Lingüista que evaluó el discurso de Leopoldo López: "La juez manipuló mi declaración"
Lingüista que evaluó el discurso de Leopoldo López: «La juez manipuló mi declaración»

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La principal testigo en cuya declaración se fundamentó la condena de Leopoldo López a casi 14 años de prisión habla en exclusiva para EL MUNDO para denunciar que sus palabras fueron tergiversadas a fin de inculpar al líder de Voluntad Popular. «La juez Barreiro manipuló mi declaración para inculpar a López», asegura Rosa Amelia Asuaje. «La sentencia parafrasea algo que yo no dije», espeta la experta en Lingüística, horas antes de que tenga lugar el juicio de apelación del preso político.

Ahora quiere contar la verdad y defender que su informe pericial no fue más que un análisis lingüístico que, en su opinión, jamás debió ser utilizado como prueba condenatoria. En un comunicado que hace público a través de este periódico –lea el documento íntegro-, explica su papel en el proceso: «Un informe técnico no debió ser utilizado como la única prueba para inculparle, porque la lingüística no puede acusar, ni siquiera emitir un juicio de valor. Nosotros analizamos los fenómenos discursivos».

Esta profesora de la Universidad de los Andes fue la encargada de realizar un documento de 113 páginas donde se analizan cinco alocuciones del ex alcalde de Chacao. Sus conclusiones constituyeron una de las pruebas ‘más sólidas’ de la acusación y sirvieron de base argumental de la sentencia que culpó a López de los delitos de instigación pública, daños a la propiedad, incendio intencional y asociación para delinquir.

«Mi informe describe las características de Leopoldo López como orador político.En los vídeos que analicé tiene un discurso confrontacional e iracundo, pero ninguno de ellos prueba que López hizo llamados expresos a la violencia y mucho menos que dio las instrucciones para que fueran asesinadas 43 personas», afirma. La doctora en Lingüística y Filología Clásica asegura que sería una «tremenda irresponsabilidad» establecer una causa-efecto entre sus mítines y los actos de violencia que tuvieron lugar durante los primeros meses de 2014.

También explica que en la sentencia no se aportan otras pruebas que apoyen la condena, como registros de llamadas o fotografías: «Me parece increíble que un caso de esta importancia no haya sido contrastado con más pruebas que el informe pericial de una lingüista».