“Ojalá y atacaran de esta forma a los malandros”
Aproximadamente a las cinco de la tarde estábamos protestando, como permite la ley, pacíficamente. Teníamos a los niños afuera del edificio y algunos en el parque del conjunto residencial. Bajó una tanqueta, un convoy, muchos guardias y nos cayó una ráfaga de bombas lacrimógenas. Tuve que salir corriendo al apartamento a encerrarme. Cayó una en el techo, otra pegó a la ventana del cuarto de la niña y nos quedamos asfixiados.
Ese es el testimonio de una joven madre que en compañía de un grupo de vecinos del sector Las Pilas -se reservó el nombre por razones de seguridad-, denunció cómo fueron embestidos la tarde-noche del sábado 22 de febrero por efectivos de la GNB. “Tuve que refugiarme en las escaleras y pasé la noche muy mal, porque soy asmática. Que se controlen, porque este es el pueblo, aquí hay puras residencias. En el segundo piso de mi edificio había una recién nacida”.
En efecto, una vecina de otro conjunto residencial de apellido Cáceres comentó que estaban tranquilamente caceroleando, como todos los días, apegados al artículo 68 de la Constitución, que establece el derecho a la protesta.
—Es la segunda vez que se quieren meter. Pero ayer (sábado) fue horrible, espantoso. Tiraron mucho gas y perdigones. Estaban las barricadas, como en cualquier parte, pero arremetieron con barbarie contra nosotros. Yo sentía adormecida la lengua de tanto gas, al apartamento del piso 4 le rompieron el vidrio de la cocina, y en el piso 2 hay dos personas en cama de 80 y 74 años, que son atendidas por una enfermera.
Los residentes del sector aseguraron que escuchaban a alguien hablando con un megáfono, dándoles órdenes a los efectivos castrenses. “Les decía ‘denle duro’, nos llamaban paracos y delincuentes. Aquello fue brutal, un ataque brutal, como si fuéramos asesinos. Y todavía las autoridades estadales salen diciendo que aquí no pasa nada”, acotó la ama de casa.
En una bolsa las personas sacaron todo lo que recogieron después de la refriega: residuos de bombas y perdigones, que incluso quedaron en los parques infantiles y estacionamientos de las residencias, así como mostraron videos y fotos donde se observaban muchos guardias y dos tanquetas (una verde y otra blanca).
—Vivimos en el piso 7, teníamos todas las ventanas cerradas, pero el olor era horrible. Tengo a mi mamá con alzhéimer, postrada en una cama, la encerré en un cuarto con aire acondicionado, y no hubo problema. Pero tenemos una niña de tres años que se nos estaba ahogando. Nos bombardearon, a lo último eran olores picantes, no se podía respirar. Lo peor era que apuntaban a las ventanas y al estacionamiento, expresó otra vecina.
“Ojalá atacaran así a los malandros”
Para muchas de las personas que viven en la zona no se justifica ese ataque por espacio de dos horas, menos aun protestando pacíficamente con una cacerola. Sin embargo, no es la primera vez, aseguraron. En ocasiones anteriores los vecinos habían logrado que la GNB no ingresaran, corriéndolos con las cacerolas.
—Durante estos días nos han atacado varias veces, pero ayer (sábado) fue el peor. Estábamos protestando normal y llegaron de repente, nos cayeron a traición por lado y lado, se encaramaban en todos lados. Ojalá atacaran así a los malandros, pero nos agredieron a nosotros, a todas las personas, padres y madres de familia protestando pacíficamente con nuestras cacerolas, dijo la comerciante Cecilia.
“Hay muchos heridos”
Los vecinos del sector Las Pilas aseveraron que de esa refriega resultaron heridas muchas personas, tanto con perdigones como con las bombas, y explica que no fueron a las clínicas ni hospitales porque los detienen, según la información que manejan. Por tanto, los atienden directamente en sus casas con los cuidados básicos. Sólo en un edificio registraron seis personas heridas.
—Si llevamos los heridos a las clínicas los meten presos. No podemos llevarlos, porque el Ministerio Público les exige notificar, para que los cuerpos de seguridad los detengan. Hay muchos heridos con perdigones en la cara, brazos, piernas. En una de las residencias hay muestras del portón donde fue perforado el acero. Eso no es de goma, si le pega a un ciudadano lo mata.
Una señora de 76 años de edad, oriunda de esta hermosa tierra, como ella misma señaló, cuestionó las declaraciones del gobernador Vielma Mora mientras eran agredidos por la GNB. “El gobernador, anoche en sus declaraciones mientras nos estaban atacando vilmente, decía a nivel nacional que aquí no pasaba nada y que la GN estaba en sus casas descansando y durmiendo con sus familiares. No podemos tapar el sol con un dedo, señor, es la sociedad civil la que protesta y seguirá protestando por el futuro de nuestros hijos”.
FUENTE: Diario La Nación