El concejal del municipio Libertador y coordinador de Primero Justicia Caracas, Jorge Millán, realizó un despacho de calle en el sector Mano de Dios, calle Lídice de La Pastora, desde donde constató los problemas que se presentan en el lugar, con la intención de presentar soluciones a los habitantes del sector capitalino.
Durante el recorrido el edil se comunicó con los caraqueños, quienes le hicieron saber su preocupación ante el alto costo de la vida y el escaso poder adquisitivo que poseen hoy en día los venezolanos. Situación por la cual, Millán exhortó al Gobierno Nacional a que se realice un ajuste salarial acorde a la situación económica que se vive en el país, motivado al próximo Día del Trabajador, a conmemorarse el 1ero de mayo.
“Es hora de que el Gobierno ajuste los salarios en Venezuela. Si nosotros calculamos nuestro sueldo al dólar libre es el más bajo del planeta tierra, lo cual indica el fracaso económico de este gobierno. Por ello, nosotros exigimos al Ejecutivo que, busque mecanismos en los cuales el salario sea protegido de acuerdo a la inflación que los venezolanos vivimos día a día en nuestros bolsillos”, dijo.
Millán pidió para el 1ro de mayo, que el SIMADI sea una referencia para ajustar el salario mínimo. “Si nuestra economía debe medirse por los parámetros del SIMADI, creemos conveniente que esta tasa sea el referente del Gobierno a la hora de ajustar los salarios, de tal forma que ése se nivele al sueldo globalizado. Los venezolanos merecemos tener la capacidad de adquirir nuestros productos básicos y un buen vivir, con salarios dignos de ser comparados ante América Latina”.
Reiteró que la inflación galopante hace que los ingresos de los venezolanos se diluyan con facilidad. “El salario del venezolano se ha convertido en sal y agua. La única guerra económica que existe es la del Gobierno en contra del bolsillo de los venezolanos. En un país donde se ha destruido la producción nacional, la Canasta Familiar Alimentaria supera los Bs. 20 mil y se necesitan 3,7 salarios mínimos para cubrir las necesidades de un núcleo familiar de 5 integrantes, es necesario que el Gobierno asuma la culpa y comience a aplicar políticas adecuadas que supongan el bienestar de los individuos. Lamentablemente, no vemos al Gobierno interesado en esto”.
Millán comparó la situación económica de una familia venezolana hace 17 años con una de la actualidad. “En 1998 con un salario de 110 bolívares mensuales, se podía comprar 80% de los productos de la cesta básica. Hoy en día con el salario de Bs. 5.600 solo se cubre 25% de la cesta y esto es luego de haber ruleteado y de pasar horas tratando de conseguir los productos, por el problema de la escasez y las trabas que ha impuesto el Gobierno para adquirir los bienes. Esto se convierte en una desventaja adicional para el trabajador venezolano, que ve mermado su horario laboral por el tiempo que debe dedicar a hacer mercado”.
