Las 5 noticias petroleras más importantes de hoy #1J
El gas busca imponerse en el escenario energético frente al cambio climático
Entre hoy y el viernes se desarrollará en París el encuentro trienal más importante para la industria del gas.
Sus defensores dicen que es fundamental para enfrentar el calentamiento global. Argumentan que el gas es un complemento ideal a las energías solar y eólica; que a diferencia de la electricidad se puede almacenar, que sus reservas están más diversificadas que las del petróleo y que gracias al gas de equisto y a las terminales de regasificación, se ha vuelto menos dependiente de los gaseoductos.
Para los principales productores de gas del mundo, quienes se darán cita esta semana en la Conferencia Mundial del Gas (WGC), el gas debe jugar un rol fundamental en el mercado del suministro energético. Para ello apelan a que aumenten los precios del dióxido de cárbono (CO2), cuyo valor fluctúa entre los 5 y 7 euros la tonelada, y a una reforma al sistema de cuotas en Europa con el fin de recuperar competitividad. Para Gerard Mestrallet, director de la multinacional francesa Engie, dedicada a la generación y distribución de electricidad, gas natural y energía renovable, lo que está ocurriendo con el carbón que gana espacios en Europa en desmedro del gas es una “paradoja extravagante”. “Una central (de gas) de ciclo combinado puede cargarse en treinta minutos, frente a las ocho horas que le lleva a una central de carbón y los varios días que necesita una central nuclear”, argumenta el representante de la industria que estará en la cumbre, a la que asistirán alrededor de cuatro mil delegados de las industrias de más de 100 países, incluidos los grandes grupos anglosajones Chevron, Exxon Mobil, Shell y BP, el catarí Qatargas y el coreano Kogas.
“Nos dimos cuenta hace algunos años de que el gas era una energía que adolecía de falta de comunicación, afectada por una imagen negativa que no nos merecíamos” dijo a la agencia France Presse el presidente de la Asociación Francesa del Gas (AFG) y de la Unión Internacional de Gas (UIG), Jérôme Ferrier, anfitrión del encuentro. Para Ferrier la trienal es una oportunidad de que el sector muestre a los líderes del mundo que el gas puede desempeñar un rol clave en el objetivo de limitar el calentamiento global.
Según proyecciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE), el gas sería la energía fósil que emite menos CO2 y debiese pasar a suministrar a 2040 un 24% de la demanda de energía (en la actualidad provee el 21%). Con eso lograría igualar al carbón, cuyo suministro actual corresponde a un 29% y en 2040 debiese bajar a 24%. Asimismo, la energía nuclear y las energías renovables no convencionales (Ernc) también deben subir a un 7% y 19% respectivamente, aunque continuarían siendo minoritarias en comparación con las fósiles.
Herramienta política
Un 30% de la demanda de gas europea es provista por Rusia. Pero si bien el gigante estatal Gazprom era el líder en importación de gas hasta hace dos años, la crisis política en el este de Ucrania, las sanciones por parte de la Unión Europea que apuntan al sector energético y la caída en el precio del gas -de la mano de la caída del valor del petróleo- hicieron que el escenario cambiara. Vladimir Putin mira hoy hacia China, con quien el año pasado firmó dos grandes acuerdos que le permitirán desde 2018 exportar 38 millones de metros cúbicos (bcm, por sus siglas en inglés) de gas, mediante la construcción de un gaseoducto entre Siberia y el norte del gigante asiático. También en diciembre del año pasado Rusia firmó un acuerdo con Turquía, segundo comprador de gas a Rusia tras Alemania, para construir un gaseoducto a través del Mar Negro con capacidad para transportar 63 bcm, y cuyo proyecto oficial será mostrado en la trienal de esta semana. Estos acuerdos le permitirán a Rusia diversificar su mercado y disminuir la dependencia de Europa.
La batalla en contra del carbón
“Con la mejor voluntad del mundo, la energía solar no es una respuesta a la industrialización a gran escala”, dijo Tony Hayward citado por Financial Times, uno de los magnates del carbón, cuya compañía es la mayor exportadora a nivel mundial. Hayward, quien también asistirá a la conferencia del gas respondió así a los llamados hechos desde la industria de la energía solar a expandir ese nicho. En la línea de reducir las emisiones de CO2, Noruega anunció que su fondo soberano dedicado a minería y energía dejará de invertir en industrias que estén relacionadas con el carbón, pues representan “un riesgo para el clima”, explicó un diputado conservador a la agencia AFP. Asimismo, el fin de semana hubo manifestaciones ambientalistas en Alemania contra el uso de carbón para la generación eléctrica, al tiempo que hicieron un llamado a la canciller Angela Merkel a cumplir su promesa de prescindir de ese elemento.(La Tercera)
El atasco: alto costo del crudo barato
Está muy difundida la opinión de que el colapso de los precios del petróleo es una ganancia neta para la economía mundial y el crecimiento global.
Claro, los exportadores como Rusia y Venezuela sufren, sostiene esta opinión, pero eso se compensa con el aumento en gasto de gobiernos y consumidores que cuentan con más dinero para quemar, lo que no es nada desdeñable cuando la economía global está sufriendo una crisis de demanda.
Mientras tanto, los ambientalistas se regocijan pues las compañías de energía, faltas de dinero, archivan sus proyectos sucios de petróleo y gas por valor de miles de millones de dólares. Lo que es más importante, los presupuestos reducidos de exploración y producción ayudarán a alcanzar la meta internacional de limitar el aumento de la temperatura global promedio a 2 grados por encima del nivel preindustrial al conservar en el subsuelo más combustibles fósiles.
Sin embargo, esta optimista narrativa en torno al impacto benigno del bajo costo de la energía pasa por alto un sutil pero poderoso proceso llamado “atasco”. Lejos de anunciar un mundo que dejó atrás los combustibles fósiles, el petróleo barato solo nos dejará atascados en sistemas de procuración de energía, de transporte, industriales y agrícolas que dependen de seguir usando hidrocarburos, al tiempo que desalienta los intentos de perfeccionar fuentes alternativas.
En un informe de 2011, la Agencia Internacional de Energía (AIE) emitió una advertencia: de las emisiones de bióxido de carbono derivadas de la energía y permisibles para 2035 a fin de limitar el calentamiento global a dos grados Celsius, 4/5 partes ya están presentes mediante capital autorizado. La infraestructura para el carbón que está construida, como plantas de energía, ductos, fábricas y edificios ineficientes, caminos y vehículos, durará y seguirá contaminando por muchos años más. Según la AIE, a partir de 2011, el mundo tenía cinco años para remozar su infraestructura de hidrocarburos y poder alcanzar los objetivos de emisión. Se está agotando el tiempo disponible y la tarea se ha complicado por la caída de los precios del petróleo, el carbón y el gas natural.
CONCEPTO RECIENTE
El concepto de atasco fue elaborado por los economistas en los años noventa para referirse a que los sistemas tecnológicos tienden a seguir trayectorias específicas de las que es difícil y costoso salir, debido a los efectos de escala y aprendizaje, a su facilidad de uso y al apoyo de gobiernos y de grupos de interés privados. Como resultado, esas tecnologías se mantienen en uso aun después del surgimiento de substitutos superiores. Es por eso que aún seguimos usando teclados Qwerty. También explica por qué, a pesar de conocer los riesgos y tener alternativas, seguimos dependiendo de tecnologías basadas en hidrocarburos elaboradas a principios del siglo XX, cuando abundaban los combustibles fósiles y no se conocían las consecuencias de largo plazo de las emisiones de gases con efecto de invernadero.
En las economías avanzadas, el atasco actúa de la siguiente manera: El sistema agrícola estadounidense es en extremo bueno para producir grandes cantidades de maíz, trigo, soya y carne a bajos precios. Sin embargo, la industria depende muchísimo del petróleo y el gas, y es en extremo ineficiente desde el punto de vista energético. La agricultura representa 20% del consumo de combustibles fósiles en Estados Unidos, considerando el petróleo y el gas usados para producir fertilizantes y pesticidas, operar la maquinaria agrícola y transportar los alimentos por todo el país. Sin embargo, es responsable de más de 30% de las emisiones de gases con efecto de invernadero.
Con todo, sería difícil y costoso abandonar el sistema actual de agricultura industrial basado en combustibles fósiles para adoptar uno que dependa directamente de la luz solar para producir bienes. La resistencia de la industria y la oposición política serían muy elevadas, especialmente ante cualquier alza en precios. Como resultado, Estados Unidos está atascado en un sistema agrícola fundamentado en la explotación intensiva del carbón. Combustible fósil a bajos precios solo sirve para apretar aun más esas cadenas.
Los precios bajos de la energía atascan a la sociedad en un futuro de combustibles fósiles en otras formas. En los países que dependen del automóvil, el transporte público es desestimado de plano en los presupuestos públicos. A Boeing y Airbus les preocupa que el bajo precio del combustible reduzca la demanda de las aerolíneas por sus jets con eficiencia energética. El combustible es el mayor gasto de las aerolíneas y, estando bajos los precios, las aerolíneas prefieren conservar en su flota sus viejos aviones. Además, empresas de otros sectores podrían igualmente aplazar su transición a diseños de mayor eficiencia energética.
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Además, precios más bajos del petróleo estimulan la demanda de tecnologías impulsadas por combustibles fósiles. Las ventas de autos en Estados Unidos han repuntado, impulsadas por las compras de camionetas derrochadoras de gasolina. Si esos vehículos duran un promedio de siete años antes de ser desechados, eso atascará un consumo mayor de combustible y emisiones durante ese período, al margen del precio del petróleo. El aumento del número de autos crea demanda de mejores caminos y puentes, lo que a su vez reduce el costo de adquirir y usar un automóvil personal, lo cual impulsa incluso más la demanda y emisiones de gases de invernadero en un círculo vicioso.
Consideremos cómo es probable que se manifieste esta dinámica en las economías de rápido crecimiento, como la de la India y la de China. Los países ajenos a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) representarán el 90% del crecimiento demográfico, el 70% del aumento de la producción económica y el 90% del crecimiento de la demanda de energía de 2010 a 2035, según la AIE. Las decisiones que se hagan respecto de las tecnologías en abasto de energía en infraestructura y manufactura, construcción, agricultura y transporte determinarán qué tipo de mundo heredarán nuestros hijos y nietos. En efecto, una de las pocas formas en que los países en desarrollo pueden evitar atascarse en los hidrocarburos es saltarse esa etapa de su desarrollo y pasar directamente a las fuentes alternas de energía.
Por desgracia, los mercados emergentes están muy ocupados atorándose en tecnologías e infraestructura que requieren uso intensivo de hidrocarburos. Las megalópolis indias, como Nueva Delhi, están rodeadas de extensos suburbios y ciudades satélites, lo que fomenta la posesión de automóviles debido a la falta de transporte público. Tan solo en Nueva Delhi, 1 mil 400 autos más salen a las calles cada día. Eso crea más demanda de caminos, lo que, a su vez, fomenta las compras de automóviles. En lugar de establecer políticas amplias para limitar el uso de automóviles, el gobierno indio ha intentado que sean más baratos y más fáciles de adquirir.
Beijing y otras grandes ciudades chinas sufren del mismo malestar. Un estudio del Banco Mundial de 2009 arrojó que las amplias inversiones en caminos cerca de Beijing habían fomentado y acorralado un crecimiento urbano descontrolado, haciendo que las inversiones posteriores en transporte público fueran menos efectivas para reducir el kilometraje, el consumo de gasolina y las emisiones de bióxido de carbono de automóviles.
Los dos países siguen tomando malas decisiones en materia de abasto de energía. La India está aprovechando la abundancia de carbón barato para embarcarse en un plan enfocado a duplicar su generación de electricidad impulsada por carbón para 2020, la cual actualmente representa 60 por ciento de su total. Y esto a pesar de que las plantas de energía térmica de la India funcionan con uno de los índices de eficiencia más bajos del mundo. China también sigue dependiendo mucho del carbón, pese a los esfuerzos del gobierno por incrementar el uso de gas natural. Con unas cuantas excepciones, estos modelos de desarrollo apoyados en el uso intensivo de hidrocarburos se están reproduciendo por todo el mundo en desarrollo.
¿Cómo podemos neutralizar los efectos reforzadores que tiene el petróleo barato sobre el atasco en los hidrocarburos?
Una solución parcial es ir más allá de eliminar los subsidios a los combustibles fósiles, lo cual han hecho muchos países, e imponer también impuestos significativos a su consumo. Esto mitigaría el impacto negativo de los precios bajos del combustible fósil y fomentaría la exploración de alternativas a las tecnologías basadas en los hidrocarburos. Estos cambios serán costosos y políticamente impopulares, pero son necesarios. Los costos de la inacción son inimaginables.(S 21)
El carbón será el combustible fósil más popular en 2022
En siete años sobrepasará al petróleo, rey de esta categoría durante las últimas décadas, según la Agencia Internacional de Energía (IAE, por sus siglas en inglés).
El carbón está teniendo gran acogida en los países cuya industria comienza a despegar que necesitan una energía barata para mantener su rápido nivel de crecimiento. Así las cosas, la IAE prevé que el consumo de carbón aumentará de los 4.320 millones de toneladas actuales a los 4.400 millones en sólo cuatro años. Si la tendencia continúa, habrá sobrepasado al petróleo en menos de una década.
La IAE opina que China será el país que marque el curso del mercado del carbón, acaparando el 50% de la producción mundial y con un crecimiento de la demanda de entre un 2% (en el peor escenario posible) y un 3,7%. El organismo calcula también que en 2017, India se convertirá en el segundo mayor consumidor de este combustible fósil, de nuevo, tras los chinos.
Por otra parte, la mayoría de los países desarrollados, preocupados por la contaminación y el cambio climático, suelen intentar centrarse en las fuentes de energía ‘verdes’ como la eólica, la solar o la hidroeléctrica. Sin embargo, el consumo de carbón se sigue dando en ellos por su bajo precio.(Expansión)
Noruega invertirá para buscar petróleo
La petrolera estatal noruega Statoil invertirá unos $20 millones en la primera fase de exploración y explotación de hidrocarburos en Nicaragua, mediante cuatro convenios suscritos en Managua.
Francisco López, presidente de Petróleos de Nicaragua (PETRONIC), dijo a medios oficiales que los contratos autorizan las obras de exploración y explotación en un área aproximada de 16,000 kilómetros cuadrados en el Pacífico. Añadió que la inversión inicial será de $20 millones y Nicaragua tendrá una participación accionaria del 15 %.
El presidente Daniel Ortega se reunió el jueves en la noche con Nicholas Maden, representante legal de Statoil, y con otros representantes de la empresa que se encuentran de visita en el país. Ortega señaló que la inversión de Noruega “llega cuando hemos logrado consolidar la paz en Nicaragua y en Centroamérica”.
Statoil es la mayor empresa productora de crudo en el mundo, y opera en unas 2,000 estaciones de servicio en nueve países.
Según el Ministerio de Energía y Minas, Nicaragua cuenta con 104,122 kilómetros cuadrados disponibles para la exploración y explotación de hidrocarburos en el Pacífico y en el mar Caribe.(La Prensa Gráfica)
OPEP posiblemente mantendrá sin cambios niveles de producción en junio: delegado del Golfo
La OPEP probablemente dejará sus cuotas de producción sin cambios cuando se reúna la semana próxima, dado que el mercado global de crudo parece estar en buena forma y se espera que los precios se recuperen desde sus actuales niveles, dijo a Reuters un delegado del Golfo Pérsico en la organización.
Los precios del crudo Brent cerraron en 65,56 dólares el barril, lo que representó un alza de 2,98 dólares, o 4,8 por ciento, en el día.
“Es poco probable que la OPEP tome una decisión sobre los límites de producción por dos razones: la primera es que Rusia y otras naciones de fuera del cartel no han expresado su deseo de cooperar con disminuciones en la producción”, dijo el domingo el delegado.
“Y la segunda razón es que el mercado se está afirmando. Se espera que los precios continúen en sus actuales niveles y que probablemente suban. La demanda también está sólida y los inventarios están equilibrados. El mercado parece estar en buena forma”, declaró.
Los inventarios de crudo están por encima de su promedio de cinco años, pero las existencias de derivados del petróleo se encuentran dentro del promedio de cinco años, agregó el representante de los países del Golfo.
“Al final, por supuesto, la decisión final la tomarán los ministros (de las naciones miembros de la OPEP) cuando se reúnan”, añadió.
La próxima reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo está prevista para el 5 de junio.
(Reporte de Rania El Gamal. Editado en español por Marion Giraldo)(Yahoo)