Candidatos colombianos centran debates en la crisis de Venezuela
Zuluaga y Ramírez son los más críticos en sus posiciones sobre el país
La crisis que atraviesa Venezuela es el espejo en el que ningún candidato presidencial de Colombia quiere ver a su país, por lo que en las últimas semanas las referencias o el silencio a situaciones como la escasez, la inseguridad, los ataques a la libertad de expresión o el “castro-chavismo”, desbordan la contienda de este 25 de mayo.
En algún gran mitin, a través de discursos, las redes sociales o entrevistas con la prensa, los cinco aspirantes a la Casa de Nariño han tenido que referirse a Venezuela para pasar de largo o tomarla como bandera electoral.
En unos casos algunos optaron por “la prudencia” mientras otros dijeron frontalmente que “Venezuela no es lo que quiero para Colombia”, como refería el candidato del uribista Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga.
“Hoy esa situación que le está ocurriendo a Venezuela mañana nos puede ocurrir a nosotros los colombianos”, comentó Zuluaga en marzo.
La aspirante del Partido Conservador, Marta Lucía Ramírez, aseguraba ayer que retirará a su país de la Unasur si gana las elecciones por el alineamiento, dijo, del organismo con el “socialismo del siglo XXI”.
“Yo retiraría a Colombia de Unasur. Ellos miran el socialismo del siglo XXI que tiene a Venezuela en el fracaso”, trinaba Ramírez en su Twitter, citó Efe.
Para la conservadora Unasur y la Celac “tienen a Venezuela en una ruptura democrática”.
Entre palabras e indirectas
La relación con el Gobierno de Venezuela es un tema sensible para los políticos en este campaña, conscientes de la hostilidad con que el Palacio de Miraflores recibe las críticas.
En diversas entrevistas candidatos como Enrique Peñalosa, de la Alianza Verde, han pasado de largo excusándose en la “sensibilidad del tema venezolano y su Gobierno”, como expresó en una entrevista con CNN en abril pasado, sin ocultar su preocupación por lo que ocurre “en el hermano país”.
Quien no ha evitado referirse a la crisis en Venezuela ha sido el expresidente Álvaro Uribe, que como escudero de Zuluaga viene advirtiendo que su candidato “es contrario al castro-chavismo de Santos, Petro, Maduro y las FARC”.
En una alocución en febrero pasado soltó que “nací sin sustos. (Nicolás) Maduro lo que tiene que saber es que nosotros no vamos a dejar que se venga para acá el chavismo”.
El presidente y candidato Juan Manuel Santos habla de “acatar un compromiso” que tiene con el Gobierno de Venezuela desde que llegó a la Casa de Nariño, en agosto de 2010, para evitar “que se venga lanza en ristre contra Colombia y volver a lo que teníamos hace cuatro años”, en referencia a la ruptura de relaciones con Caracas durante la era de Uribe.
Santos ha tenido que sentar posición y llegar a decir que “mienten flagrantemente (sus detractores) ¿De dónde diablos sacan lo de la entrega del país al castro-chavismo? No tiene ni pies ni cabeza”, como manifestó el pasado 11 de mayo.
A medida que se acercan las votaciones, la situación de Venezuela promete seguir flotando en los discursos de los candidatos, tomando en cuenta que el rol de facilitador que tiene Caracas en los actuales diálogos de paz con la guerrilla de las FARC en La Habana, Cuba.
A diferencia de 2010, cuando las tensiones entre ambos países fueron tema central en la agenda del debate electoral, el objetivo de los candidatos hoy es demostrar qué tan disímiles son del Gobierno venezolano y qué tanto se puede maniobrar ante la realidad que inexorablemente comparten.