@loremelendez
A las 11:00 am de este miércoles, 4 de abril, las puertas de la Escuela de Antropología de la Universidad Central de Venezuela estaban cerradas. El personal decidió dejar el edificio temprano por el suceso que horas antes había sucedido: el presidente del Centro de Estudiantes de esta institución, Renluis Núñez, había recibido tres disparos en medio de un robo que ocurrió a escasos metros de ellos.
A las 8:30 am, un investigador de la Escuela de Antropología escuchó las detonaciones. «Fueron como cinco», comentó un trabajador administrativo que también oyó las ráfagas. Minutos después, el joven herido estaba en las escaleras de su Escuela pidiendo auxilio.
Aunque Plaza Venezuela y los alrededores de la Universidad Central de Venezuela amanecieron militarizados este martes, una pareja de delincuentes pudo ingresar a la UCV y herir de dos tiros al presidente del Centro de Estudiantes de la escuela de Antropología de la UCV, dentro del campus universitario.
Quienes lo ayudaron, replicaron el relato de la víctima: Núñez estaba cerca del cafetín de la Escuela de Trabajo Social cuando lo abordó un hombre para asaltarlo. El muchacho se resistió, pero no contó con que en ese momento, otro presunto delincuente se acercaría para apuntarlo con una pistola. Ante la amenaza, corrió, pero fue herido con dos balazos en el brazo. Otro más le rozó la oreja derecha. Los supuestos victimarios huyeron en una moto que habían estacionado cerca.
Núñez pudo llegar hasta la Escuela de Antropología, junto a Trabajo Social. Subió las escaleras y mientras gritaba, comenzó a desangrarse. Los bomberos de la UCV arribaron hasta el sitio y lo trasladaron al Hospital Universitario de Caracas. De allí fue llevado a una clínica privada. Todo ocurrió mientras la vecina Plaza Venezuela, estaba militarizada para impedir una marcha opositora.
El cafetín de la escuela de Trabajo Social, está muy cerca a la entrada que conecta a la UCV con Plaza Venezuela, donde se encontraban apostados más de un centenar de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana desde el pasado lunes 3 de abril en la noche, con la finalidad de evitar la marcha convocada por la oposición para este martes 4 de abril.
Robos cotidianos
«Aquí hay atracos todos los días y a cualquier hora, pero temprano, cuando los estudiantes están llegando, suele ser más peligroso», acotó un profesor de la Escuela de Antropología que lleva 40 años de servicio en la casa de estudios. A él mismo, hace un par de meses, intentaron asaltarlo en el vestíbulo de entrada del edificio donde trabaja. «No me quitaron nada porque había dejado el teléfono y todo lo demás en el carro», comentó.
A media mañana, las motocicletas se ven con frecuencia dentro de la universidad. Pero no solo en las vías dispuestas para ello, sino también dentro de las caminerías destinadas a los peatones. Nadie pide identificación en la entrada, así que cualquiera tiene la vía libre para pasar en el vehículo que quiera y sin necesidad de decir a dónde se dirige.
