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5 síntomas de que Venezuela tiene hiperinflación

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El monstruo de la hiperinflación acosa a la economía nacional. Economistas venezolanos, consultoras locales y bancos de inversión extranjeros coinciden en que Venezuela puede ser el próximo país que entre al listado de naciones que han padecido el fenómeno de la hiperinflación.

El Gobierno nacional se niega a publicar las cifras –no hay datos del comportamiento de los precios en 2015–, pero las señales son claras. Así como cuando un cuerpo con fiebre revela la presencia de alguna enfermedad, los síntomas de la economía venezolana están anunciando una de las patologías económicas más peligrosas: la hiperinflación.

La definición clásica apunta a que existe hiperinflación con un alza de precios mensual de 50% y 12.000% anual. Venezuela aún está lejos de esas cifras, pero entró en una espiral de aumento acelerado de precios y está en un punto en que se puede perder el control.

El diario El Nacional informó hace una semana que de acuerdo a fuentes extraoficiales, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de julio se aceleró hasta 12,8%, el valor más alto desde abril de 1989 cuando llegó a 13,5%. La inflación anualizada estaría en 139%.

“El problema es la trayectoria que tiene la inflación, estamos en la senda de la hiperinflación”, alertó el economista, José Guerra, en un foro realizado por Espacio Público recientemente. Francisco Rodríguez, economista jefe para la región andina del Bank Of America (Bofa), advirtió en una visita que hizo a Venezuela en julio que “en este momento la situación en la que estamos en términos de inflación es una situación en la cual se está perdiendo el control”. Esa institución afirmó en un reporte que “seguimos viendo un alto riesgo de que Venezuela desarrolle una hiperinflación en toda regla en los próximos 24 meses”.

Las 5 señales que anuncian la hiperinflación

1Inflación alta y sin control: En 2014 la inflación cerró en 68,5%, de acuerdo al Banco Central de Venezuela (BCV). Tanto las cifras extraoficiales como las proyecciones que realizan las consultoras locales e internacionales confirman que este año hay más volatilidad en el comportamiento de los precios. Las estimaciones de Econométrica, Ecoanalítica, Barclays y Bank of America, entre otras firmas, señalan que en 2015 la inflación sobrepasará ampliamente el 100% y estará cerca del 200%. Incluso, economistas como Francisco Faraco pronostican que puede llegar a 300%.

2Precios que suben semanalmente: La rapidez con que suben los precios es otro síntoma de una economía en el umbral de la hiperinflación. Los datos del Centro de Documentación de Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas) muestran esa tendencia. La canasta básica de junio se ubicó en 54.204 bolívares, un aumento “histórico” de 26,5% con respecto a mayo. “En Venezuela se está operando un proceso de inflación galopante de grandes y crecientes proporciones que se agrava día a  día”, escribió el economista Pedro Palma en un artículo de prensa publicado en El Nacional.

3Déficit fiscal que se financia imprimiendo dinero: La apuesta del Gobierno en mantener un tipo de cambio artificialmente bajo hace que los ingresos por las exportaciones petroleras no alcancen para cubrir los gastos. Ahí aparece el Banco Central de Venezuela (BCV) y financia a Pdvsa imprimiendo dinero inorgánico. Ese dinero entra en la economía y termina empujando los precios al alza en un mercado donde la oferta de bienes y servicios está contraída. “Lo que está ocurriendo actualmente con el valor del bolívar tiene su origen en un desenfrenado gasto público, el sostenimiento de un tipo de cambio oficial sumamente bajo y una política monetaria extremadamente laxa”, sostiene un reporte de Econométrica. Al respecto, Palma explicó que, tal y como se observa en Venezuela, los países que sufrieron hiperinflación, «se debieron a crecientes y recurrentes déficits fiscales que eran financiados en buena medida por los bancos centrales”.

4Desconfianza en la moneda: En las economías que entran en una espiral inflacionaria la población prefiere gastar el dinero comprando bienes que preserven el valor, ya que la moneda ha perdido esa cualidad. En otras palabras, la gente busca sustitutos del dinero. “Esto llevaba a las personas a gastar rápidamente los recursos que percibían, pues sabían que en corto tiempo su capacidad de compra desaparecería, y a retirar sus ahorros de la banca para comprar cualquier cosa que preservara el valor, bienes durables y monedas fuertes entre otras opciones”, escribió Palma. Este fenómeno se aprecia en la economía nacional hasta el punto de que cada vez son más frecuentes las transacciones en dólares para la compra-venta de ciertos bienes.

5Se erosiona el poder adquisitivo y se aniquila el patrimonio: El repunte de la pobreza es otro síntoma. Con el aumento acelerado de los precios viene aparejado una pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores y en el patrimonio de las empresas con ahorros en bolívares. “La circunstancia actual ha provocado enormes pérdidas patrimoniales, y para agravar más las cosas, no se vislumbra un refugio claro para guarecerse de esta tormenta cuyo fin no se ve en el corto plazo”, se lee en el reporte de Econométrica enviado en julio a sus clientes. “La hiperinflación es una desgracia descomunal, particularmente para los más pobres, y abatirla es difícil, costoso, duradero y exige grandes sacrificio”, explica Palma. Cálculos de Ecoanalítica revelan que el poder adquisitivo de los trabajadores al cierre de 2015 será de los peores en mucho tiempo. “No habíamos visto una contracción de salario tan fuerte como esta en 25 años”, declaró Asdrúbal Oliveros, director de esa consultora.