Germán Ferrer: “Este gobierno es la mayor expresión de incapacidad que hemos tenido” - Runrun
Germán Ferrer: “Este gobierno es la mayor expresión de incapacidad que hemos tenido”

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La oficina de la Asociación Nacional de Redes y Organizaciones Sociales (Anros) estaba a punto de recibir la visita de los funcionarios de la Contraloría que harían una inspección, cuando el diputado Germán Ferrer, dirigente también de esta ONG, ofreció esta entrevista.

No obstante, Ferrer mostraba aplomo ante lo que él mismo catalogó como un asedio por parte del Gobierno del presidente Nicolás Maduro, a quien acusa directamente de amedrentar a su familia, desde que se opusieron a respaldar la convocatoria a Asamblea Nacional Constituyente.

Este hombre no es solo un diputado, es también el esposo de la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz. La pareja que ha estado en el ojo del huracán desde que la jefa del Ministerio Público decidió pronunciarse contra las acciones del Ejecutivo. Ellos se han convertido en un solo bloque contra el madurismo. Tanto así que Ferrer no descarta su participación y la de su esposa en el plebiscito convocado por la oposición venezolana.

—¿Cuál es la diferencia entre el chavismo y el madurismo y de qué lado está usted?

—Yo estoy del lado de la patria, de la revolución y de la Constitución de 1999. Creo que de la corriente originaria del chavismo ha surgido el madurismo que solo tiene ambiciones, fundamentalmente, por todas las ventajas que lamentablemente otorga el poder en Venezuela. Esta cantidad de situaciones permiten que haya una especie de seducción por parte del poder y cuando lo obtienes no respetas parámetros para, como lo hacen ahora, mantenerse en el poder.

Para mí el madurismo no es revolucionario. El madurismo es contrarevolucionario porque actitudes como la planteada por Maduro violan flagrantemente la Constitución del 99, que hoy es el legado fundamental del presidente Chávez. Ellos han creado su propia corriente y han ido desmontando todos los símbolos del chavismo. Porque puntualmente el chavismo es solidaridad, respeto a los derechos humanos, bien común.

A mi modo de ver, ellos no están dentro de este nivel de lo que es conocer una propuesta revolucionaria y se ha convertido más en una acción clientelar que gira alrededor del poder.

—Y, ¿Chávez no intentó también algunas estrategias para perpetuarse en el poder?

—Chavéz incurrió en la política nacional en un cuadro de situaciones que requerían de algunos periodos de Gobierno para poder instrumentar una cantidad de mecanismos que verdaderamente resolvieran la situación. Lamentablemente, tanto en este proceso llevado en la presidencia de Chávez hasta hoy, como desde el periodo de Chávez hacía atrás nuestro lugar común ha sido el modelo económico que se ha planteado que es un modelo rentista que no ha variado en ningún momento. Tendrá sus matices, pero este modelo rentista tiene las consecuencias que vemos hoy.

Nicolás tuvo la oportunidad de haber creado o implantado mecanismos económicos que pudieran dar salida a la crisis económica que hoy tenemos en Venezuela, pero no hubo capacidad por parte de las personas que están en el Gobierno para crear esa situación que permita, al margen de la crisis global, poder conducir este país de manera medianamente exitosa, porque tenemos los recursos para que esto sea así.

Se dilapidaron esas gigantescas riquezas que se tenían en Venezuela y que está hoy viviendo la mayor crisis que se conozca desde la guerra de la Federación hasta ahora. En Venezuela no había habido en dos siglos una crisis tan profunda y severa como la que hoy tenemos.

—Pero esta no es una situación venida a menos desde hace dos meses, en muchas oportunidades lo vimos respaldando decisiones del Ejecutivo o acompañándolas con el silencio que también es una forma de aprobación.

—Yo soy parte de un grupo de diputados que actuamos o actuábamos de manera unida en función de objetivos estratégicos que estaban planteados por el Gobierno. Veníamos de la propuesta chavista y saltamos a la propuesta madurista.

Nosotros entramos en el 2015 y antes de eso yo era diputado suplente, así que no tenía ninguna participación en cuanto a las decisiones y aprobaciones que giró la asamblea anterior. No exageraría si dijera que me incorporé una vez a la plenaria.

—¿Apoyaba las decisiones?

—Después de 2015 se instala un nuevo periodo y estuvimos muy pocos meses, pero las decisiones de esa Asamblea Nacional le correspondían a la oposición, no al chavismo. En ese momento yo era parte de esa misma fracción chavista, pero en este momento tenemos serias diferencias con respecto a las propuestas planteadas por el presidente Nicolás Maduro.

—Y si ese descontento existía desde hace algún tiempo ¿Qué hace que sea ahora cuando usted lo exponga tan abierta y públicamente?

—Todo lo contrario, yo he sido desde que soy diputado crítico a las políticas del Gobierno, sobre todo a las políticas económicas porque considero que son exageradamente erradas y eso se ha ido desvirtuando de tal manera que hoy tenemos una situación económica que se puede calificar de trágica, por caprichos o intereses personales.

Hay muchas incapacidades y mucha terquedad ideológica que no permite que la economía pueda surgir. Creo que se está deliberadamente atacando el aparato productivo con un propósito, que es crear mecanismos de control a la población, en el sentido de seguir permanentemente dependiendo del Estado.

Este gobierno es la mayor expresión de incapacidad que hemos tenido. Y no lo digo por resentimiento, sino por los resultados a la vista.

—¿Alguna vez esas críticas fueron escuchadas?

—Evidentemente no, porque hay una ortodoxia perversa que responde más a los intereses particulares que a realmente trabajar en función del país.

—Hay quienes dicen que la fiscal está en campaña y usted es quien articula sus movimientos o ella los suyos, ¿Qué tiene que decir al respecto?

—Te hablo como diputado a lo externo, viendo a una ciudadana que es fiscal de la República. Aquí no intervienen sentimientos de afectos que los hay, evidentemente, y de compromiso, sino que se trata de racionalidad, de ética y moral, porque quienes han planteado esta constituyente carecen de ética, de moral. En el sentido del planteamiento que hacen esa constituyente es deshonesta, porque plantea cosas que no se van a resolver.

Es engañosa porque esa constituyente va a profundizar mucho más la crisis, va a crear más pobreza, más inseguridad y le va a restar soberanía al país. Creo que esas son razones suficientes para estar en contra de esa propuesta malintencionada que tiene otros fines.

—Y si la fiscal no se hubiese opuesto a la Constituyente, ¿Usted mantendría la postura que tiene hoy?

—Por supuesto. Yo mantengo mis principios no de ahora, sino de toda la vida. He sido parte de todo este proceso y me ha costado muchos, porque muchos de los que están hoy gobernando no les costó nada, sino que cabalgaron en la ola chavista y se apoderan de manera tramposa de un poder que no les pertenece, que es del pueblo.

—¿Con Chávez estaríamos viviendo mejor en este momento?

—No soy vidente, pero estoy seguro de que con Chávez jamás habríamos llegado a esta situación que es verdaderamente grotesca. Y ese es el sentimiento del pueblo, además. Por eso esta constituyente tiene más del 90% de rechazo y los que vayan a ir a votar lo harán por esos condicionamientos que les están dando, por la presión y los discursos de odio que tienen los voceros del Estado. Es un mecanismo psicológico de avasallamiento y control de las mentes de la República.

—¿Están ustedes siendo perseguidos por el Gobierno de Maduro?

—Totalmente perseguidos, amenazados. Tenemos una organización no gubernamental que hoy es amenazada también producto de esta persecución. Se trata de buscar cualquier vestigio para sancionarnos. Nosotros lo que hemos hecho toda la vida es dedicarnos a la labor social y no lucrarnos con eso, y no como otras personas.

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