcar en Portuguesa, principal estado productor, cayó de 12 millones en 2018 a 5 millones de toneladas, según la asociación local de agricultores de caña de azúcar.
La insuficiencia de agroquímicos, que se usan para combatir malezas y plagas, es muy grande, reveló Osman Quero, presidente de Fedecámaras Portuguesa. Quero advirtió que este ciclo de invierno 2019 será el peor de toda la vida agrícola de Portuguesa.
«En general, los agroproductores no tenemos oportunidad, en 2019, de cubrir siquiera, una mínima parte de lo que necesita el país para alimentarse: 20% del consumo interno de alimentos. Esto se perfila grave si se toma en cuenta que no se dispone de recursos para realizar importaciones que sustituyan la falta de siembra en el país», afirmó Quero.
Un saco de papas de 54 kilos ahora cuesta cinco veces el salario mínimo mensual venezolano.