Con poder… ¡¡pero sin Autoridad!! por Capitán de Fragata (r) Antonio José Pérez Aguirre
En el Portal RURUNES apareció un artículo titulado ¿Firrr…? Las cartas del PSUV y ahora un mensaje del Ingeab indican molestias internas, en el cual se analiza el contenido de un comunicado emanado por el Inspector General de la Armada Bolivariana (INGEAB), el Vicealmirante Alberto Acosta Sotomayor, a quien conozco desde mis años de cadete en la extinta Escuela Naval de Venezuela, y de paso, con quien compartí aulas en la también fenecida Escuela Superior de Guerra Naval, cuando nos tocó cursar el XL Curso de Comando y Estado Mayor Naval. Vale la pena destacar que conozco de primera mano la calidad personal y profesional del actual INGEAB, a quien siempre le he guardado estima y respeto.
En mis poco más de 21 años como Oficial de la Armada de la República de Venezuela, me desempeñé a bordo de los buques de línea y auxiliares en los que tuve la honra de prestar mis servicios como oficial de Navegación y Comunicaciones. Aclarado lo anterior, como experto en comunicaciones navales, como oficial Diplomado en Estado Mayor Naval y como ciudadano venezolano preocupado por la situación actual y futura del país, analizo el contenido del comunicado en referencia.
El comunicado cumple con la forma de los Radiogramas (Mensaje Naval) de uso rutinario dentro de la Armada. Es un TUNES (Acrónimo para identificar a Todas las Unidades y Establecimientos de la Armada), a los cuales tienen acceso irrestricto todos los miembros de la Armada; su Clasificación de Seguridad es RESERVADO, lo cual se hace generalmente con las comunicaciones que tocan temas de administración de personal y disciplina. No tengo elementos de juicio para afirmar si las firmas y los sellos que aparecen en el comunicado sean o no los autorizados para su emisión. A mi entender, por la forma en que está redactado parece indicar que el comunicado no es forjado.
Evidentemente es un llamado de atención que le hace el Inspector General de la Armada a todo el componente por un acto de indisciplina manifiesta y por el no cumplimiento de las mínimas normas de cortesía ante la autoridad que presidió el acto. Esto está acorde con la misión de la Inspectoría General de la Armada Bolivariana, la cual “… es el máximo órgano supervisor del componente, al cual garantiza el estricto cumplimiento tanto de las leyes y reglamentos vigentes como de las órdenes, directivas y políticas emanadas por la superioridad, evalúa el desempeño institucional, apresto operacional, capacidad de reacción, eficiencia, seguridad, moral y disciplina en todos los comando, Unidades y Establecimientos Navales a fin de identificar las deficiencias, limitaciones y carencias para orientarlos hacia la subsanación de los mismos…” (http://www.armada.mil.ve/portal/index.php/inspectoria-general-de-la-armada-bolivariana , visitado el 07 de julio de 2014).
De acuerdo a la información aparecida en los medios de comunicación social, el acto militar que se celebró el día 9 de julio de 2014, fue la graduación conjunta. A ese acto suelen asistir además de los familiares de los oficiales recién graduados, comisiones de profesionales militares designados adscritos a las unidades acantonadas en la Gran Caracas. De ser esto cierto, no se justifica que se envíe un TUNES para llamarle la atención a todo un componente militar cuando la falta fue cometida sólo por un puñado de militares destacados en la capital de la República.
El comunicado está repleto de redundancias y está sobrecargado de calificativos, lo cual no es frecuente en escritos redactados por oficiales navales, quienes suelen destacarse por su elocuencia al escribir. No es de extrañar que esto ocurra debido a que desde hace más de tres lustros nos tienen asfixiados y contaminados con discursos oficiales saturados de prosopopeya, cacofonía y redundancia. Evidentemente la Armada y sus miembros no han escapado a ello.
Se centra en la indisciplina y la falta de respeto manifiesta de los miembros del componente naval al retirarse de un acto oficial presidido por la máxima autoridad del Estado, lo cual de por sí es un hecho muy grave, ya que en el fondo lo que manifiesta es un desconocimiento pasivo a la autoridad. Esto no es extraño al país, ya en días previos uno de los íconos más importantes de esta mal llamada revolución, el inefable Jorge Giordani, lo manifestó en su famosa misiva al indicar que “… resulta alarmante ver una Presidencia que no transmite liderazgo…” (http://www.aporrea.org/ideologia/a190011.html, revisado el 07 de julio de 2014), lo cual ha sido avalado y compartido por otros miembros del alto mando político del partido de gobierno.
Ahora bien, desde el punto de vista militar es interesante analizar el liderazgo a través del Poder y la Autoridad. Entendemos por liderazgo como el arte de influir sobre la gente para la consecución de objetivos comunes, y esto debemos hacerlo a través de la Autoridad y no del Poder, que son palabras que muchos tienden a confundir como sinónimos, lo cual es un error porque el significado de ambos términos son, desde el punto de vista filosófico, diametralmente opuestos.
El Poder se define como la capacidad de forzar o coaccionar a alguien, para que éste, aunque prefiera no hacer algo, haga nuestra voluntad debido a nuestra posición o fuerza; mientras que la Autoridad es el arte de conseguir que la gente haga voluntariamente lo que uno quiere debido a su influencia personal.
La gran diferencia entre el Poder y la Autoridad, es que el Poder te lo dan o te lo quitan, lo compras o lo vendes; y la Autoridad, por el contrario tiene que ver con lo que eres tu como persona, con tu carácter y con la influencia que has ido forjando con la gente a lo largo de tu vida personal y profesional.
A Nicolás Maduro lo empoderó el ex Presidente Chávez el 8 de diciembre de 2012, cuando en cadena nacional lo designó como su sucesor y pidió a sus seguidores que en caso de que “se presentara alguna circunstancia que lo inhabilite para continuar al frente… y se llama a elecciones, elijan a Nicolás Maduro como Presidente” (http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/121209/chavez-nombra-a-maduro-su-sucesor, visitado el 8 de julio de 2014).
Ya sabemos lo que sucedió, pero lo que no ha entendido Maduro y sus adláteres es que a él lo invistieron de Poder, pero no ha hecho nada para forjar su Autoridad, y para la conducción de las organizaciones piramidales como lo son la Fuerza Armada, las religiones monoteístas y los partidos políticos de corte estalinista, aunque el Poder es importante (mientras se tiene) lo más importante es tener Autoridad, lo primero sin lo segundo es una combinación inestable y explosiva. Sólo es cuestión de tiempo para ver sus delicados resultados.
Por lo visto a Maduro lo que le queda es hacer uso del Poder que evidentemente ejerce, pero no tiene Autoridad; y como dijo en su oportunidad Margareth Thatcher, ex Primera Ministro Británica: “…lo de tener poder es como lo de ser una Señora, si tienes que recordárselo a la gente, es malo, muy malo…”.