Editoriales y discotiendas no cuentan con dólar preferencial para importar a Venezuela
Editoriales y discotiendas no cuentan con dólar preferencial para importar a Venezuela

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Vía El Nacional

Editoriales y discotiendas dependen de importaciones que muchas veces deben realizar a dólar libre

Vanessa Baldán compra menos libros que antes. “Están muy caros y tampoco hay mucha variedad. El nuevo de Eduardo Sánchez Rugeles, Julián, cuesta 690 bolívares. Ahora, si acaso, compro un libro al mes. Soy más selectiva”, cuenta la profesional, que gana 6.500 bolívares mensuales.

Rodnei Casares, gerente de la librería Alejandría II, considera que aunque ha habido un aumento en los precios, hay quienes siguen comprando. “Tenemos tiempo sin libros importados. Las editoriales han dejado de traer novedades. Las que no tienen acceso a dólares preferenciales deben buscar la formas para traer de afuera”, cuenta quien es también director de distribución de Libros del Fuego, que desde diciembre de 2013 ha editado cinco títulos de autores nacionales.

Tienen previsto publicar otro en noviembre, La ciudad vencida de Yeniter Poleo, de aproximadamente 300 páginas. Entre los presupuestos que han pedido, hay uno de 400.000 bolívares para 1.000 ejemplares, lo que equivale a un costo en imprenta de 400 bolívares por unidad. La obra más reciente del sello, Dinero fácil de Hensli Rahn, con 144 páginas, se puede conseguir por 520 bolívares.

Eso ocurre con los libros de autores nacionales. Con los estrenos de escritores extranjeros son otros factores. Jesús Santana, de la librería Estudios en La Castellana, considera que la gente sigue comprando. El local se mantiene como un referente entre quienes buscan textos difíciles de conseguir en otros.

“Trabajamos con importación directa de España. Las ventas se mantienen a pesar del incremento de 30% que tuvimos este año porque traemos novedades antes que otros”, cuenta.

En los anaqueles se pueden conseguir títulos que cuestan entre 1.000 y 1.500 bolívares. Detalla como ejemplo El hombre que amaba a los perros, que edita en el país Planeta y se vende en 900 bolívares. “Si lo tuviera que importar por cuenta propia costaría más de 1.000”.

John Manuel Silva, miembro del comité editorial de Ígneo, ilustra la situación con títulos del sello. Afrodita, C.A. y otras empresas fracasadas, publicado en diciembre de 2013, cuesta 250 bolívares. El poemario Maneras de irse de Ricardo Ramírez Requena, de 61 páginas y presentado en octubre, se consigue por 390 bolívares. “Eso refleja los costos en imprentas”.

La edición que hizo en el país Puntocero de ¿Hay vida en la Tierra? de Juan Villoro se puede adquirir por 1.229 bolívares. Reynaldo Hernández, coordinador editorial de Alfa, indica que se debe al precio de la imprenta y los derechos de autor, que se pagan en dólares.

En la música. Una situación similar ocurre con los discos. Los títulos más recientes pueden costar, como mínimo, 600 bolívares. Vidal Hernández, gerente de Mercadeo y Ventas de Recordland, reconoce que ha habido un incremento importante. “Cuando hacemos el análisis, vemos que ha habido un incremento en las ganancias, pero no en el número de unidades. Si alguien antes se llevaba cuatro, ahora compra mucho menos”.

La compañía tiene sus registros. En octubre del año pasado vendió aproximadamente 49.700 unidades. En septiembre de este año el promedio fue de 36.000 unidades.

Hay tiendas más pequeñas que ofrecen un catálogo más variado, pero limitado en unidades. Es el caso de La Conga CD, en la Candelaria. Su dueño, Jorge Rivas, se esmera en mantener actualizadas las vidrieras, pero también trabaja por encargos, que no cuentan con dólares preferenciales.

“De las compañías grandes, la que aún tiene una fuerte presencia en el país es Sony», indica antes de agregar que si antes los de ese sello podían costar 80 bolívares, ahora pueden sobrepasar los 400 bolívares, como es el caso de Strut de Lenny Kravitz.

Coincide con Martínez en que han aumentado los ingresos en bolívares, pero eso no es proporcional en unidades vendidas. Antes traía 200 copias semanales, ahora solo entre 60 y 80.

Henry Tapias, gerente de finanzas y operaciones de Sony Music en Venezuela, afirma que efectivamente, como en todos los rubros, ha habido un aumento. “Importamos de Colombia o México. Hasta hace uno o dos años tuvimos dólares preferenciales, pero ahora tenemos dificultades. Sobrevivimos gracias a financiamiento de la corporación. Trabajamos en función de la deuda con la casa matriz”.

DATOS
400.000 bolívares pueden costar en imprenta 1.000 ejemplares de un libro de 300 páginas
13.700 unidades menos vendió Recordland en septiembre de 2014 en comparación con octubre de 2013