#MonitorDeVíctimas |Murió taxista por falta de asistencia médica luego de que le dispararan
Murió taxista por falta de asistencia médica luego de que le dispararan

DOS HORAS Y MEDIA DESPUÉS DE HABER SIDO TIROTEADO, Elía Kassabgi fue atendido en el hospital Pérez Carreño. Había que esperar que llegara el cirujano para extraerle el proyectil que se alojó en un costado. No sobrevivió al ataque perpetrado por un grupo de asaltantes que intentaron despojarlo de su vehículo la madrugada de este viernes.

Un familiar que acudió a la morgue de Bello Monte a retirar el cuerpo relató que el homre de 31 años de edad trabajaba de día en una tienda de ropa y de objetos de quincallería en Catia. El negocio era de su cuñado. En las noches trabajaba como taxista. Aunque no estaba afiliado a la línea del Centro Comercial El Recreo, tenía amigos allí y recogía pasajeros. A las 12:40 a.m. del viernes se dirigió a una estación de servicio de Plaza Venezuela a llenar el tanque combustible y de allí partió a cargar pasajeros a las afueras del centro comercial.

A los pocos minutos de haberse estacionado a esperar clientes, dos parejas se acercaron a la ventanilla del automóvil, un Fiat Palio, de color azul oscuro y le pidieron que les hiciera una carrera a Caricuao. En el trayecto, antes de ingresar a los bloques, uno de los hombres sacó un arma, le pidió que se detuviera y se bajara del vehículo. Elía se negó y forcejeó con uno de ellos. Las dos mujeres que acompañaban a los asaltantes se pusieron nerviosas y les dijeron: “mátenlo”, “mátenlo”. Le dispararon y huyeron.

El taxista como pudo manejó hasta el hospital Miguel Pérez Carreño. La atención no fue oportuna. Tuvo que esperar en la emergencia, mientras llegaba el médico. No hubo tiempo de intervenirlo. Murió.

El hombre tenía planeado irse del país. “Estaba reuniendo dinero para viajar a Panamá con su pareja y sus dos hijos. Por eso trabajaba en las noches. Le aconsejábamos que era peligroso, que evitara prestar servicio en la madrugada, pero él decía que era la única forma de ahorrar para brindarle un mejor porvenir a su familia. La vida no vale nada. No hay autoridad que le ponga freno al hampa, ni que asista a los hospitales. Él pudo haberse salvado si lo hubiesen intervenido a tiempo. Pero qué podemos pedirle a un país que no tiene nada que ofrecer, excepto pobreza, inseguridad y desidia”, expresó el pariente.

Acosados por el hampa

En la última semana se han cometido cinco robos contra los taxistas de línea y piratas que operan cerca del Centro Comercial El Recreo. “Presumimos que se trata de una banda”, dice un conductor.

La semana pasada, relata el hombre, a uno de los choferes lo sometieron y se llevaron su carro. Su única fuente de sustento familiar. Se le acercaron dos hombres y una mujer. Le pidieron que los llevara a la entrada del barrio 5 de Julio de Petare. El conductor no estaba convencido de hacer la carrera. No le gustaba transitar por esa zona, pero en virtud de que el día estaba pesado por la falta de clientes, aceptó llevarlos y antes de llegar a su destino. El hombre lo apuntó con el arma en la cabeza, le dijo que se desviara hacia una zona boscosa, poco transitada del municipio Sucre. Le ordenó que se bajara, lo golpeó con la cacha de la pistola y se llevaron el carro.

Cuando despertó, un poco desorientado luego del fuerte golpe, caminó a pedir ayuda. Denunció el robo ante el Cicpc, pero aún no tiene respuesta sobre el paradero del carro. No tiene esperanzas de comprar otro. Lo que ganaba, apenas le alcanzaba para alimentar a su esposa y dos hijos. “Casos como este son cotidianos. Lo único que podemos hacer como medida de prevención es evitar que se monten grupos de personas. Limitar el servicio solo a clientes exclusivos”, manifiesta el taxista.

@nmatamoros