Soldado de la revolución. Claro. Mejor, abogado de la revolución y del Gobierno, y el Estado, y el Presidente. En eso no se equivoca el nuevo procurador general, Carlos Escarrá. Tampoco Cilia Flores, la jefa de la fracción parlamentaria del PSUV. Ni tampoco el presidente de la República, quien lo postuló. Carlos Escarrá tiene un mandato. Arreglar el caos. Preparar el terreno. Limpiar los asuntos legales comprometedores. En tanto su papel es vigilar el cumplimiento de hasta el mínimo detalle legal. No sólo lo que se ha dicho: que se necesita un Procurador de elevada capacidad técnica por la eventualidad de juicios y demandas contra la República y PDVSA. No, hay mucho más. En el Gobierno ya el escenario de ganar las elecciones se ve cuesta arriba. Por tanto, urge tomar ciertas precauciones en torno al desarreglo administrativo. Y Escarrá, dicen, es el indicado para ello. De allí la explicación de por qué sacrificar a uno de los mejores diputados rojos. Especial atención merecen los asuntos legales que comprometen a PDVSA. Y de allí que se diga que Carlos Escarrá es una designación que se le debe más a Rafael Ramírez, presidente de PDVSA. Por los nexos del Escarrá abogado, jurista, con los de la familia política de Ramírez, también de abogados. De modo que a Escarrá le espera un año de arduo trabajo. Hay mucho por revisar en la administración pública.
Soldado de la revolución. Claro. Mejor, abogado de la revolución y del Gobierno, y el Estado, y el Presidente. En eso no se equivoca el nuevo procurador general, Carlos Escarrá. Tampoco Cilia Flores, la jefa de la fracción parlamentaria del PSUV. Ni tampoco el presidente de la República, quien lo postuló. Carlos Escarrá tiene un mandato. Arreglar el caos. Preparar el terreno. Limpiar los asuntos legales comprometedores. En tanto su papel es vigilar el cumplimiento de hasta el mínimo detalle legal. No sólo lo que se ha dicho: que se necesita un Procurador de elevada capacidad técnica por la eventualidad de juicios y demandas contra la República y PDVSA. No, hay mucho más. En el Gobierno ya el escenario de ganar las elecciones se ve cuesta arriba. Por tanto, urge tomar ciertas precauciones en torno al desarreglo administrativo. Y Escarrá, dicen, es el indicado para ello. De allí la explicación de por qué sacrificar a uno de los mejores diputados rojos. Especial atención merecen los asuntos legales que comprometen a PDVSA. Y de allí que se diga que Carlos Escarrá es una designación que se le debe más a Rafael Ramírez, presidente de PDVSA. Por los nexos del Escarrá abogado, jurista, con los de la familia política de Ramírez, también de abogados. De modo que a Escarrá le espera un año de arduo trabajo. Hay mucho por revisar en la administración pública.