Estos tipos porfiados tienen eso. Caen. Se levantan. Si vuelven a caer. Insisten. Y nunca se dan por perdidos. Lo demostró derrotando a Aristóbulo Istúriz, dos veces, antes y ahora, contra Chávez, en el apogeo del chavismo. Es Antonio Ledezma. Quien señala que está hecho y completo para ser Presidente de la República. Demostró esta tarde poseer el mejor discurso de los líderes como opción para ser el candidato de la unidad. Plantado como un estadista golpeó al Gobierno en los temas clave y se adelantó a los otros precandidatos con un programa de acción gubernamental, decretos mediante, listos, para el primer día a de gestión en caso de ser Presidente, y además, llamándolos a debate. Pero no solo eso. Lanzó el reto a Chávez. Y como porfiado, lo buscará donde se esconda hasta que acepte debatir con él. Hoy fue el mejor Ledezma. Como aquellos jugadores que lo sacan todo cuando el reto es inmenso. Aunque ese reto pasa por el apoyo de los partidos. Porque eso también tiene Ledezma: como hombre de partido no se acompleja de ello. De modo que los convoca. Y en particular, a AD, la organización en la que creció y obtuvo sus mejores triunfos. En el acto estaba presente la mitad de los secretarios generales de AD de todo el país. A ese partido blanco le habló. Comprometiéndose a conducirlo una vez más a la victoria. En AD, siguieron el discurso por televisión. Porque todavía la decisión no está tomada.