¿Se ha tomado en cuenta la diplomacia para un nuevo gobierno en 2012?
David Smolansky U.
@dsmolansky
La política exterior venezolana ha cambiado drásticamente desde 1998 hasta la actualidad. Venezuela hoy no forma parte de la Comunidad Andina de Naciones; espera entrar al Mercosur; ha creado Petrosur y Petrocaribe; artífice y financista del ALBA; figura en las cumbres Sur Sur; quiere crear una organización de las Américas y el Caribe sin Canadá y EE UU para sustituir a la OEA; nuestra Cancillería sirve también para alojar a los damnificados….
También hay que mencionar el acercamiento a Libia, Irán, Siria y Zimbawe. El bloque con Cuba, Nicaragua, Ecuador y Bolivia, ¿Qué pasará si Humala gana en Perú? Los convenios mil millonarios con China; Los miles de millones que aun no se le ha pagado a Rusia por la venta de armas; el discurso antiimperialista y EE UU sigue sin embajador en Caracas; los presuntos vínculos con grupos terroristas y el narcotráfico que tiene el gobierno nacional.
Ante este panorama, nos preguntamos, ¿Se ha tomado con verdadera seriedad el rol que juega actualmente Venezuela en el mundo? Ciertamente que muchas de las políticas de la cancillería nacional fracasan en el intento. Un ejemplo de ello es el mismo Humala que no quiere que lo asocien a Chávez aunque, como mencionábamos, no se sabe lo que pueda ocurrir si llega a ser presidente del Perú. Pero al menos en tiempos de campaña no resulta atractivo manifestar públicamente simpatía con el primer mandatario venezolano. Chávez quiere tapar sus supuestos vínculos con la guerrilla con esta luna de miel que tiene con Santos y la captura de Pérez Becerra, pero los movimientos afectos a la Revolución en Colombia y Venezuela han criticado duramente la extradición del canciller de las FARC a Colombia, muestra clara de la solidaridad que existe con estos grupos irregulares.
Estas reflexiones, nada distinto a lo que hemos escuchado en los últimos años, sí me llevan a un tema que es de urgencia para quienes trabajamos por la Unidad y un nuevo gobierno en 2012: redireccionar nuestra política exterior. Venezuela urge de un comportamiento diplomático serio, con visión de Estado y no ideológica. Necesita nutrirse de las innovaciones tecnológicas y generar confianza para que exista inversión extranjera y ésta genere empleo. Las embajadas, consulados y la Cancillería deben contar con los individuos mejores formados para que estén al servicio del Estado y no de un partido político. Los productos, industrias y empresas venezolanas deberían contar con la seguridad que debe brindar el Estado no solo para crecer en el país, sino para exportar y contribuir a la diversificación de la economía; no todo debe ser el petróleo, más allá de su estratosférico precio del barril. El nuevo gobierno debe lavarle la cara al país ante el mundo. Debe ser precavido, pero muy firme ante los presuntos guerrilleros que se encuentran deambulando por el territorio nacional. Debe aliarse, sin temor, con aquellas naciones que puedan contribuir con la seguridad y el incremento del comercio, respetando nuestra soberanía. Gobernar a partir de 2012 a nivel de Cancillería será un desafío tan difícil como lo es en materia de seguridad, salud, infraestructura y educación. Debemos estar a la altura y no ver las relaciones internacionales como algo lejano.