Fotos: las cinco armas de guerra más extrañas e inservibles
El Panjandrum. Fue un invento británico de la Segunda Guerra Mundial. Estaba compuesto por dos ruedas de tres metros de diámetro cubiertas de lanzacohetes. La idea era que tuviera capacidad de trasladarse por cualquier superficie, incluso sobre el agua, pero fracasó porque jamás pudo desplazarse con un mínimo de estabilidad.
El pavo real azul. Otro invento británico, de los años 50. Era una estructura que permitía enterrar bombas nucleares a varios metros de profundidad. Lo iban a poner en Alemania, previendo un potencial avance de tanques soviéticos. Su curiosidad era que incluía gallinas vivas para mantener la temperatura del compartimento y así evitar que se arruinara la bomba. Era tan disparatado que nunca llegó a implementarse
El buque Novgorod. Fue una “genialidad” rusa de fines del siglo XIX, pensada para enfrentar a las tropas otomanas. Era un barco militar de forma circular, lo que le permitiría disparar en todas direcciones sin tener que girar. El problema era que cada vez que un cañón se accionaba, empezaba a dar vueltas sin control. Sólo pudo operar anclado.
Torpedo Mark 14. Probablemente el mayor fiasco de la historia de la industria bélica estadounidense. Se pensó como un torpedo superpotente para enfrentar a los nazis en la Segunda Guerra, pero estaba tan mal diseñado que sólo acertaba el blanco en el 30% de los intentos. La mayor parte de las veces se desviaba en su trayectoria o explotaba antes de tiempo.
La bomba murciélago. Otro delirio de las Fuerzas Armadas estadounidenses, sólo que jamás llegó a implementarse. Aunque sí se había aprobado el proyecto inicialmente. Era, literalmente, una bomba de murciélagos. Se ideó para la guerra con Japón. Cada uno de los animales debía portar una pequeña bomba incendiaria, para sembrar el caos entre las tropas enemigas. No se llevó a cabo por su elevado costo