En realidad, el título de ésta columna podría decir: Presidente Pepe Mujica. O Santos. O Humala O Rouseff. O de Centroamérica, donde tanto ayudamos en el pasado. Pero la centramos en la presidente (e) de Chile. O en los líderes políticos en gobierno o no, democráticos, de izquierda, centro o derecha, de tantos países de nuestra América que guardan silencio ante la continuada masacre contra la democracia que se vive en Venezuela. Por supuesto que no se trata de la “intervención en la soberanía nacional”, mismo argumento histérico y fariseo que usaban Pinochet, Galtieri o Videla, así como Fujimori, Somoza o “Chapita”, para rechazar los reclamos internacionales por sus crímenes. Mismo que ha usado por 50 años el muy intervencionista Fidel Castro. Se trataría de las presiones diplomáticas y políticas que se estilan para obligar al gobierno de Maduro a cesar en sus atropellos y a entender que no puede seguir ignorando, segregando, aplastando a por lo menos la mitad o más de Venezuela. Ni imponiendo su visión totalitaria del estado a cuenta de -según dictaminó el CNE- haber ganado unas elecciones. Que los Tratados Internacionales de DDHH y defensa de la democracia (incluyendo el de Mercosur, tan sensible a los militarismos) están para crear obligaciones supranacionales. Por eso se firmaron. Y lo firmamos. Pinochet, para justificar negar la “injerencia” de las ONG de DDHH decía: “agentes del comunismo internacional” Como aquí el gobierno dice: “agentes del imperio”. La misma porquería para violar los DDHH. Hoy vivimos una espantosa represión combinada entre fuerzas militares y policiales con grupos paramilitares tolerados. Nadie pide -ni aceptaríamos por ningún concepto- intervención extranjera alguna. Ya demasiado tenemos con la insolente injerencia cubana. Pedimos exigencia de respeto a la democracia y los DDHH. El resto lo debemos resolver democrática y civilizadamente los venezolanos entre nosotros mismos.
¿Cuántas decenas de miles de chilenos encontraron en Venezuela refugio para salvar sus vidas y rehacerlas durante la dictadura de Pinochet?. Los gobiernos democráticos (y las oposiciones de ellos) de la Venezuela de entonces “se fajaron” a respaldarlos y darles cobijo. Ninguno avaló a Pinochet. Todos lo cercaron, aunque no cerraron las embajadas para ayudar a los perseguidos. Un canciller venezolano de CAP usó la presión política y diplomática de su gobierno para sacar de la cárcel al líder comunista Luís Corvalán, cosa que Pinochet tuvo que hacer tragando amargo. ¿O no? Otro, canciller, también de CAP, usó el recurso para sacar del infamante maltrato a Orlando Letelier, canciller de Allende. Y a centenares de dirigentes políticos, sociales sindicales, ex ministros, funcionarios. Era cuestión de principios políticos democráticos. Y en eso nos unimos todos en la Venezuela diversa y plural que fuimos.
Miles de chilenos encontraron trabajo de calidad aquí porque los gobiernos (y sus oposiciones) facilitaron “atajos legales” para que entraran como profesores universitarios, periodistas, médicos o en sus distintos oficios. Porque la empresa privada también abrió puertas. Lo más importante: encontraron calor y solidaridad. La Venezuela amigable y didarachera los hizo suyos al punto que muchos no regresaron luego. Se “asimilaron”. Aquí funcionaron los “Comités de Solidaridad con Chile”, incluso con apoyo discreto del estado. Yo mismo ayudé en uno de ellos por algunos años. Artistas, intelectuales, gremialistas -la mayoría son hoy opositores sufriendo persecución u hostigamiento- les brindaron calor humano. ¿Por qué, entonces, ahora nos dan la espalda?. Puedo poner ejemplos argentinos, uruguayos, peruanos, de esa Centroamérica en la que tanto ayudamos en sus procesos de paz.
Que nadie me venga con el cuento falaz de “la oposición fascista de ultra derecha”. Eso es propaganda basura para criminalizar. Igual nos califican de “parásitos, majunches, escuálidos, apátridas, insectos”. En “cadena nacional” de radio y TV y desde el poder. Todos los días. Los mismos agravios -con sus variantes- que usaba Pinochet y que ha usado por décadas Fidel Castro. Ustedes, presidentes y/o dirigentes, saben que por definición el fascismo se ejerce desde y para un estado totalitario y con un fuerte componente militarista. Busquen aquí quien se parece más a eso. Pero en todo caso, la oposición venezolana, agrupada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD), es muy variopinta, como todas las alianzas en este tipo de circunstancias pero no hay en ella ningún partido de extrema derecha. Ninguno. Casi todos de centro, con muchos matices de social demócratas, social cristianos, de centro derecha democrática, humanistas, de izquierda progresista, partidos obreristas y hasta uno de izquierda marxista. Casi toda la intelectualidad de izquierda democrática, junto con la que no es de izquierda, incluyendo la universitaria, es parte de la MUD o cercana. Igual que un fuerte componente de líderes obreros y sindicales. Casi toda la dirigencia estudiantil y profesoral de las Universidades Públicas con larga tradición de lucha social. En Venezuela, por causas históricas que por motivos de espacio no podemos explicar hoy, nunca hubo partidos de derecha rancia o conservadora. Y no los hay.
Aquí todo es criminalizado. Si los obreros de Sidor, nuestra gran siderúrgica hoy arruinada como toda la industria estatal, declaran una huelga hartos de ver violados sus derechos, Maduro hace una “cadena” y los insulta llamándolos parásitos y diciendo que son pagados por la embajada gringa. Los amenaza con militarización. Y expulsa dos diplomáticos para darle sustento al show. ¿Saben que hay más de 300 dirigentes sindicales sometidos a juicios en tribunales por los normales y legales conflictos laborales? Bastantes de éstos han sido chavistas. Pregunten en la OIT. ¿Eso lo hace un gobierno “obrerista, socialista”? Si los estudiantes protestan en las calles -nada más natural en la vida- Maduro desata una feroz represión, los acusa de “fraguar un golpe de estado” (aunque los golpes de estado, como ustedes saben, los dan militares y esos están hoy en el gobierno).
Para que la voz de la denuncia, de la protesta social o política, del reclamo y la opinión disidente sea silenciado, el gobierno cierra canales de TV y emisoras de radio, compra otros canales mediante sus “boli-burgueses”, expulsa de las “cableras” a canales internacionales de noticias y niega la compra de dólares (de los que tiene monopolio) para el papel prensa ahogando a los periódicos que reducen gravemente su paginación para alargar su existencia. Y tiene un verdadero “latifundio” de medios radioeléctricos: más de 7 canales nacionales de TV y 700 emisoras de radio en manos del gobierno que solo transmiten propaganda oficial en lugar de información, censuran toda protesta social y criminalizan a la disidencia. La censura -y la autocensura- es lo que abunda. Ningún canal coloca como noticia las protestas o lo que argumentan líderes estudiantiles o políticos. Un casi total “black out” informativo todos los días. Los espacios y medios libres –unas pocas emisoras de radio que resisten y varios impresos- escasean más que los alimentos de la dieta básica gracias a la desindustrialización y a la destrucción del agro. Somos el país de América con mas inflación, mas escasez, mas dependencia de las importaciones (incluso gasolina de EEUU), mas deuda externa y menos dólares disponibles pese al barril de petróleo a 100 dólares. ¡Y el segundo con mas homicidios!. Si, tenemos parlamento, pero con 52% de los votos, tenemos solo 40% de diputados. Y ya ustedes saben a lo que los someten. Han visto episodios. Tienen coraje y aguante nuestros diputados.
¡Necesitamos equilibrios democráticos! No más criminalización. No más estado totalitario. No más presos políticos. Recuperar la libertad de prensa de la que queda muy poco. Rescatar las libertades sindicales. Respeto a la actividad política, gremial sindical. Todas las instituciones del estado están férreamente controladas por el partido político de gobierno. No hay mucho a dónde acudir o apelar para reclamar derechos políticos, sociales, laborales, de expresión ni a donde reclamar por corrupción. Queremos una democracia de tolerancia, de convivencia, plural, de alternabilidad, de equilibrios y derechos. Nada de eso lo va a resolver nadie de afuera ni queremos que nadie lo resuelva por nosotros, pero si necesitamos ayuda para obligar a un diálogo real y que la conculcación de la democracia -mas allá de los formalismos- no sea avalada. Con lágrimas en los ojos, las de millones, les digo: ¿Por qué nos dejan solos si los venezolanos siempre fuimos solidarios y les tendimos la mano y el abrazo cuando lo necesitaron?
TIP 1: No hubo “mega-marcha”. No encontraron trabajadores para hacerla. Maduro la anunció en cadena la noche del miércoles. “Será la más grande de la historia en Guayana”, dijo, “Mañana jueves haremos la “madre de todas las marchas obreras”. La ratificaron con mucha “bomba” ministros, patronos-presidentes de empresas y el gobernador. Pero no la pudieron hacer. Reunieron a desempleados y tercerizados en Sidor y Alcasa. Les ofrecieron empleo en nómina fija. Los dieron camisas de la empresa para disfrazar. Pero fue tan fría la respuesta que terminaron por hacer una concentración de no más de mil activistas del partido ante la Fiscalía. Hay mucho rechazo en todas las empresas, incluso entre los chavistas donde crece el descontento. Muy pocos quieren prestarse a la violencia. Nadie se siente identificado con asaltar las mismas zonas residenciales donde ellos viven. Y resiente toda la ruina causada por el gobierno en las empresas junto con la violación de sus derechos. Esa “guerra contra la ciudad” no la entiende nadie. Dicen que van a insistir el sábado en lo de la marcha, pero cambiando la táctica. Militantes de toda la región. Veremos.
TIP 2: Aviones de guerra F-16 y Shukoi sobrevolando rasante sobre el área urbana de San Cristóbal. ¿Amenazando a quien con esas armas de guerra?. Ya Maduro lo había anunciado pero parecía imposible. Parece una locura. En Puerto Ordaz, en el área residencial de trabajadores de Villa Asia, la Churuata, Villa Latina, Las Garzas, Ventuari y aledaños las tanquetas lanzaron lacrimógenas contra casas y edificios casi todo el día. En algunas derribaron garitas de vigilancia y entraron a la fuerza en estacionamientos. Es demencial.
TIP 3: Capriles. Con altura de miras política habló ayer, otra vez, Henrique Capriles. Lleno de micrófonos de televisoras que no transmitían nada en vivo y casi nada -o nada- a posteriori. Solo en Internet o en CNN. Recojo expresiones claves: “La represión ha sido brutal (…) los funcionarios de las Fuerzas Armadas metiéndose en los edificios, metiéndose en los estacionamientos (…) hay denuncias sustentadas con vídeos, testimonios y fotos de tortura, abuso sexual y maltrato contra los manifestantes (…) Esto no se resuelve por la vía de la represión y el uso de la fuerza para callar a las personas. La gente está expresando un descontento (…) el interesado en generar violencia es el Gobierno nacional”.
TIP 4: ¿Golpe o autogolpe? Dijo Capriles: Hay sectores del Gobierno que les interesa el ‘Maduro vete ya’ porque eso significa el ‘Diosdado (Cabello) vente ya’ (…) a un Gobierno débil le convienen los atajos, por lo que pido a estudiantes y al pueblo no pisar el peine de la violencia. Los únicos que tumban gobiernos son los militares. El único que ha hablado de golpe de Estado es el Gobierno. Entonces los invito a que definan o ¿es golpe o autogolpe?, ¿cuál de los dos? Si hay un golpe en marcha deben mostrar las pruebas. Los civiles tenemos una visión democrática, no damos golpes”.
TIP 5: Dijo más: “Qué fácil es atacar o amenazar en una cadena de radio! Maduro hizo una cadena para retarnos y amenazarnos, y nosotros le hacemos un llamado al Gobierno, ya que bajo amenazas y chantajes no vamos a dialogar. Nosotros no estamos a favor del Gobierno, estamos a favor del pueblo. Para resolver la crisis, el Gobierno debe llamar a quienes están protestando a un diálogo, pero a un diálogo real no a un monólogo. ¿Quieren una guerra civil en nuestro país? ¿Cuántos muertos o heridos más quieren?” Y sobre la Unidad: “ Aquí no estamos para dividir, aquí estamos para unir, y la Unidad y todos los que estamos en la Unidad somos solidarios y acompañaremos a Leopoldo López hasta que esté en libertad y haremos todo lo que permita alcanzar ese resultado.”.
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