¿Hay un corralito en Venezuela?, por Henkel García Uzcátegui
Muchas personas tienen dificultades para retirar efectivo en Venezuela. Los bancos fijan límites máximos de cobro de cheques por taquilla, así como existe un tope diario en los cajeros automáticos, para aquellos que tienen efectivo, claro está.
No son pocas la personas que se preguntan en voz alta (redes sociales) si hay un corralito en Venezuela, supongo que hacen un paralelismo con el caso argentino de comienzos de siglo.
Pero no, los mencionados límites no son los propios de un corralito, ya que, a pesar de tener un máximo diario para el efectivo, se pueden transferir montos importantes en línea. Las medidas se limitan al efectivo.
Los que leen deben recordar lo sucedido en diciembre. En una crisis de billetes algo más aguda que la que vivimos, el gobierno decidió invalidar el de Bs.100 generando caos en varias ciudades. Sobre eso escribí meses atrás. Y sí, lo que vivimos hoy guarda relación con lo vivido a finales de 2016.
Voy a compartir una serie de gráficas que muestran el incremento de dos variables claves: Monedas y billetes en circulación (manos del público + efectivo en bancos) y liquidez monetaria. Ambas fueron llevadas a índices, y parten de un mismo momento. La idea es analizar la variación acumulada desde distintos puntos de partida.
Acá la variación desde comienzos de 2015. Es decir, muestra el incremento de monedas y billetes, y liquidez monetaria de 2 años y 7 meses.
02/01/2015 = 100
Un punto clave para recordar. No todo el sistema monetario se maneja en efectivo, de hecho, la mayor parte, entre 80% y 90% se encuentra en forma electrónica. Dicho esto, es claro que estas dos variables deben comportarse de manera muy parecida para no generar problemas en el sistema de efectivo. En Venezuela esto no es así. La liquidez monetaria crece mucho más rápido que el efectivo en circulación. A finales de 2016 hubo un rezago importante, por ello se gestó la crisis previa al “billetazo”. A comienzos de año se nota el esfuerzo por corregir la brecha, pero hoy vuelve a ocurrir un rezago considerable con los mismos síntomas.
De hecho, en toda la primera mitad del año el crecimiento de monedas y billetes superó al de la liquidez, condición necesaria para cerrar la brecha o descalce mencionado, pero en las últimas semanas la aceleración de la liquidez y la incapacidad del BCV-Gobierno para seguirle el paso, ha llevado a que ambas variables crezcan a un ritmo ya casi idéntico, lo que por supuesto imposibilita cerrar la distorsión con la que se comenzó el año.
30/12/2016 = 100
Acá la gráfica de los últimos dos meses, en la que se evidencia como la liquidez monetaria se acelera, mientras monedas y billetes no puede llevarle el ritmo.
26/05/2017 = 100
El gobierno tomó de manera muy tardía la decisión de ampliar el cono monetario y ordenar su fabricación. 7 meses después abundan las noticias de aviones repletos de billetes, pero la realidad es que su contenido no ha podido seguirle el ritmo a la aceleración monetaria actual. La relación pareciera ser sencilla. Mayor masa monetaria implica mayores depósitos y eleva la potencial demanda de efectivo, y lo que espera la gente es que pueda ir al banco a retirarlo.
Quedan muchas interrogantes:
¿El BCV-Gobierno está al tanto de la situación?
¿Cuántos nuevos vuelos con billetes están en camino?
¿Seguirá la aceleración de la masa monetaria?
El tiempo, como siempre, las contestará.
Por último, creo sensato aclarar que estos problemas no tienen nada que ver con la salud del sistema bancario, o que los bancos se quieran quedar con nuestro dinero. El BCV es el organismo responsable de proveer el efectivo que requiere el sistema, nadie más.