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Zulianos dejan sus trabajos para “bachaquear”

Bachaqueo


Ronna Rísquez

@ronnarisquez

Maracaibo. Especial para Runrun.es

En el Zulia el contrabando acabó con todo. Además de la comida, las medicinas y el combustible, este lucrativo negocio –para muchos más rentable que el narcotráfico- se ha ido apropiando de la mano de obra no calificada y del sector de servicios. Taxistas y personal de limpieza o domésticas ahora prefieren dedicarse al bachaqueo.

Después de una hora de espera en el Lobby del Hotel Maruma, el empleado repite apenado: “Disculpe pero no se consiguen taxis. Los taxistas están bachaqueando”.

La respuesta, contundente y sin titubeos, no tiene explicación en el pensamiento de una caraqueña. Pero para los zulianos la ecuación es simple: Llenar un tanque de gasolina cuesta entre 5 y 6 bolívares, y lo venden hasta en 400 veces su valor, sin siquiera salir de Maracaibo. En una sola operación obtienen lo que ganan en una agotadora y riesgosa jornada de 10 carreritas diarias a 200 bs. cada una.

“Aquí mismito en Maracaibo hay unos centros donde llevas la gasolina y te pagan. Yo no los conozco, pero es lo que dicen…”, explica Eudo, taxista de una línea de La Limpia. Aunque asegura que ni él ni sus compañeros de asociación han incursionado en el contrabando de combustible, agrega que tiene algunos conocidos que decidieron cambiar el trajín diario del ruleteo y las colas por el bachaqueo. Esa gasolina luego es llevada de contrabando a Colombia, donde su valor se multiplica.

Gilberto Gudiño, presidente de la Unión Empresarial del Comercio y los Servicios del estado Zulia, confirma la especie y calcula que la oferta de taxis en la región se ha reducido en 70%. Principalmente en los municipios Maracaibo, Miranda, Santa Rita, Cabimas, San Francisco y Lagunillas.

El empresario explica que es más rentable vender en Colombia o en cualquier país fronterizo todos los productos subsidiados o comprados con dólares preferenciales, -entre ellos la gasolina- que vivir del salario mínimo. “Esto es una distorsión. El exceso de controles lo único que genera es distorsión, donde el Estado percibe que luego de 11 años de control de cambio el salario mínimo del venezolano es de 675 dólares cuando en realidad es de 53 dólares. Eso explica porque la señora de la limpieza o el taxista prefieren salir a bachaquear”.

Bachaqueo es la denominación que le dan los zulianos al contrabando. Esa actividad toma su nombre de la acción del bachaco (un tipo de hormiga grande) que se caracteriza por llevar un gran volumen de carga de un lado a otro. En este caso consiste en la compra masiva y constante de productos regulados para venderlos con sobre precio al otro lado de la frontera. La mercancía se obtiene y se pasa en pequeñas cantidades, pero el volumen de personas dedicadas a esta actividad la convierte en una “industria” de grandes proporciones.

Escasez de domésticas

Al igual que la leche, el aceite y los pañales, las mujeres que se ocupaban del trabajo doméstico por día también han desaparecido de la cotidianeidad zuliana. “Lucy no vino más. Tengo como cinco meses sin nadie que me ayude en la casa. El otro día le pregunte a Josefina: ‘¿qué pasó con Lucy?’ y me respondió: ‘está bachaqueando”, relató Noby Valbuena, una ama de casa que pagaba 300 bs el día a la joven guajira que la ayudaba en las tereas del hogar.

La experiencia se repite entre grupos de clase media zuliana. “Tengo una amiga que la muchacha le iba por día y le pagaba 300 bs. Un día le dijo que iba dejar de trabajar en casas de familia porque le daba más dinero ser bachaquera”, cuenta Leila Triggiano, fisioterapeuta.

En este caso la operación matemática también es sencilla y clara.  “Se paran a las 5:00 am a hacer cola afuera de los supermercados, pueden hacer entre tres y cuatro colas en un día y les pagan 250 bs por cola”, explica María Alejandra Borges, directora de Mercadeo de una empresa en Maracaibo.

En esta forma de bachaqueo, la persona que cobra por hacer la cola solo se encarga de guardar el puesto a un grupo que luego ingresa al automercado a comprar la comida que sacarán como contrabando a Colombia. Otra “modalidad” es el bachaqueo por productos. “Entran al supermercado a comprar los productos a precio regulado y luego los revenden tres o cuatro veces más caro de lo que les costó”, apunta Borges. Esto es común en los mercados Las Playitas y Las Pulgas, del centro de la ciudad.

Para Gudiño lo que ocurre es que: “El venezolano está buscando recuperar su poder adquisitivo yéndose a la economía informal o ilegal, como el contrabando, arriesgando su vida y su libertad”.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística para el segundo semestre de 2013 más de la mitad de la población activa del estado Zulia, 52,6%, se ubicaba en el sector informal de la economía, unas 896.447 personas; mientras que 177.428 eran población desocupada.

Esta realidad también afecta a los sectores industrial y agrícola. “Cada vez es más difícil conseguir gente para trabajar en Maracaibo en puestos que pagan salario mínimo”, explicó el gerente de Recursos Humanos de una empresa de consumo masivo que tiene sucursal en esa entidad. Algunos ganaderos y hacendados también reportan dificultades para conseguir parejas de jornaleros. La razón es la misma en todos los casos: para la mayoría de estas personas es más rentable el bachaqueo.

Paciencia de bachaquero

Tendida sobre unos cartones en el piso del estacionamiento del Farmatodo de la Avenida 76, Marisol espera, junto a un grupo de aproximadamente 50 personas, a que llegue el camión con pañales. “Estamos aquí desde las 5:00 de la mañana y no nos vamos hasta que traigan los pañales”, asegura, mientras estira su cuerpo en el improvisado catre.

Conoce perfectamente la rutina de despacho y entrega de productos a la tienda, además está informada de lo que acaba de llegar en los comercios alrededor.  Marisol no es Guajira, es de piel blanca, tiene entre 25 a 30 años, y viste blue jean y franela. Sin embargo, para los dependientes de la tienda y los clientes que miran con desagrado al grupo “esos son bachaqueros y están aquí todo el tiempo porque la tienda está abierta las 24 horas. Una vez tratamos de sacarlos con la policía y partieron los vidrios para intentar saquear”, dijo una cajera del establecimiento.

Una de las compañeras de Marisol, vestida con bata guajira, asegura que no son bachaqueros y afirma que los pañales que quiere comprar son para su hijo pequeño. A diferencia de las otras indígenas que están en el lugar, ella no lleva ningún bebé en brazos. La mujer de unos 40 años de edad, está convencida de que los pañales llegarán. “El camión siempre viene martes, jueves y sábado”, afirma.

Hasta la semana pasada los pañales, el aceite y el jabón de lavar eran los productos más buscados por los zulianos. Los pañales los vendían en los barrios de Maracaibo a Bs. 45 por unidad. Esta semana el gobierno oficializó un ajuste en los precios de estos rubros.

¿De quién es el negocio?

Estos son los rostros visibles de una industria cuyos verdaderos cabecillas y beneficiarios no se conocen. Elíseo Fermín, diputado a la Asamblea legislativa de Zulia afirma que: “en el negocio están metidos los factores que deberían controlar el contrabando. Las trochas por las que se saca la comida y la gasolina están en el municipio Páez y para llegar allí hay que cruzar el río Limón y esa es una zona tomada y controlada por los militares”.

El parlamentario regional, que se ha dedicado a investigar este delito, asegura que el bachaqueo se ha fortalecido, entre otras cosas, por el debilitamiento del bolívar frente al peso, pues el negocio es convertir en dólares algo que tienes en bolívares. “Extraoficialmente se dice que la gasolina es para los irregulares colombianos (guerrilla y paramilitares) que se ocupan de la comercialización final”.

La fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, informó este miércoles que 390 personas han sido detenidas en el país, entre ellas 17 efectivos militares, por el delito de contrabando.

DATOS

– Según el INE la tasa de desempleo en el estado era de 9,6 para el segundo semestre de 2013.

– Cifras del INE indican que entre los años 2001 y 2013 la cantidad de patronos o empleadores en Zulia se redujo en 41%, de 57.089 empleadores pasaron a 33.928.

– El 14 de julio el gobierno nacional inició en el estado Zulia la instalación del sistema biométrico de abastecimiento para controlar con captahuellas la compra de 20 productos regulados de la cesta básica y así combatir el bachaqueo.

– Con base al censo de 2011, Zulia es el estado con más pobres en el país, con 171.162 hogares en situación de pobreza.

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Bachaqueo


Ronna Rísquez

@ronnarisquez

Maracaibo. Especial para Runrun.es

En el Zulia el contrabando acabó con todo. Además de la comida, las medicinas y el combustible, este lucrativo negocio –para muchos más rentable que el narcotráfico- se ha ido apropiando de la mano de obra no calificada y del sector de servicios. Taxistas y personal de limpieza o domésticas ahora prefieren dedicarse al bachaqueo.

Después de una hora de espera en el Lobby del Hotel Maruma, el empleado repite apenado: “Disculpe pero no se consiguen taxis. Los taxistas están bachaqueando”.

La respuesta, contundente y sin titubeos, no tiene explicación en el pensamiento de una caraqueña. Pero para los zulianos la ecuación es simple: Llenar un tanque de gasolina cuesta entre 5 y 6 bolívares, y lo venden hasta en 400 veces su valor, sin siquiera salir de Maracaibo. En una sola operación obtienen lo que ganan en una agotadora y riesgosa jornada de 10 carreritas diarias a 200 bs. cada una.

“Aquí mismito en Maracaibo hay unos centros donde llevas la gasolina y te pagan. Yo no los conozco, pero es lo que dicen…”, explica Eudo, taxista de una línea de La Limpia. Aunque asegura que ni él ni sus compañeros de asociación han incursionado en el contrabando de combustible, agrega que tiene algunos conocidos que decidieron cambiar el trajín diario del ruleteo y las colas por el bachaqueo. Esa gasolina luego es llevada de contrabando a Colombia, donde su valor se multiplica.

Gilberto Gudiño, presidente de la Unión Empresarial del Comercio y los Servicios del estado Zulia, confirma la especie y calcula que la oferta de taxis en la región se ha reducido en 70%. Principalmente en los municipios Maracaibo, Miranda, Santa Rita, Cabimas, San Francisco y Lagunillas.

El empresario explica que es más rentable vender en Colombia o en cualquier país fronterizo todos los productos subsidiados o comprados con dólares preferenciales, -entre ellos la gasolina- que vivir del salario mínimo. “Esto es una distorsión. El exceso de controles lo único que genera es distorsión, donde el Estado percibe que luego de 11 años de control de cambio el salario mínimo del venezolano es de 675 dólares cuando en realidad es de 53 dólares. Eso explica porque la señora de la limpieza o el taxista prefieren salir a bachaquear”.

Bachaqueo es la denominación que le dan los zulianos al contrabando. Esa actividad toma su nombre de la acción del bachaco (un tipo de hormiga grande) que se caracteriza por llevar un gran volumen de carga de un lado a otro. En este caso consiste en la compra masiva y constante de productos regulados para venderlos con sobre precio al otro lado de la frontera. La mercancía se obtiene y se pasa en pequeñas cantidades, pero el volumen de personas dedicadas a esta actividad la convierte en una “industria” de grandes proporciones.

Escasez de domésticas

Al igual que la leche, el aceite y los pañales, las mujeres que se ocupaban del trabajo doméstico por día también han desaparecido de la cotidianeidad zuliana. “Lucy no vino más. Tengo como cinco meses sin nadie que me ayude en la casa. El otro día le pregunte a Josefina: ‘¿qué pasó con Lucy?’ y me respondió: ‘está bachaqueando”, relató Noby Valbuena, una ama de casa que pagaba 300 bs el día a la joven guajira que la ayudaba en las tereas del hogar.

La experiencia se repite entre grupos de clase media zuliana. “Tengo una amiga que la muchacha le iba por día y le pagaba 300 bs. Un día le dijo que iba dejar de trabajar en casas de familia porque le daba más dinero ser bachaquera”, cuenta Leila Triggiano, fisioterapeuta.

En este caso la operación matemática también es sencilla y clara.  “Se paran a las 5:00 am a hacer cola afuera de los supermercados, pueden hacer entre tres y cuatro colas en un día y les pagan 250 bs por cola”, explica María Alejandra Borges, directora de Mercadeo de una empresa en Maracaibo.

En esta forma de bachaqueo, la persona que cobra por hacer la cola solo se encarga de guardar el puesto a un grupo que luego ingresa al automercado a comprar la comida que sacarán como contrabando a Colombia. Otra “modalidad” es el bachaqueo por productos. “Entran al supermercado a comprar los productos a precio regulado y luego los revenden tres o cuatro veces más caro de lo que les costó”, apunta Borges. Esto es común en los mercados Las Playitas y Las Pulgas, del centro de la ciudad.

Para Gudiño lo que ocurre es que: “El venezolano está buscando recuperar su poder adquisitivo yéndose a la economía informal o ilegal, como el contrabando, arriesgando su vida y su libertad”.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística para el segundo semestre de 2013 más de la mitad de la población activa del estado Zulia, 52,6%, se ubicaba en el sector informal de la economía, unas 896.447 personas; mientras que 177.428 eran población desocupada.

Esta realidad también afecta a los sectores industrial y agrícola. “Cada vez es más difícil conseguir gente para trabajar en Maracaibo en puestos que pagan salario mínimo”, explicó el gerente de Recursos Humanos de una empresa de consumo masivo que tiene sucursal en esa entidad. Algunos ganaderos y hacendados también reportan dificultades para conseguir parejas de jornaleros. La razón es la misma en todos los casos: para la mayoría de estas personas es más rentable el bachaqueo.

Paciencia de bachaquero

Tendida sobre unos cartones en el piso del estacionamiento del Farmatodo de la Avenida 76, Marisol espera, junto a un grupo de aproximadamente 50 personas, a que llegue el camión con pañales. “Estamos aquí desde las 5:00 de la mañana y no nos vamos hasta que traigan los pañales”, asegura, mientras estira su cuerpo en el improvisado catre.

Conoce perfectamente la rutina de despacho y entrega de productos a la tienda, además está informada de lo que acaba de llegar en los comercios alrededor.  Marisol no es Guajira, es de piel blanca, tiene entre 25 a 30 años, y viste blue jean y franela. Sin embargo, para los dependientes de la tienda y los clientes que miran con desagrado al grupo “esos son bachaqueros y están aquí todo el tiempo porque la tienda está abierta las 24 horas. Una vez tratamos de sacarlos con la policía y partieron los vidrios para intentar saquear”, dijo una cajera del establecimiento.

Una de las compañeras de Marisol, vestida con bata guajira, asegura que no son bachaqueros y afirma que los pañales que quiere comprar son para su hijo pequeño. A diferencia de las otras indígenas que están en el lugar, ella no lleva ningún bebé en brazos. La mujer de unos 40 años de edad, está convencida de que los pañales llegarán. “El camión siempre viene martes, jueves y sábado”, afirma.

Hasta la semana pasada los pañales, el aceite y el jabón de lavar eran los productos más buscados por los zulianos. Los pañales los vendían en los barrios de Maracaibo a Bs. 45 por unidad. Esta semana el gobierno oficializó un ajuste en los precios de estos rubros.

¿De quién es el negocio?

Estos son los rostros visibles de una industria cuyos verdaderos cabecillas y beneficiarios no se conocen. Elíseo Fermín, diputado a la Asamblea legislativa de Zulia afirma que: “en el negocio están metidos los factores que deberían controlar el contrabando. Las trochas por las que se saca la comida y la gasolina están en el municipio Páez y para llegar allí hay que cruzar el río Limón y esa es una zona tomada y controlada por los militares”.

El parlamentario regional, que se ha dedicado a investigar este delito, asegura que el bachaqueo se ha fortalecido, entre otras cosas, por el debilitamiento del bolívar frente al peso, pues el negocio es convertir en dólares algo que tienes en bolívares. “Extraoficialmente se dice que la gasolina es para los irregulares colombianos (guerrilla y paramilitares) que se ocupan de la comercialización final”.

La fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, informó este miércoles que 390 personas han sido detenidas en el país, entre ellas 17 efectivos militares, por el delito de contrabando.

DATOS

– Según el INE la tasa de desempleo en el estado era de 9,6 para el segundo semestre de 2013.

– Cifras del INE indican que entre los años 2001 y 2013 la cantidad de patronos o empleadores en Zulia se redujo en 41%, de 57.089 empleadores pasaron a 33.928.

– El 14 de julio el gobierno nacional inició en el estado Zulia la instalación del sistema biométrico de abastecimiento para controlar con captahuellas la compra de 20 productos regulados de la cesta básica y así combatir el bachaqueo.

– Con base al censo de 2011, Zulia es el estado con más pobres en el país, con 171.162 hogares en situación de pobreza.

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