El mayor impacto en estas elecciones lo tuvo el abstencionismo. En la Costa Atlántica, por ejemplo, fue de más del 70% y eso muestra la falta de cultura política del país, que es un desastre. Y eso es culpa de la clase política corrupta colombiana en donde el voto debe comprarse. Como no lo pagan, la gente no vota.
También hay que tener en cuenta la forma como se comporta el pueblo colombiano. Es una sorpresa que el electorado se incline más por la guerra que por darle a la paz la importancia que requiere. Esto habla muy mal de Colombia.
El expresidente Gaviria y el Partido Liberal son grandes perdedores; no tuvieron en cuenta otros líderes jóvenes y tampoco les funcionó el nepotismo. Otro gran perdedor fue Germán Vargas Lleras. Juan Manuel Santos se equivocó al haber nombrado como fórmula vicepresidencial a un candidato tan bogotano. Aunque en la Costa ganaron, fue algo que marcó porque, en efectos de imagen, es demasiado bogotano en un país de regiones. El reto fundamental del presidente-candidato es que replantee su campaña para la segunda vuelta.
El presidente-candidato no puede seguir hablando solo sobre la paz que se firma en La Habana, sino sobre cómo hacer para que este país sea sostenible en términos de paz. Él debe darle un vuelco a la campaña y hacer que la paz se vuelva un nuevo modelo de desarrollo.
Para el caso de Enrique Peñalosa, de la Alianza Verde, es claro que su partido, siendo relativamente nuevo, tiene unos problemas igual de graves a los partidos tradicionales. Se entusiasmaron con los resultados de la consulta interna en la que ganó Peñalosa y, aunque es buen administrador, es un mal político y esto no convenció.
Se está pagando el costo de varias cosas. Tratamos de hacer una tercería de partidos, de tener una consulta interpartidista (Polo Democrático, Alianza Verde, Dignidades Agropecuarias, entre otros), pero no encontramos el apoyo del Polo, ni de Peñalosa, quien no dejó meter candidatos de otro partido. Si se hubiese dado una consulta interpartidista, y en lugar de dos candidatos (Polo y Alianza Verde) hubiese sido uno, por lo menos se habría llegado a la segunda vuelta. Por el ego de cada partido es imposible hacer acuerdos.
Las ganadoras indiscutibles fueron Marta Lucía Ramírez y Clara López. Ellas han abierto el camino para que pronto haya una mujer en la Presidencia.
Papel en segunda vuelta
La alianza entre Ramírez con Zuluaga es una realidad, lo que no quiere decir que todos sus votos se vayan para allá, porque los votos no son endosables. En el caso del Polo y Clara López, ya la Unión Patriótica (movimiento de Aída Avella, candidata vicepresidencial de López) acaba de decir que apoyaría a Santos con la paz. Aún es muy apresurado hablar de lo que va a decir la izquierda y los peñalosistas, aunque algunos de estos últimos hablaron de que promoverían el voto en blanco.
Cecilia López