TelegramWhatsAppFacebookX

La última y emotiva entrevista de Oscar de la Renta

oscar-de-la-renta

Vía Últimas Noticias

La revista Caras de México publicó lo que sería la última entrevista realizada por un medio impreso al diseñador Oscar de la Renta donde habló de su trabajo, sus hijos y sus experiencias matrimoniales. 

La entrevista muestra un lado B de un personaje que siempre se mantuvo aferrado a la vida, que no le teme a la muerte y cuyo lema era “disfrutar al máximo cada día”. A continuación, reproducimos el texto de dicha plática. Al final de ésta, compartimos otra de sus últimas entrevistas, realizada por la periodista mexicana Adela Micha. 

En 1932, un niño nace en la República Dominicana. Crece con sus padres y sus seis hermanas y a los 18 años la isla le queda muy, pero muy chica. Entonces sale al mundo, se muda a Europa, comienza desde abajo, tiene la suerte de estar en el lugar correcto en el momento indicado, conoce a personas clave, consigue trabajos de ensueño, se vuelve uno de los reyes de la moda… Suena a lugar común, pero a final de cuentas, ¿qué gran personalidad no tiene una vida digna de cliché? Óscar tiene 80 años y hace 62 decidió abandonar Santo Domingo para estudiar pintura en la Academia de San Fernando en Madrid.

Sus hermanas y papás le dieron la bendición… su mamá fue la más valiente pues, debido a que padecía de esclerosis múltiple, sospechaba que no volvería a ver a su hijo. En un mundo en el que cualquiera pretende ser diseñador de modas (deportistas, cantantes, actrices y hasta protagonistas de reality shows aprovechando sus cinco minutos de fama), Óscar es de los pocos que se forjaron en el oficio.

Y no precisamente yendo a clases de corte y confección. Él aprendió de la talacha, como aprendiz en los talleres de dos de las casas de moda más importantes: Balenciaga y Lanvin-Castillo. Mientras estudiaba en la academia de artes, entró a Balenciaga como ilustrador y ahí tuvo la oportunidad de ver al mismísimo Cristóbal en acción. Unos años después, migró a Lanvin y comenzó en forma su carrera dentro del mundo de la moda. En 1963, su amiga y editora de Vogue, Diana Vreeland, le dio (quizás) el mejor consejo de su vida: que dejara de trabajar para Lanvin y lo hiciera para Elizabeth Arden, pues ella no era diseñadora y jamás lo eclipsaría. Dicho y hecho: Óscar colaboró con ella un par de años y, una vez que tuvo brillo propio, creó su propia marca (la cual ya tiene una línea de artículos de casa, ropa para niños, cosméticos y vestidos de novia).

En 1967 se casó con Françoise de Langlade, editora de Vogue Francia, con quien estuvo casado hasta 1983, cuando ella murió de cáncer. Un año después, De la Renta adoptó a su hijo Moisés cuando tenía 24 horas de nacido, pues pensó que jamás se volvería a casar y quería tener una familia. Pero como más rápido cae un hablador, un año después repitió la hazaña con Annette Engelhard, con quien aún comparte su vida y que funge como subdirectora del Metropolitan Museum de Nueva York.

Aunque Óscar adora nuestro país y jura que los mexicanos “son las personas más simpáticas del mundo”, jamás había figurado en una portada nacional, por lo que aprovechamos su aparición estelar en Gala Moda Nextel Mexico City 2013 para entrevistarlo. Nuestra cita con él es a las 11 de la mañana en el hotel Four Seasons. A las 10:45 aparece en el salón un señor alto, fuerte, con un bronceado perfecto y vestido impecablemente (toda su ropa se la hace un sastre en España), acompañado por Erika Bearman (mejor conocida como “OscarPRGirl”), su directora de comunicaciones y reina de las redes sociales. Al principio de la entrevista se porta serio, reservado.

Conforme avanza nuestra plática, se suelta mucho más, cuenta chistes, recita una poesía y canta –entonadísimo, a pesar de que tiene una gripa marca diablo– “acuérdate de Acapulco…”. Lo que comienza como un cuestionario sobre el futuro del negocio y otras formalidades, se vuelve una plática íntima en la que Óscar cuenta de sus esposas (¡las dos nacieron un 24 de diciembre!), los beneficios de trabajar con su hijastra y el esposo de ésta, la segunda oportunidad que le brindó a John Galliano, su momento de fan al toparse con Ava Gardner, su enfermedad… pero sobre todo, vimos el lado B de un señor que está aferrado a la vida, que no le teme a la muerte y cuyo lema es “disfrutar al máximo cada día”.

–¡A sus 80 años, sigue trabajando! La mayoría de sus contemporáneos ya están retirados o simplemente ya no están.

Lagerfeld es mayor que yo y todavía está trabajando. Creo que hoy en día estoy haciendo un mucho mejor trabajo que el que hacía hace 20 años por la sencilla razón de que ya tengo mucha más experiencia. Tengo una gran pasión por lo que hago y sé que el día que diga “ya lo sé todo”, me tendría que ir. Es un gran privilegio poder vestir a una mujer que es totalmente dueña de su destino, de sus decisiones y de su vida. Cuando yo entré al mundo de la moda no era así.

–Su hijastra y su esposo (Eliza y alex bolen) son directivos en su empresa. ¿Cómo es trabajar con su familia?

Sabemos que somos mortales y una gran preocupación que me rondaba era qué pasaría con la marca cuando yo ya no estuviera aquí. Ahora que mi familia está ahí, súper involucrada, veo una visión diferente para el negocio y sé que seguirán al pie de la letra la misión de Óscar de la Renta.

–¿Dónde vive?

Trabajo en New York, pero mi residencia espiritual y emocional es mi casa de campo en Connecticut. También mi casa en la República Dominicana porque es mi país. Eso sí, me gustaría tener casa en México.

–¡Ha tenido matrimonios muy largos! ¿Cuál es la clave del éxito marital?

Yo he estado casado dos veces. Estuve con mi primera esposa 18 años hasta que ella murió de cáncer. Era una mujer extraordinaria y la actual también. He tenido la suerte de que mis dos experiencias matrimoniales han sido maravillosas. Las dos son muy, muy diferentes, pero mira lo curioso, tenían la misma edad y nacieron el mismo día, ¡el 24 de diciembre! O sea que las dos son capricornio y yo soy cáncer. Mi esposa actual es una mujer súper inteligente, muy involucrada en el arte y de hecho es subdirectora del Museo Metropolitano de Nueva York. Tenemos una vida muy llena que compartimos con muchos amigos.

–¿Y le hace vestidos especiales?

Mmmmmmmmm, no siempre. Mi mujer es muy complicada para vestirse. A veces no le gusta lo que yo hago. Pero me gusta eso, porque es importante tener a un buen crítico de tu labor, alguien que te empuje todo el tiempo.

–Actualmente, la mayoría de las casas de moda pertenecen a grandes conglomerados, como lvmh (Louis Vuitton Moët Heness). ¿Cómo se ha mantenido independiente?

He tenido muchas ofertas de vender mis negocios, pero en realidad eso es una navaja de dos filos: mucho dinero y poco control. Y yo soy un control freak. Pero actualmente, las grandes marcas no son como lo que yo hago, son más bien de accesorios. De hecho, estuve hablando con Alex (el director de la marca y esposo de su hijastra Eliza) sobre el mercado latinoamericano, y nos dimos cuenta de que mi ropa es demasiado cara para venderse aquí porque los impuestos son muy altos. Además, la mujer que puede comprar esos vestidos lo hace en el extranjero.

En su reciente desfile en el Fashion Week de Nueva York, le dio la oportunidad a John Galliano de trabajar con usted en su taller…

John es un hombre extraordinario. Lo conozco hace casi 35 años y tiene un inmenso talento. Desgraciadamente, él tenía problemas personales y cometió un error. Ya tiene dos años curándose y lo invité a mi estudio para ayudarlo a reintegrarse al mundo de la moda. ¡La pasamos fantásticamente! Cuando él llegó, yo ya tenía más de 75 vestidos de la colección hecha, pero la pasamos muy bien. Es muy importante tener un ojo que te reta, pero además él es simpatiquísimo. ¿Quién no ha cometido un error en su vida? A mí me encantaría que John volviera y trabajara conmigo, pero no sabemos qué vaya a pasar. Él tiene que hacer más cosas para que su perdón sea concedido públicamente, porque él está consciente de que lo que hizo está muy mal.

TelegramWhatsAppFacebookX

oscar-de-la-renta

Vía Últimas Noticias

La revista Caras de México publicó lo que sería la última entrevista realizada por un medio impreso al diseñador Oscar de la Renta donde habló de su trabajo, sus hijos y sus experiencias matrimoniales. 

La entrevista muestra un lado B de un personaje que siempre se mantuvo aferrado a la vida, que no le teme a la muerte y cuyo lema era “disfrutar al máximo cada día”. A continuación, reproducimos el texto de dicha plática. Al final de ésta, compartimos otra de sus últimas entrevistas, realizada por la periodista mexicana Adela Micha. 

En 1932, un niño nace en la República Dominicana. Crece con sus padres y sus seis hermanas y a los 18 años la isla le queda muy, pero muy chica. Entonces sale al mundo, se muda a Europa, comienza desde abajo, tiene la suerte de estar en el lugar correcto en el momento indicado, conoce a personas clave, consigue trabajos de ensueño, se vuelve uno de los reyes de la moda… Suena a lugar común, pero a final de cuentas, ¿qué gran personalidad no tiene una vida digna de cliché? Óscar tiene 80 años y hace 62 decidió abandonar Santo Domingo para estudiar pintura en la Academia de San Fernando en Madrid.

Sus hermanas y papás le dieron la bendición… su mamá fue la más valiente pues, debido a que padecía de esclerosis múltiple, sospechaba que no volvería a ver a su hijo. En un mundo en el que cualquiera pretende ser diseñador de modas (deportistas, cantantes, actrices y hasta protagonistas de reality shows aprovechando sus cinco minutos de fama), Óscar es de los pocos que se forjaron en el oficio.

Y no precisamente yendo a clases de corte y confección. Él aprendió de la talacha, como aprendiz en los talleres de dos de las casas de moda más importantes: Balenciaga y Lanvin-Castillo. Mientras estudiaba en la academia de artes, entró a Balenciaga como ilustrador y ahí tuvo la oportunidad de ver al mismísimo Cristóbal en acción. Unos años después, migró a Lanvin y comenzó en forma su carrera dentro del mundo de la moda. En 1963, su amiga y editora de Vogue, Diana Vreeland, le dio (quizás) el mejor consejo de su vida: que dejara de trabajar para Lanvin y lo hiciera para Elizabeth Arden, pues ella no era diseñadora y jamás lo eclipsaría. Dicho y hecho: Óscar colaboró con ella un par de años y, una vez que tuvo brillo propio, creó su propia marca (la cual ya tiene una línea de artículos de casa, ropa para niños, cosméticos y vestidos de novia).

En 1967 se casó con Françoise de Langlade, editora de Vogue Francia, con quien estuvo casado hasta 1983, cuando ella murió de cáncer. Un año después, De la Renta adoptó a su hijo Moisés cuando tenía 24 horas de nacido, pues pensó que jamás se volvería a casar y quería tener una familia. Pero como más rápido cae un hablador, un año después repitió la hazaña con Annette Engelhard, con quien aún comparte su vida y que funge como subdirectora del Metropolitan Museum de Nueva York.

Aunque Óscar adora nuestro país y jura que los mexicanos “son las personas más simpáticas del mundo”, jamás había figurado en una portada nacional, por lo que aprovechamos su aparición estelar en Gala Moda Nextel Mexico City 2013 para entrevistarlo. Nuestra cita con él es a las 11 de la mañana en el hotel Four Seasons. A las 10:45 aparece en el salón un señor alto, fuerte, con un bronceado perfecto y vestido impecablemente (toda su ropa se la hace un sastre en España), acompañado por Erika Bearman (mejor conocida como “OscarPRGirl”), su directora de comunicaciones y reina de las redes sociales. Al principio de la entrevista se porta serio, reservado.

Conforme avanza nuestra plática, se suelta mucho más, cuenta chistes, recita una poesía y canta –entonadísimo, a pesar de que tiene una gripa marca diablo– “acuérdate de Acapulco…”. Lo que comienza como un cuestionario sobre el futuro del negocio y otras formalidades, se vuelve una plática íntima en la que Óscar cuenta de sus esposas (¡las dos nacieron un 24 de diciembre!), los beneficios de trabajar con su hijastra y el esposo de ésta, la segunda oportunidad que le brindó a John Galliano, su momento de fan al toparse con Ava Gardner, su enfermedad… pero sobre todo, vimos el lado B de un señor que está aferrado a la vida, que no le teme a la muerte y cuyo lema es “disfrutar al máximo cada día”.

–¡A sus 80 años, sigue trabajando! La mayoría de sus contemporáneos ya están retirados o simplemente ya no están.

Lagerfeld es mayor que yo y todavía está trabajando. Creo que hoy en día estoy haciendo un mucho mejor trabajo que el que hacía hace 20 años por la sencilla razón de que ya tengo mucha más experiencia. Tengo una gran pasión por lo que hago y sé que el día que diga “ya lo sé todo”, me tendría que ir. Es un gran privilegio poder vestir a una mujer que es totalmente dueña de su destino, de sus decisiones y de su vida. Cuando yo entré al mundo de la moda no era así.

–Su hijastra y su esposo (Eliza y alex bolen) son directivos en su empresa. ¿Cómo es trabajar con su familia?

Sabemos que somos mortales y una gran preocupación que me rondaba era qué pasaría con la marca cuando yo ya no estuviera aquí. Ahora que mi familia está ahí, súper involucrada, veo una visión diferente para el negocio y sé que seguirán al pie de la letra la misión de Óscar de la Renta.

–¿Dónde vive?

Trabajo en New York, pero mi residencia espiritual y emocional es mi casa de campo en Connecticut. También mi casa en la República Dominicana porque es mi país. Eso sí, me gustaría tener casa en México.

–¡Ha tenido matrimonios muy largos! ¿Cuál es la clave del éxito marital?

Yo he estado casado dos veces. Estuve con mi primera esposa 18 años hasta que ella murió de cáncer. Era una mujer extraordinaria y la actual también. He tenido la suerte de que mis dos experiencias matrimoniales han sido maravillosas. Las dos son muy, muy diferentes, pero mira lo curioso, tenían la misma edad y nacieron el mismo día, ¡el 24 de diciembre! O sea que las dos son capricornio y yo soy cáncer. Mi esposa actual es una mujer súper inteligente, muy involucrada en el arte y de hecho es subdirectora del Museo Metropolitano de Nueva York. Tenemos una vida muy llena que compartimos con muchos amigos.

–¿Y le hace vestidos especiales?

Mmmmmmmmm, no siempre. Mi mujer es muy complicada para vestirse. A veces no le gusta lo que yo hago. Pero me gusta eso, porque es importante tener a un buen crítico de tu labor, alguien que te empuje todo el tiempo.

–Actualmente, la mayoría de las casas de moda pertenecen a grandes conglomerados, como lvmh (Louis Vuitton Moët Heness). ¿Cómo se ha mantenido independiente?

He tenido muchas ofertas de vender mis negocios, pero en realidad eso es una navaja de dos filos: mucho dinero y poco control. Y yo soy un control freak. Pero actualmente, las grandes marcas no son como lo que yo hago, son más bien de accesorios. De hecho, estuve hablando con Alex (el director de la marca y esposo de su hijastra Eliza) sobre el mercado latinoamericano, y nos dimos cuenta de que mi ropa es demasiado cara para venderse aquí porque los impuestos son muy altos. Además, la mujer que puede comprar esos vestidos lo hace en el extranjero.

En su reciente desfile en el Fashion Week de Nueva York, le dio la oportunidad a John Galliano de trabajar con usted en su taller…

John es un hombre extraordinario. Lo conozco hace casi 35 años y tiene un inmenso talento. Desgraciadamente, él tenía problemas personales y cometió un error. Ya tiene dos años curándose y lo invité a mi estudio para ayudarlo a reintegrarse al mundo de la moda. ¡La pasamos fantásticamente! Cuando él llegó, yo ya tenía más de 75 vestidos de la colección hecha, pero la pasamos muy bien. Es muy importante tener un ojo que te reta, pero además él es simpatiquísimo. ¿Quién no ha cometido un error en su vida? A mí me encantaría que John volviera y trabajara conmigo, pero no sabemos qué vaya a pasar. Él tiene que hacer más cosas para que su perdón sea concedido públicamente, porque él está consciente de que lo que hizo está muy mal.

Todavia hay más
Una base de datos de mujeres y personas no binarias con la que buscamos reolver el problema: la falta de diversidad de género en la vocería y fuentes autorizadas en los contenidos periodísticos.