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El desarrollo aguas abajo por Juan Carlos Zapata

Lo que gastaron fue saliva. Aguas abajo. Desarrollo aguas abajo del petróleo, el hierro, el aluminio. Tiempo de recodar aquellos discursos en los que presentaban un horizonte de siembra de plantas industriales, de pequeñas y medianas empresas, porque –afirmaban- jamás en el país se habían aprovechado los recursos naturales y los gringos, las potencias todas, se habían llevado el hierro, el petróleo, el aluminio. Y entonces cantaban la canción de Alí Primera -Contésteme Tío Juan. Pero nada. 12 años después. ¿Qué? Sí, ¿qué queda de Sidor, y de las empresas de aluminio en Guayana? ¿Y qué queda inclusive de lo que se había avanzado en desarrollo petrolero? Lo del desarrollo aguas abajo terminó transformándose en algo así como palo abajo. El país palo abajo. Por lo bajo y por los palos propinados, asestados, pegados, reventados, a la piñata de los recursos, de la plata y de la historia….Pura ilusión. Peor que ilusión. Engaño. Toda vez que ahora también se sabe que en medio de tanto discurso patriotero, la Chevron –símbolo del capitalismo transnacional- es la encargada de sacar adelante todo el proyecto de Petroindependencia en la Faja del Orinoco. El colmo. Un proyecto cuyo nombre evoca discursos de libertad, PDVSA lo entregó al manejo completo a la empresa de los Bush. Se trata del hobby petrolero asentado en Caracas. En la Campiña. Con nexos de primer eslabón con Houston. Todo ejecutándose en silencio, mientras a gritos se condena al imperio….Lo cual pasa por confirmar que el hobby oficial es la gastadera de saliva. Para tristeza. Para tragedia nacional…. Se gasta tanta saliva como dinero. Pues ayer nada más la Asamblea Nacional aprobó más deuda. ¿Y cuál es la correspondencia de esa deuda? El discurso oficial –o sea, más saliva- es que hay margen en la relación PIB-deuda. Claro, nunca como Grecia. Sin embargo, la deuda de Chávez no se traduce en desarrollo. No hay plantas industriales, ni siquiera para transformar la yuca, que era algo recurrente en los discursos del desarrollo endógeno…. Y que lo diga el ministro Giordani. Más poderoso que nunca. Recordado por repetir hasta el cansancio en aquellos primeros meses de periodo chavista su proyecto del Eje Fluvial Apure-Orinoco. De lo cual apenas hay en el inventario, unas cuantas fincas confiscadas en Apure, aún s in producción; pueblo azotados por el hampa, el sicariato, el narcotráfico, el contrabando, y los grupos violentos;  cuatro plantas procesadoras de leche y el mayor desorden administrativo, obra y gracia de un gobernador –Aguilarte- que visto el desastre tuvo que irse, lo obligaron a irse, pero quien vive protegido, sin temor a ningún proceso…Aguas abajo de Apure se llega al Orinoco y lo que se aprecia es más desastre. Ya no se habla del emporio de Guayana. Sino del imperio del derroche. La improvisación. Y la violencia. Por ahí sigue la ruta del delito…De eje fluvial, el Apure-Orinoco pasó a ser eje del mal que conecta con Monagas y Anzoátegui….En Monagas, el gobernador y el jefe del PSUV libran batalla a muerte. En las elecciones del año pasado acordaron el Gato Briceño y Diosdado Cabello dividirse las zonas de trabajo político. Les fue bien. Pero el pacto era artificial. El Gato golpea con lo que más le duele a Cabello. Con aquello del 11 de abril. Que el golpe de Cabello es donde el Gato también lo siente: que éste nunca ha sido rojo. Ambos se reservan los cartuchos finales. Los operadores financieros. Los contratistas. Todavía no se sacan esos trapos. Se airean lejos. Los operadores campean en Miami, en París, en República Dominicana en Nueva York. Aquí guardan silencio. Aunque en la Asamblea Nacional el diputado Cabello gasta saliva intentando despejar cualquier duda en torno. Y hasta dice estar dispuesto de despojarse de la inmunidad parlamentaria. Y el Gato que ya pasó por ahí, por consabida curul, se ríe, escuchando esas cosas. Cada quien en el chavismo sabe reír. Cada quien conoce los problemas del otro. Todo es asunto de saliva. Quién habla más. Quién menos. Quién convence. Quién grita. Quién insulta mejor…Un día de estos a alguien se le va a escapar una palabra de más. Y entonces va a reventar la cuerda.

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Lo que gastaron fue saliva. Aguas abajo. Desarrollo aguas abajo del petróleo, el hierro, el aluminio. Tiempo de recodar aquellos discursos en los que presentaban un horizonte de siembra de plantas industriales, de pequeñas y medianas empresas, porque –afirmaban- jamás en el país se habían aprovechado los recursos naturales y los gringos, las potencias todas, se habían llevado el hierro, el petróleo, el aluminio. Y entonces cantaban la canción de Alí Primera -Contésteme Tío Juan. Pero nada. 12 años después. ¿Qué? Sí, ¿qué queda de Sidor, y de las empresas de aluminio en Guayana? ¿Y qué queda inclusive de lo que se había avanzado en desarrollo petrolero? Lo del desarrollo aguas abajo terminó transformándose en algo así como palo abajo. El país palo abajo. Por lo bajo y por los palos propinados, asestados, pegados, reventados, a la piñata de los recursos, de la plata y de la historia….Pura ilusión. Peor que ilusión. Engaño. Toda vez que ahora también se sabe que en medio de tanto discurso patriotero, la Chevron –símbolo del capitalismo transnacional- es la encargada de sacar adelante todo el proyecto de Petroindependencia en la Faja del Orinoco. El colmo. Un proyecto cuyo nombre evoca discursos de libertad, PDVSA lo entregó al manejo completo a la empresa de los Bush. Se trata del hobby petrolero asentado en Caracas. En la Campiña. Con nexos de primer eslabón con Houston. Todo ejecutándose en silencio, mientras a gritos se condena al imperio….Lo cual pasa por confirmar que el hobby oficial es la gastadera de saliva. Para tristeza. Para tragedia nacional…. Se gasta tanta saliva como dinero. Pues ayer nada más la Asamblea Nacional aprobó más deuda. ¿Y cuál es la correspondencia de esa deuda? El discurso oficial –o sea, más saliva- es que hay margen en la relación PIB-deuda. Claro, nunca como Grecia. Sin embargo, la deuda de Chávez no se traduce en desarrollo. No hay plantas industriales, ni siquiera para transformar la yuca, que era algo recurrente en los discursos del desarrollo endógeno…. Y que lo diga el ministro Giordani. Más poderoso que nunca. Recordado por repetir hasta el cansancio en aquellos primeros meses de periodo chavista su proyecto del Eje Fluvial Apure-Orinoco. De lo cual apenas hay en el inventario, unas cuantas fincas confiscadas en Apure, aún s in producción; pueblo azotados por el hampa, el sicariato, el narcotráfico, el contrabando, y los grupos violentos;  cuatro plantas procesadoras de leche y el mayor desorden administrativo, obra y gracia de un gobernador –Aguilarte- que visto el desastre tuvo que irse, lo obligaron a irse, pero quien vive protegido, sin temor a ningún proceso…Aguas abajo de Apure se llega al Orinoco y lo que se aprecia es más desastre. Ya no se habla del emporio de Guayana. Sino del imperio del derroche. La improvisación. Y la violencia. Por ahí sigue la ruta del delito…De eje fluvial, el Apure-Orinoco pasó a ser eje del mal que conecta con Monagas y Anzoátegui….En Monagas, el gobernador y el jefe del PSUV libran batalla a muerte. En las elecciones del año pasado acordaron el Gato Briceño y Diosdado Cabello dividirse las zonas de trabajo político. Les fue bien. Pero el pacto era artificial. El Gato golpea con lo que más le duele a Cabello. Con aquello del 11 de abril. Que el golpe de Cabello es donde el Gato también lo siente: que éste nunca ha sido rojo. Ambos se reservan los cartuchos finales. Los operadores financieros. Los contratistas. Todavía no se sacan esos trapos. Se airean lejos. Los operadores campean en Miami, en París, en República Dominicana en Nueva York. Aquí guardan silencio. Aunque en la Asamblea Nacional el diputado Cabello gasta saliva intentando despejar cualquier duda en torno. Y hasta dice estar dispuesto de despojarse de la inmunidad parlamentaria. Y el Gato que ya pasó por ahí, por consabida curul, se ríe, escuchando esas cosas. Cada quien en el chavismo sabe reír. Cada quien conoce los problemas del otro. Todo es asunto de saliva. Quién habla más. Quién menos. Quién convence. Quién grita. Quién insulta mejor…Un día de estos a alguien se le va a escapar una palabra de más. Y entonces va a reventar la cuerda.

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