El IPI instó a Al Sisi conceder el indulto a los reporteros condenados por un tribunal egipcio
El Instituto Internacional de Prensa (IPI, por sus siglas en inglés) instó hoy al presidente de Egipto Abdel Fatah Al Sisi a conceder el indulto a los tres periodistas de Al Jazeera condenados a prisión el pasado 23 de junio.
Mohamed Fahmy, Peter Greste fueron sentenciados a 7 años, mientras que Baher Mohamed recibió una condena de 10 años de cárcel, sin que el tribunal que los juzgó tuviera evidencias que constituyan prueba suficiente para ser encarcelados.
La condena de los tres periodistas despertó la indignación en todo el mundo, lo que provocó una fuerte campaña que se desarrolla en las redes sociales, para presionar al régimen egipcio para que libere a los cronistas apresados.
Incluso el Departamento de Estado de los Estados Unidos se preocupó por el destino de Fahmy, Greste y Mohamed. John Kerry criticó las condenas a prisión de tres periodistas de la cadena de noticias Al Jazeera por parte de un tribunal:. “Injusticias como ésta no pueden tolerarse si Egipto va a avanzar de la forma en que el presidente (Abdel Fatah) Al Sisi y el ministro de Exteriores (Sameh) Shoukry me dijeron ayer que aspiran”.
Ahora, fue el IPI el que volvió a alzar su voz y reclamar el indulto y la inmediata liberación de los tres periodistas. El IPI es un organismo internacional que se dedica a la promoción y protección de los periodistas y la libertad de prensa, expresión y opinión en todo el mudo. Está compuesto por dueños de medios, editores, periodistas y académicos.
El australiano Greste, el egipcio-canadiense Fahmy y el egipcio Mohamed fueron detenidos en diciembre en su cuarto de hotel, desde donde cubrían las protestas que azotaban al país por la expulsión del presidente Mohamed Mursi. Los tres recibieron una sentencia de siete años, pero la corte le agregó tres más a Mohamed por un cargo separado de posesión de armas. El “arma” que Mohamed poseía era un casquillo de bala que había guardado como souvenir.
Al momento de su captura, las autoridades, que no contaban con ninguna evidencia, los acusó de asistir a los Hermanos Musulmanes, una organización que Egipto declaró terrorista y acusó de fabricar filmaciones con las cuales socavar la seguridad nacional del país. Los tres se declararon inocentes y aseguraron que sólo cumplían su labor como periodistas.
Además de ellos tres, otras 17 personas se encontraban acusadas por rebeldía. De ellas, 11 -entre las cuales había dos periodistas británicos y uno holandés– fueron acusadas in absentia y condenadas a diez años de prisión, tres a siete y dos fueron absueltas.
Este caso y los siguientes ataques a la libertad de expresión causaron un gran escándalo a nivel internacional. Numerosos gobiernos, grupos de organizaciones humanas y periódicos del mundo condenaron las acciones del Gobierno, a las que llamaron un ataque a la libertad de expresión y una grave violación a los derechos humanos. “Ninguna evidencia fue encontrada que sostenga los extraordinarios y falsos cargos contra ellos. Tenerlos detenidos 177 días es un escándalo. Sentenciarlos desafía la lógica, sentido y cualquier apariencia de justicia”, dijo el director ejecutivo de Al Jazeera, Al Anstey.
A continuación, la carta enviada a Al Sisi: