Alza del petróleo de esquisto de EEUU será el gran cambio, dice la AIE
Fuera de EEUU, los productores de petróleo no convencional aportarán 650.000 barriles diarios en los próximos cinco años
La expansión del petróleo de esquisto de Estados Unidos, que se duplicará de 2013 a 2019 y representará cinco millones de barriles diarios, pero también a una escala mucho menor la de otros países productores, será el cambio más significativo en los próximos cinco años en un mercado en el que el incremento de la demanda va a ralentizarse.
En su informe anual de perspectivas de medio plazo sobre el mercado petrolero publicado este martes, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) reconoce que la campaña militar lanzada la semana pasada por los grupos yihadistas en Irak plantea “considerable riesgos a la baja” para sus estimaciones sobre las expectativas de incremento de las extracciones en ese país.
Sobre todo, teniendo en cuenta que sus proyecciones hasta ahora -que la misma AIE califica de “conservadoras”- partían de la base de que Irak debería aportar tres quintas partes de la producción suplementaria de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en 2019, es decir, 1,28 millones de barriles más.
Los autores del informe hacen notar que las preocupaciones sobre la seguridad para este negocio se han incrementado en varios miembros de la OPEP, a lo que se vienen a añadir las amenazas para las inversiones de compañías internacionales.
Pero el elemento más sobresaliente del escenario que describen es la creciente presencia del crudo no convencional procedente esencialmente de Estados Unidos, que con cinco millones de barriles diarios puede pasar a ser exportador neto a finales de esta década.
La agencia considera que la experiencia exitosa de Estados Unidos con los yacimientos de esquisto constituye un caso único, pero augura en cualquier caso que otros países aportarán 650.000 barriles diarios de este petróleo no convencional en 2019.
De ese volumen, Canadá supondrá 390.000 barriles diarios, Rusia 100.000 barriles y Argentina 90.000 barriles.
Por lo que concierne a la demanda global de petróleo, la AIE calcula que crecerá a un ritmo del 1,3 % anual de media en los próximos cinco ejercicios, para alcanzar 99,1 millones de barriles diarios.
Más en detalle, el consumo de petróleo va a marcar en ese periodo un “punto de inflexión” a partir del cual el incremento va a empezar a desacelerarse debido a los elevados precios del barril, a las preocupaciones medioambientales, pero también a la existencia de otras alternativas energéticas más baratas.
Los responsables del informe puntualizan que eso no significa que en el escenario de esta previsión la demanda vaya a tocar techo (el “pico” sólo se espera en las llamadas economías “maduras”), pero sí que la subida se ralentiza.
Por lo que respecta al negocio del refino, la AIE avisa de que la industria afronta “un nuevo ciclo de débiles márgenes” a la vista de los planes de construcción de nuevas instalaciones.